Numerosos pueblos comienzan a valorar los daños ocasionados por las lluvias. Los más afectados, aquellos que atraviesan los cauces de los ríos
El Bajo Aragón Histórico y las Cuencas Mineras ya respiran tranquilas después del temporal de lluvia. Es tiempo de que muchos municipios comiencen a hacer balance de los daños de las riadas que han dejado riberas y caminos impracticables en las cuencas del Guadalope, Martín, Matarraña y Tastavins principalmente; una vez regrese el cauce habitual. Además, el peligro de nuevos desprendimientos en las carreteras continúa activo. En la vía que conecta Mirambel con los pueblos vecinos de Castellón (A-226) hay dos zonas con un carril cortado debido a que el viernes por la noche cayeron cascotes de consideración; y la vía que une Alcañiz con Castelserás también se despertó ayer con una gran piedra. La carretera nacional N-420 continúa dando paso alternativo en un solo carril en Escucha a la altura del túnel de Sant Just al desprenderse el viernes por la noche una red de protección sobre la calzada. También se mantienen cortadas dos autonómicas: la A-2403 de Camarillas a Ejulve, la A-228 de la N-234 a la N-420 por Allepuz. Asimismo, se pide extremar la precaución por inundaciones en la A-1702 en Ejulve y la A-2401 de Vivel del Río a Cortes de Aragón por Segura de Baños. Son muchos los caminos que continúan cerrados, tanto anegados por el agua como por precaución.
En el aspecto personal, el viernes se produjo el rescate de dos geólogos en Aguaviva y el de un vecino de Híjar que quedó atrapado en su furgoneta en Aliaga.
En Alcañiz el río Guadalope ha subido este sábado considerablemente debido a que el embalse de Calanda evacuó a 100 metros cúbicos por segundo desde las 22.00 del viernes y tuvo una punta de entrada máxima de 449 m3/seg. a las tres de la madrugada del sábado. El Guadalope recuperó parte de su cauce dejando casi invisibles las pasarelas peatonales que lo cruzan.
En cuanto al río Martín, en Albalate del Arzobispo el pico de la crecida se ha vivido este sábado sobre las cuatro de la madrugada. El nivel de agua fue decreciendo desde ese momento. El río se ha desbordado a la altura de la conocida como «Piedra de la Valla» y ha llegado a cubrir el campo de fútbol, el parque infantil y también parte del patio del colegio Román García. La crecida no ha afectado al otro margen del río, donde se sitúa el Molino de la Sociedad y se encuentran varias casas. El viernes el Ayuntamiento ya solicitó a los vecinos que retiraran los vehículos estacionados en el Molino ante una posible crecida del río. Del mismo modo, también se pidió que tanto personas como vehículos circularan con precaución en las zonas más cercanas al río, concretamente el Molino, el paseo fluvial y el «camino del colesterol».
En el Matarraña el agua ha dejado espectaculares imágenes en parajes naturales ya de por sí bonitos como El Salt de La Portellada o el Parrizal de Beceite. Al igual que en temporales anteriores, las lluvias vinieron acompañadas de cortes de luz en algunas localidades. Es el caso, por ejemplo, de Torre del Compte, donde en la tarde del viernes estuvieron alrededor de 2-3 horas sin luz, lo que dificultó el trabajo a la hostelería de la zona.
Otro paraje natural que se ha magnificado con las lluvias es el río Bergantes a su paso por Aguaviva, que recibió en la noche del viernes al sábado la punta de caudal del Guadalope de alrededor de 400 metros cúbicos por segundo debido a las fuertes lluvias de la zona de Castellón (en Zorita se llegó a los 400l/m2 a las 23.00 del viernes). Cabe recordar que el viernes por la tarde se tuvo que rescatar a una pareja de geólogos, un holandés y una colombiana, que decidieron continuar con su trabajo de campo sobre el Bergantes pese a la alerta climatológica. En vez se realizar sus labores en el propio río se desplazaron a una zona más alejada por precaución pero, sin embargo, su coche se quedó atascado en un bancal. Llamaron al 112 antes de las seis de la tarde pero la pareja de la Guardia Civil que acudió al lugar no sabía llegar a la localización por lo que reclamaron la ayuda del alcalde, Aitor Clemente; y el teniente de alcalde, Miguel Angel Margelí. «Llegamos hasta la zona, que ya era término municipal de La Ginebrosa gracias a que nos enviaron la ubicación con el móvil y con el tractor de un agricultor del pueblo sacamos el coche», explicó Clemente.
El viernes sobre las 21.30 en la carretera de Aliaga-Aldehuela también se realizó un auxilio de un vecino de Híjar de 57 años que se quedó atrapado en su furgoneta por la fuerte riada del río Guadalope. Acudieron tres Guardias Civiles y vecinos de Aliaga con un tractor y una cuerda para sacar al auxiliado, M.A.P.B; que resultó ileso.