Los apenas 14 kilómetros entre Ráfales y Castellón ya están a casi al 90% de ejecución
Las reivindicadas obras de la N-232 entre Ráfales y el límite con la provincia de Castellón, que han sufrido todo tipo de infortunios, sobre todo falta de voluntad política, están a punto de llegar a su fin. Su historia es la de un tramo de apenas 14 kilómetros que sin embargo acumula 25 años de promesas incumplidas y de agravios. La primera paralización de las obras se remonta a 1993 y desde entonces ha sufrido todo tipo de varapalos.
El fin de las obras, cuyo presupuesto de adjudicación fue de 54,25 millones de euros, se prevé para el mes de marzo según confirman varias fuentes consultadas por este medio, que certifican que el grado de ejecución del nuevo trazado se sitúa al 90%. En los últimos meses se ha intensificado el trabajo y quien haya pasado en las últimas semanas por la carretera ha podido ver más trabajadores y maquinaria que, por ejemplo, este verano. Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, las previsiones no suelen tener en cuenta que pueda producirse un hipotético temporal de lluvia o nieve, algo por otra parte, nada descabellado en esta época, por lo que finalmente las obras podrían alargarse unas semanas más.
Además de ganar en seguridad para la conducción, la apertura de este tramo también significará una reducción importante de los tiempos de viaje y por ende, también un mayor tránsito de vehículos. Permitirá pasar de los actuales 17,5 kilómetros a 13,9, una reducción de entre 15 y 20 minutos.
La otra cara de la moneda es la A-68, que sigue avanzando a ritmo de caracol. Siete años después de las «últimas noticias» del tramo bajoaragonés de la A-68, sigue en el mismo punto. Los compromisos que anunció el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en diciembre de 2016 en una reunión con el presidente de Aragón, Javier Lambán en Zaragoza no se han cumplido. Mañana miércoles regresa a la capital aragonesa para encabezar un «desayuno de trabajo» con el tejido empresarial y social que ha organizado el PP de Aragón. Se prevé que De la Serna llegue a este foro con algún anuncio sobre infraestructuras en la cartera, aunque solo sea para contentar a los populares aragoneses. Ayer varios miembros destacados del PP en la comunidad aseguraron desconocer qué diría el ministro y se mostraron escépticos con el Ministerio.
Y es que son muchos los asuntos importantes para la comunidad en materia de infraestructuras que no cuentan con el suficiente respaldo de Madrid. Respecto a la A-68, la Declaración de Impacto Ambiental de la autovía de Fuentes a las Ventas de Valdealgorfa sigue sin llegar desde hace siete años cuando hace ya muchos años que este trámite tendría que haberse superado. El ministerio de Fomento no ha contestado a las reiteradas preguntas de este medio y lo último que se ha dado a conocer no es nada halagüeño. En respuesta escrita a una pregunta de Ciudadanos el Gobierno Central afirmó en noviembre que el plazo para la Declaración de Impacto Ambiental del Estudio Informativo de la A-68 entre Valdealgorfa y Fuentes de Ebro había sido interrumpido debido a que fue «necesario solicitar nueva información al promotor para garantizar la viabilidad ambiental del proyecto».
El tramo zaragozano, aunque está mucho más avanzado, también se gestiona de forma muy lenta. El tramo El Burgo y Fuentes de Ebro, apenas 15 kilómetros cuyas obras deberían haber empezado a finales de 2017, aún tiene pendiente el informe de respuesta a las alegaciones presentadas en el trámite de información pública del proyecto de trazado que se publicó en julio: 31 alegaciones y 3 informes de organismos. A continuación, será necesario aprobar el proyecto de trazado y redactar el de construcción, ambos con carácter previo a la licitación de las obras.
Dos viaductos y menos curvas
En cuanto al tramo de la N-232 entre Ráfales y el límite con la provincia de Castellón, la práctica totalidad de la plataforma de la calzada está ya construida y aproximadamente la mitad de dicha plataforma ha recibido ya las primeras capas de asfalto. Concluidas también se encuentran las cuatro infraestructuras más costosas y espectaculares de todo el recorrido. Se trata de los viaductos de la Val de Luna y San Bernardo de 800 metros y 300 metros respectivamente y los túneles de Monroyo y la Consolación de 455 metros y 250 metros respectivamente. En el caso del viaducto Val de Luna, la altura máxima que alcanza sobre el punto más bajo es de unos 45 metros y la puesta en marcha del mismo permitirá salvar 17 curvas, muchas de ellas de 180º.
Son una realidad también los enlaces a las localidades de Torre de Arcas y La Cerollera. El primero de ellos consta de dos rotondas a distinto nivel que la calzada principal con sendos carriles de aceleración y deceleración para incorporarse y salir de la vía respectivamente, evitando así el Stop que hasta ahora salvaba la intersección. La infraestructura está prácticamente finalizada y asfaltada y de hecho, actualmente el tráfico discurre de forma provisional por este ramal de incorporación a la espera de que se abra al tráfico la calzada definitiva.
La incorporación a La Cerollera no se encuentra tan avanzada, aunque ya se ha comenzado a proceder a su asfaltado y se intuye ya la rotonda por la que se accederá a la localidad evitando, recordemos, el más que peligroso enlace existente en la actualidad situado en una curva de 180º sin ningún tipo de visibilidad con el grave peligro para los conductores que ello comporta.
Queda pendiente la construcción de un pequeño viaducto de tipo marco a la salida del túnel de Monroyo, así como el resto de labores de asfaltado, vallado, pintado e instalar la señalización horizontal y vertical.
Retraso de la fecha inicial
Cabe recordar que tras la reactivación de las obras en mayo de 2015 (después de 25 años de paralizaciones), Fomento anunció que los 14 kilómetros serían una realidad en verano de 2017. Sin embargo, varios escollos e imprevistos retrasaron la finalización de los trabajos. Uno de los más destacados fue el desprendimiento del talud Norte del túnel de la Consolación en marzo del pasado año tras una de las nevadas que afectó al territorio. Tras la evaluación de lo ocurrido, los daños fueron reparados en septiembre. Con todo ello, siguen observándose grietas en alguno de los taludes, aunque, previsiblemente, serán corregidas en las próximas semanas.
Además se ha procedido a efectuar varias modificaciones al proyecto. Durante la ejecución de las obras se ha rectificado el trazado de alguna de las curvas y se ha incluido el acceso a la ermita y al Hotel de La Consolación y al secadero que Grupo Arcoíris tiene en la localidad. Se modificó también el carril de acceso a Monroyo por el lado Sur a propuesta del Ayuntamiento para rectificar una curva que consideraban muy pronunciada.
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Torre de Arcas solicitó varios accesos a fincas colindantes y accesos a distintos caminos forestales y agrícolas que, de otro modo, se hubiesen visto interrumpidos.
Por fin ya terminan mi padre rezaba por verlas acabar Pero ha muerto sin poderlas ver .Cuantas decadas esperandolas el hombre . Asi pues Es una gran noticia
No te la creas .RETRASO SEGURO