Lambán pide no caer en «reproches» y el PAR establece «paralelismos» entre la Térmica y la Opel de Figueruelas
El pleno de la Cortes de Aragón comenzaba ayer puntual con una comparecencia del presidente, Javier Lambán, para abordar el escenario al que se enfrente ahora la cuenca minera turolense, tras el anuncio de Endesa de cerrar la Central Térmica. Aunque Lambán abogó por no caer en «reproches» y apostar por un frente sólido desde el Parlamento autonómico que de confianza a los agentes del territorio y que sea capaz de dejarse oír en Madrid, no pudo evitar lanzar algún dardo a la bancada popular, recordando los seis años de inacción en materia de carbón del Gobierno de Mariano Rajoy y sus ministros de Energía, primero José Manuel Soria; y, después, Álvaro Nadal. No obstante, no se recreó en exceso y prefirió usar buena parte de su tiempo para destacar el trabajo de su Gobierno en estos últimos años.
Con respecto a Endesa, fue duro y crítico. «Hemos de ser rotundos con Endesa cuyo discurso público está rozando la obscenidad más absoluta», dijo. Recalcó que DGA va a exigir al Gobierno de España que no autorice el cierre de la Central ni un plan de acompañamiento satisfactorio para todos los imlplicados, así como la búsqueda de fórmulas para alargar la vida de la Central en tanto en cuanto se alcanzan cotas importantes de reactivación. La posibilidad de reducir a 1.500 horas anuales el funcionamiento de la central y que se suprima el céntimo verde para compensar a la empresa por las pérdidas que pudiera ocasionarle serían algunas de ellas.
Patricia Luquin (IU) fue la primera en intervenir. Coincidió con Lambán en que «no son tiempos de reproches pero si de responsabilidad». Lamentó que sectores estratégicos como el de la energía estén en España en manos de las empresas privadas. «De Endesa no se puede esperar mucho así que hay que exigirle mucho», señaló. Tras ella, Gregorio Briz (CHA) tildó el discruso del presidente de «sensato y razonable».
La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, atacó a PP, PSOE y PAR. «Han tenido un elefante dentro de esta sala durante años y han mirado para otro lado», dijo. Denunció la gestión de los fondos mineros y los ligó a «planes electoralistas y a corto plazo».
De soluciones para alargar la vida de la Central quiso hablar Arturo Aliaga (PAR) que se refirió al «paralelismo» que existe entre la crisis que vivió la planta de Opel en Figueruelas y la situación que vive ahora Andorra con la Térmica; un asunto que Luquín había mencionado, aunque sin profundizar. Elucubró con la posibilidad de que el Gobierno de Aragón depositara un aval para realizar las inversones en la Térmica e incluso que liderara, junto al Central, un proceso de subasta pública llegado el momento. «En el mix energético cabe el carbón si están hechas las inversiones. Si no es Endesa, hay otros inversores», señaló Aliaga, que se resignó a aceptar el cierre de la Central y quien no se conforma con las 1.500 horas de funcionamiento al año. Lambán aceptó recurrir a expertos que valores estas propuestas.
El ambiente se caldeó durante la intervención de Nacho Escartín, el portavoz de Podemos. Comenzó hablando de «la crónica de una muerte anunciada» y continuó congándose medallas sobre el papel que ha jugado su formación para que DGA incluya en cada presupuesto dinero para las comarcas mineras. Destacó que, a instancia de Podemos, el Tribunal de Cuentas está realizando una auditoría del Plan Miner. «Que ha sido un fracaso como un templo», añadió. «Ustedes, los socialistas, comenzaron a privatizar las eléctricas. Finalmente, Aznar terminó privatizando la energía. Han pisoteado nuestra soberanía y no vamos a reblar», concluyó. Lambán le contestó en su turno: «no estamos haciendo mítines ni soflamas. Encontrar aquí espacios para la demagogias y las soflamas me parece poco serio».
Javier Sada, del PSOE, entró al trapo. Aprovechó la ocasión para desmentir todas las afirmaciones que el lunes el diputado del PP en el Congreso, Alberto Herrero, realizó en una rueda de prensa en Andorra.
El debate fue ganando temperatura hasta llegar a la intervención de Luis María Beamonte, el presidente del Partido Popular. Repitió hasta en dos ocasiones que José Luis Rodríguez Zapatero fue el responsable de poner fin al sector y a la central y aportó pocas soluciones – más bien nnguna- a una situación más que crítica. Cargó contra la Ministra, «a quien se le veía venir» y reiteró que el sector supone el sustento de 4.000 familias en la zona y el 40% del PIB de la provincia de Teruel.
7.000 millones de Europa para reactivar cuencas
El presidente de Aragón, Javier Lambán, aprovechó ayer su intervención en las Cortes de Aragón para anunciar que la Unión Europea ha dispuesto una partida dotada con 7.000 millones de euros para zonas en las que se lleve a cabo una transición energética para abandonar el carbón.
Incidió en la importancia de trabajar de la mano del comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, para que llegue a Aragón «el mayor volumen de dinero posible». «Si gestionamos bien la forma de acceder a estos fondos con propuestas e ideas potentes y viables, tenemos muchas oportunidades», dijo. Al respecto, avanzó que la Comisión Europea visitará la cuenca minera turolense próximamente para conocer la realidad que se vive en la zona.
El presidente también recordó que AREX (Aragón Exterior) ha llevado a cabo una serie de visitas a las localidades para determinar las potencialidades de cada una de ellas. «Se han abierto muchos cotnactos y estoy convencido de que alguno de ellos frutiferará».