El hielo se instala en los cascos urbanos y la ventisca complica la limpieza de vía
Persiste la entrada de aire polar y se reproducen las consecuencias del temporal. El hielo, la ventisca y las nevadas continúan afectando al territorio, especialmente a las localidades por encima de los 600 metros de altitud. La Agencia Estatal de Meteorología mantiene para hoy el aviso naranja por temperaturas mínimas inferiores a -10ºC en el Maestrazgo, Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos. El resto del territorio se encuentra en aviso amarillo por temperaturas inferiores a -4ºC.
La inestabilidad irá abandonando el territorio paulatinamente pero no así la masa de aire frío que seguirá provocando temperaturas muy bajas y heladas generalizadas. El viento de componente Noroeste, cierzo, hará además que la sensación térmica sea durante toda la jornada, especialmente a partir de esta tarde, muy baja debido a la confluencia de temperaturas por debajo de 0ºC en zonas altas y vientos de más de 30 kilómetros por hora, que darán como resultado sensaciones de hasta -10ºC. Las temperaturas comenzarán a subir a partir del domingo.
En cualquier caso, las consecuencias del temporal seguirán siendo más patentes en las comarcas más serranas afectadas por el temporal de nieve y no tanto en las localidades más próximas al Ebro, donde finalmente no llegó a nevar.
Pese a que hasta el cierre de esta edición no se tenía constancia de mínimas extremas, la cosa cambia cuando hablamos de temperaturas máximas. Localidades como la Iglesuela del Cid suman ya seis días consecutivos heladores en los que la temperatura no ha superado en ningún momento los -2ºC de máxima que la localidad registró ayer. El miércoles fue la jornada más gélida con una temperatura mínima de -7ºC y una máxima de apenas se mantuvo por encima de los -4ºC. En Villarluengo la máxima ayer fue de tan solo -1,1ºC y la mínima de -5ºC.
La presencia de fuerte viento y de nubosidad han «amortiguado» hasta el momento un desplome de las temperaturas mínimas y por el contrario no han permitido que las máximas se recuperasen. Sin embargo, en el momento en el que el viento pare, las temperaturas caerán por debajo de los -10ºC como ya ocurrió el martes en Fortanete, donde se alcanzaron los -11ºC, por lo que no es descartable que durante el fin de semana puedan alcanzarse valores cercanos a los -15ºC.
El estado de las redes de abastecimiento de agua corriente es otro de los aspectos que preocupa en los municipios situados por encima de los 1.000 metros de altitud. Los vecinos temen que muchas de las cañerías hayan podido reventar al permanecer casi una semana bajo cero, especialmente en viviendas cerradas o explotaciones ganaderas. Hasta que las tuberías no se deshielen y comiencen a detectarse las fugas no será posible, explican, valorar los posibles daños a la red de abastecimiento.
En Andorra-Sierra de Arcos han sido las localidades de Ejulve, Gargallo y Estercuel las más afectadas por la nieve. En Ejulve, a 1.100 metros de altitud, ayer la situación seguía siendo «complicada». La ventisca que ha predominado después de la nevada del martes generó acumulaciones de nieve de hasta 80 centímetros en el propio casco urbano ayer. El primer edil reconoció que las máquinas quitanieves de la DPT han pasado por la localidad todos los días para limpiar las carreteras pero, ante el viento, no se «puede hacer más». «Lo limpiábamos y al rato ya estaba otra vez la nieve acumulada», dijo Ovidio Ortín, alcalde de Ejulve, quien explicó que también los vecinos con sus propios medios (tractores y palas) han estado trabajando para limpiar accesos. «Ya ha parado el viento pero, si nieva otra vez podemos tener nieve aquí hasta dentro de veinte días», explicó a última hora de la tarde.
En cuanto a las incidencias de tipo técnico y de suministro, Ortín se refirió a la cobertura móvil. En el municipio existe un poste de telefonía que funciona con gasoil. La nevada ha dejado el entorno de la antena incomunicado y los vecinos han estado dos días sin cobertura. Los termómetros no han superado los cero grados ni siquiera al mediodía, por lo que no ha habido deshielo.
En Andorra, la nieve también hizo estragos el martes y todavía se aprecia un manto blanco en la localidad. Además, hay placas de hielo en las calles puesto que no dio tiempo a retirar toda la nieve acumulada.
La Brigada municipal, formada por 20 trabajadores, se ha encargado de limpiar accesos a edificios públicos, centro de salud, residencia de mayores, calles y variantes principales desde que el Ayuntamiento andorrano activase el Plan de Emergencia Municipal de Vialidad Invernal el lunes. Además, han asumido la limpieza de aceras, una cuestión que, en el Plan de Vialidad corresponde a propietarios de fincas, negocios y solares. «Al no haber sido realizados esos trabajos, la nieve se ha convertido en hielo, con el trabajo extra que conlleva», dice la Brigada de Obras en un comunicado. También se ha vertido sal en todas las vías y se ha dispensado a todos los vecinos que la han solicitado.
En el Matarraña, una nueva nevada volvió a sorprender ayer a localidades como Beceite, Calaceite y Cretas, acumulando nuevamente varios centímetros de nieve en algunos puntos. Sin embargo, la nevada fue mucho menor que la del martes y no causó apenas problemas. Donde sí ha habido complicaciones es en los accesos a la vecina comarca dels Ports-Morella en Castellón, con varias localidades incomunicadas a causa de la ventisca.
Pese a que las quitanieves llevan dos días peinando la zona y echando sal, se teme que vuelvan a aparecer placas de hielo esta próxima noche. «Estamos muy contentos por la actuación de las quitanieves, pero aún así es imposible que el riesgo desaparezca así que pedimos precaución», explicó Carmen Agud, alcaldesa de Fuentespalda.
En el Bajo Aragón la caída de las temperaturas ha traido consigo la formación del hielo, el mayor enemigo para los municipios donde el acopio de sal ha sido el mayor aliado. Recomendaciones como el permanecer en casa para la gente mayor, se ha repetido en varias localidades. En La Cañada de Verich se anunció en un bando que solo se saliese a la calle para lo indispensable y que, incluso el pan se llevaría a las casas, algo parecido a la precaución que se tomó en La Cerollera. «Personal del ayuntamiento ha pasado por las casas para llevar a la gente mayor la compra que necesitase», dijo el alcalde, Antonio Celma. En localidades como La Ginebrosa se optó por cambiar la técnica retrasando todo lo posible la retirada de la nieve. «Retirarla nada más caer significaba la aparición inmediata de las placas, así que, esperamos un poco porque es más seguro pisar sobre nieve. Da más trabajo pero creo que hemos aminorado el riego de resbalón, aunque algunos ha habido», valoró el alcalde, Miguel Ángel Balaguer.
En pueblos como La Mata de los Olmos, las mayores incidencias se registraron el martes, el día que más nevó. El estado de las carreteras impidió que el personal docente no llegase al colegio y que no se pudiese transitar por la N-211. «Ese día estaba la provincia colapsada y se tardó en despejar la carretera pero, una vez pasó la quitanieves, no hubo mayores problemas», aseguró la alcaldesa, Silvia Gimeno. Con la maquinaria municipal limpiaron las calles y con aperos propios, se despejaron accesos a granjas. «La anterior nevada sí que fue un caos pero esta vez, aunque un poco aparatoso, enseguida hemos recuperado la rutina», concluyó.