El equinoccio ofrece amaneceres espectaculares cada primavera en el Bajo Aragón
El equinoccio de primavera se vive todos los años de manera muy especial en dos localidades del Bajo Aragón Histórico: Valdealgorfa y Oliete.
En ambas poblaciones el astro rey y sus rayos se dejan ver en el amanecer del día en que se produce el cambio de estación cuando su luz atraviesa el túnel de la antigua vía férrea de Val de Zafán y la roca cónica de ocho metros, donde está el Frontón de la Tía Chula, un templo solar con pinturas rupestres situado en la margen derecha del río Martín con más de 4.000 años de antigüedad. Este año el fenómeno se volvió a repetir en los amaneceres de los días 26 y 27 de marzo en ambos lugares.
Una vez más, el sol, fiel a su cita, atravesó fugazmente las entrañas del Túnel del Equinoccio en Valdealgorfa. Fue en los primeros minutos del amanecer de ambos días cuando el espectáculo de la luz volvió a inundar este punto mágico. Como viene siendo habitual fueron muchos vecinos y visitantes, los que quisieron sumarse a la observación de este curioso fenómeno. Para la ocasión el Ayuntamiento de Valdealgorfa preparó un desayuno que hizo más agradable la espera a los concurrentes. Un año más Valdealgorfa vivió este fugaz espectáculo en el que se unen la luz, la vida y la leyenda.
Lo curioso de este Túnel del Equinocio, que a día de hoy está cerrado por unas vallas,es que, en su momento, no se construyó con la idea de que brillara específicamente en los equinoccios; simplemente, la orientación de dicha infraestructura, unida a la casualidad, hace posible este fenómeno natural. Un acontecimiento que está perfectamente calculado gracias al geólogo y topógrafo, Rogelio Meléndez,que desde que escuchó hablar del hecho en 2009 envía sus cálculos al Ayuntamiento lo que garantiza de que el fenómeno sucederá con su hora y coordenadas de todo tipo perfectamente calculadas que indican el momento en el que el disco solar se centra en el diámetro que forma el túnel.

Y si el momento fue mágico en Valdealgorfa, igual lo fue en Oliete, donde vecinos de la localidad no se perdieron la ocasión de ver como la luz solar atravesó las oquedades rocosas y se proyectó en la ladera, en lo que es conocida como «la puerta del sol» y que incide en las pinturas rupestres descubiertas el 9 de octubre de 1994 por José Royo.
Me encanta la iniciativa. Debe ser un espectáculo precioso.
Una de las maravillas del Parque Cultural del Río Martín en Oliete. No dejes de visitarlo