Se han invertido más de 7.000 euros en la consolidación de urgencia del abrigo de los Chaparros
Las pinturas rupestres del abrigo de los Chaparros, en Albalate del Arzobispo, seguirán como hasta ahora y no se degradarán ni desaparecerán. Éste era el principal temor tras detectar la inestabilidad del soporte rocoso que alberga las pinturas, que ahora ya se ha subsanado mediante una consolidación de urgencia.
El Ayuntamiento albalatino, como integrante del Parque Cultural del Río Martín; y el Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Bellas Artes, acometieron durante los últimos meses el proyecto de estabilización de urgencia. En concreto, se trabajó en algunos puntos del soporte rocoso que alberga diferentes paneles de pinturas rupestres, declaradas Patrimonio Mundial. En el proyecto participó un nutrido grupo de especialistas, que recibieron asistencia técnica y coordinación por parte del propio Parque y de DGA.
El objetivo de los trabajos era frenar en lo posible el proceso de degradación de la roca, cuyo estado y fragilidad amenazaba con la pérdida inminente de fragmentos de pintura. Para lograrlo se consolidaron las zonas de mayor riesgo y se realizó un estudio termográfico, con objeto de localizar las patologías más graves que afectan al abrigo y evitar la pérdida irreparable de fragmentos pintados hace más de 6.000 años.
La erosión ocasionada por el aire y el agua a lo largo de los años; la cristalización de sales superficiales; y la interacción de fenómenos de origen biológico han producido importantes desprendimientos en la superficie de la roca. El director del Parque Cultural del Río Martín y encargado de coordinar los trabajos, José Royo, indicó que las pinturas «estaban amenazadas por fisuras de la roca, descamaciones, desplazamientos y pulverulencias, entre otros». Asimismo, aclaró que el proceso de consolidación consistió en el rellenado de fisuras con mortero de cales y arenas tamizadas en partículas muy finas, «aplicado con espátulas o inyectado en el caso de las zonas de fisuras más finas».
Royo también destacó que se realizó un estudio completo sobre la composición de la roca y un seguimiento del estado de la superficie mediante termografías, para evaluar y localizar las alteraciones, zonas huecas o sueltas con más riesgo de desprendimiento. «Las termografías nos permiten obtener imágenes con información térmica de la superficie objeto de estudio, y así detectar las alteraciones antes de la consolidación y comprobar si después se ha estabilizado», explicó el director del Parque Cultural del Río Martín.

Más de 7.000 euros de inversión
El alcalde de Albalate del Arzobispo, Antonio del Río, aclaró que la inversión superó los 7.000 euros al margen de la asistencia técnica, y recalcó que la actuación de urgencia fue posible gracias a la colaboración entre administraciones. «El arte rupestre es un patrimonio muy susceptible de degradación y su conservación es una obligación que nos compete a todas las administraciones como partes integrantes de un patrimonio que pertenece a la humanidad en su conjunto», explicó.
Cabe destacar que los trabajos corrieron a cargo de los restauradores Laura Ballester y Eudald Guillamet. El ingeniero Rubén Pérez realizó el seguimiento del estudio termográfico, mientras que el arqueólogo José Ignacio Royo y la geóloga Blanca Latorre de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón participaron en la asistencia técnica de todo el proyecto.