El artista Miguel Trillo inauguró el sábado su exposición fotográfica «Los años movidos» en Cretas
Los años 80 fueron una década de libertad y apertura en España, una época en la que el arte supo reflejar el cambio de vida y mentalidad. Por entonces, Miguel Trillo era un joven fotógrafo atraído por las nuevas estéticas punks, heavies, raperas o rockeras. Más allá de lo que aparecía en los medios de comunicación, a aquel inquieto malagueño lo que le fascinaba eran las nuevas maneras de vivir y de expresarse. «Mis fotos no hablaban de política. Yo me dediqué más a la diversión porque para mí era mucho más subversivo que una chica se pusiera una minifalda de cuero o que fuera «punki», que alguien fuese con una pancarta con peticiones de lucha», explicó Trillo.
Con esta idea como motor de su trabajo, el fotógrafo malagueño se recorrió los locales de fiesta más importantes de la capital donde actuaron grandes grupos internacionales que hacían vibrar a miles de jóvenes de todo el mundo. «Yo con la cámara me convierto en un cronista de lo que estaba pasando.Es lo que luego se llamó la movida, pero en un principio no tenía nombre, era que la gente joven iba a los conciertos y a los locales que empezaban a abrir sin tener problemas de que la policía llegara», relató el fotógrafo.
La muestra de «Los años movidos» de las instantáneas captadas en aquellos años por Trillo se expone desde el sábado en Cretas, en la sede de la Colección López-Sanz de Arte Español Contemporáneo de los ochenta. Una colaboración que surgió ya el año pasado cuando Miguel Trillo y Germán López coincidieron en la feria Arts Libris de Barcelona.
Más de sesenta personas se acercaron el sábado hasta la galería de arte en Cretas en tan solo una hora. Allí pudieron contemplar las fotografías de Miguel Trillo en la planta baja y en las superiores otras obras de arte contemporáneo de muy diversos artistas. Además, todos los asistentes pudieron llevarse consigo una postal de una fotografía realizada en Teruel conmemorativa de una exposición que realizó el artista en 1992.
En su apretada agenda veraniega, y tras exponer en el centro Dos de Mayo de Madrid, el fotógrafo ha dedicado unos días a la comarca del Matarraña, donde se ecuentra cómodo. «El verano está hecho para viajar y en las vacaciones uno quiere ser feliz, y yo creo que ahora mismo en Cretas se puede ser muy feliz. Llevo unos días y me está gustando mucho», declaró el sábado.
Trillo confesó que nunca había expuesto en un pueblo tan pequeño, sino que siempre lo había hecho en grandes ciudades, pero valoró la experiencia como positiva. «Hay que reconocer que tener este centro de arte contemporáneo especializado en los 80 aquí en Cretas es un lujo. Siempre se supone que estos centros tienen que estar en las grandes ciudades porque el arte contemporáneo es difícil de comprender», apuntó el fotógrafo.
La muestra del artista estará expuesta en Cretas hasta mediados del mes de septiembre.