Los pastores trasladan el ganado hasta las zonas más cálidas del Baix Maestrat
La Iglesuela del Cid ha vuelto a vivir la magia del paso de la trashumancia. El ganado de vacuno de los Hermanos Martorell Gargallo, procedentes de Fortanete, Teruel, ha atravesado esta semana la vía pecuaria por las calles de la localidad. En total 120 vacas avileñas realizan el camino.
Como cada otoño los ganados de ovejas y vacas descienden desde las montañas del Maestrazgo y la Sierra de Gúdar para ir a buscar las zonas de más calidad del Baix Maestrat. En La Iglesuela las vacas atraviesan las calles ante la mirada de los vecinos que, no por habitual, dejan de salir a las ventanas y balcones para ver el paso del ganado.
Desde La Iglesuela el ganado se ha dirigido al puente gótico de la Pobla de Bellestar, punto de unión entre Teruel y Castellón. Desde allí el ganado se ha dirigido hacia Vilafranca, donde ha pernoctado en el corral trashumante.
La Ruta del Llosar, que recibe este nombre por la ermita de Vilafranca, es un concurrido camino ganadero que une el Maestrazgo turolense con el Baix Maestrat de Castellón y el Montsià de Tarragona.
