La torre del templo, arrasada durante la Guerra Civil, ha sido reconstruida por el Ayuntamiento
El patrimonio histórico es uno de los grandes valores de los pueblos y, por eso, trabajar en su conservación es imprescindible para asegurar que estos no caigan en el olvido. Precisamente con este objetivo el Ayuntamiento de Castellote comenzó a trabajar hace tres años y medio en la reconstrucción de la torre de la iglesia parroquial de San Miguel. Una obra que ha contado con un presupuesto cercano a los 400.000 euros y que está a punto de finalizar.
Tan solo falta que retiren los andamios para que los vecinos puedan observar uno de los elementos que coronaban el cielo de Castellote. La torre de la iglesia, que había desaparecido del imaginario colectivo durante los últimos 80 años, volverá a lucir en todo su esplendor dentro de pocas semanas. «Ha sido un proyecto que el Ayuntamiento llevaba en mente desde hace 18 años, pero que por temas de financiación no pudimos llevar a cabo hasta hace unos tres años y medio. Ahora, cuando se retiren los andamios, los vecinos podrán ver que la torre es una realidad», destacó Ramón Millán, alcalde de Castellote y presidente de la Diputación Provincial de Teruel.
La torre pasará a completar un conjunto histórico que data del siglo XV. Un templo del gótico levantino que volverá a contar, por fin, con una de sus piezas más emblemáticas. La reconstrucción no ha sido fácil, ya no solo por el hecho de construir una obra de tales dimensiones, cerca de 40 metros de altura, sino porque los arquitectos han tenido que echar mano de fotografías antiguas para realizar el proyecto. «Hemos tenido que elegir algunas de las fórmulas que nos indicaban desde Patrimonio. Nos hemos basado en la forma que tenía antiguamente a través de fotografías antiguas y los recuerdos de algunos vecinos del pueblo», indicó Millán. Entre los aspectos característicos de la torre, una techumbre de cobre, una veleta que asoma por encima del andamiaje y, en el interior, una talla en chapa en la que aparece San Miguel matando a un demonio.
Pese a que el exterior de la torre ya está completamente restaurado, en el interior todavía quedan algunos trabajos por realizar. «Faltan detalles como la escalera de caracol y también nos faltaría por poner las cuatro campanas», dijo el regidor. «Para conseguirlas tenemos que buscar financiación, ya sea a través de particulares o empresas, pero queremos que sea algo más sentimental». Millán recordó con especial orgullo «La garbancera», un timbre mítico que sonaba los domingos y que «tocaba los días que se podían comer garbanzos». Una campana muy especial para los vecinos y que, según cuentan los más viejos del lugar, «incluso se llegaba a escuchar desde Morella».
Un recurso turístico más
La reconstrucción de la torre de la iglesia de San Miguel se ideó con el principal objetivo de recuperar el imaginario colectivo de un monumento histórico. Al fin y al cabo, para «poner en valor la historia y el patrimonio de Castellote». Con su recuperación, la localidad del Maestrazgo pasa a contar con un espacio más que visitar.
A las murallas, el castillo templario y la lonja habrá que añadirle ahora la vista guiada por el templo y la subida a lo alto de la torre. Un monumento destruido durante las guerras carlistas, que luego fue recuperado y de nuevo derruido en la Guerra Civil. A partir de septiembre, previsiblemente, se podrá subir a lo alto del campanario para disfrutar unas grandiosas vistas del Maestrazgo que permitirán observar el embalse de Santolea y también el río Pitarque.
Para eso si tiene dinero el Sr. Millán. Pero para arreglar tejados del antiguo Ayto de Luco de Bordon. Para eso no. Luego habla de despoblación. Ahora ya sabe lo que son las tormentas de verano. Hacen daño. Respeto Sr Millán
Es una verdadera pena que para esto se emplee fondos públicos.
Que yo sepa son para crear puestos de trabajo y así evitar despoblación , pero a D. Ramon Millán le trae al pairo.
Ahora don fiestas en CASTELLOTE y de asomara al balcón
En olor a. Multitud.
Pero en que país estamos
Reconstruccion pagada con los impuestos de TODOS incluidos los de Luco de Bordon donde un verano mas nos quedaremos sin agua por no hacer el mantenimiento en el deposito. Felicidades Sr. Millan ya sale usted en la prensa que es lo que le gusta.
Pues nada a comer garbanzos todos este verano
Venga a inaugurarlo con un vinito español. Y si se tercia la correspondiente comida. Lo que era.