Las obras han sido subvencionadas por el Arzobispado de Zaragoza, la Diputación Provincial de Teruel e Ibercaja
La portada de la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, situada en el centro de La Puebla, está siendo restaurada para remendar el mal estado de algunas zonas. Los trabajos comenzaron en julio y está previsto que se prolonguen hasta mediados de septiembre. En un primer momento se comenzó por limpiar las piedras desprendidas o con peligro de desprendimiento. Seguidamente se consolidaron las zonas «arenizadas» para evitar que la piedra se desprendiese y poder trabajar sobre ella. Finalmente, comenzó la fase de recuperación de volúmenes, sobre todo en la zona de la cornisa superior, que en algunos puntos había perdido hasta 40 centímetros. «Lo que hemos hecho ha sido consolidar y luego recuperar volúmenes pero exclusivamente en las zonas donde era necesario para evitar que el agua siguiera deteriorando más el material», detalló Miguel Ángel Sangüesa, de la Oficina Técnica de la COTA, empresa encargada de la rehabilitación.
La cifra para acometer la restauración de la portada, fechada en 1766, rondó los 50.000 euros, procedentes de un convenio en el que participan el Arzobispado de Zaragoza, la Diputación Provincial de Teruel e Ibercaja. En un inicio el presupuesto asignado era de 30.000 euros pero fue necesario ampliar la cantidad para poder acometer todas las actuaciones necesarias.
Sangüesa calificó la situación en la que se encontraban algunos elementos de la portada como «muy mala». El desprendimiento de algunas de las piezas del frontal podía constituir un peligro para los viandantes. «No pasó nunca nada pero de repente venían y veían arena. Y era un tostón que había caído y se había reventado en el suelo», comentó Bello. El año pasado tuvo que realizarse una actuación de urgencia para sujetar todas aquellas piezas que estaban a punto de caer. A raíz de ahí fue cuando se vio necesario acometer una intervención mayor que solucionara todos los problemas.
Actuaciones anteriores
Tras la actuación integral del templo, hace aproximadamente dos décadas, han ido apareciendo algunos problemas. El más grave, una grieta en la portada que surgió fruto de la diferencia de tensiones. También en esa ocasión se reformó el acceso al tempo, la sustitución de la arenisca por un nuevo material impidió la aireación de la iglesia, provocando su deterioro.
Planes de futuro
Una vez finalizada la portada, están previstas algunas actuaciones respecto a las humedades. No obstante, es una cuestión que se tratará a «medio plazo», según Bello. El consistorio también tiene en mente la restauración del muro de piedra que sujeta el rellano de acceso a la iglesia, visiblemente deteriorado por la falta de aireación y la acción de la lluvia.