Hans y Luisa Veerman decidieron establecerse hace 10 años en el corazón del Matarraña y crear una casa rural en un emplazamiento inigualable
En armonía con la naturaleza y con unas vistas privilegiadas. Hans y Luisa Veerman tuvieron muy claro desde que visitaron por primera vez el Matarraña que su lugar de residencia estaba junto a los olivos, almendros y los bosques mediterráneos.
Por ello en 2009 decidieron fundar su nuevo hogar en un lugar privilegiado con vistas a los Puertos de Beceite. El matrimonio Veerman decidió, de este modo, cambiar el ajetreo de Amsterdam y del centro de los Países Bajos (donde desarrollaban labores de consultoría para empresas) por una vida más tranquila y en constante contacto con la naturaleza. «Esto es muy muy distinto a Holanda. Aquí hay enormes extensiones sin casas, sin pueblos y una enorme paz. Simplemente es maravilloso», explica Luisa. Desde su ubicación se divisan enigmáticos parajes como las Rocas de Benet y Peñagalera.
A pesar de que habían veraneado anteriormente en España, una visita a una de sus hijas a San Sebastián despertó en ellos la necesidad de seguir explorando el país. Por ello tras recorrer distintas regiones y gracias a la agencia Country Property que se encarga de establecer nuevos pobladores, llegaron al Matarraña y no lo dudaron ni un segundo. «Esta zona es preciosa, la gente es amable y además está cerca del Mediterráneo, de los aeropuertos y de ciudades como Barcelona y Zaragoza, algo que nos facilita movernos», explica Hans.
Poco después de establecerse en el territorio decidieron que su casa será una vivienda de turismo rural. La vivienda, denominada Nuestra Posada, consta de 4 habitaciones que llevan los nombres de sus 4 hijos. La vivienda es totalmente autosuficiente energéticamente y se abastece con placas solares y un pozo de agua. Los jardines, el huerto y animales como gallinas, ovejas y cabras son otro de los alicientes de este maravilloso enclave. Los clientes que hasta allí van, pueden disfrutar de los productos que Hans y Luisa producen en su propia finca.
Por todo ello la vivienda rural obtuvo un reconocimiento en 2017 como una de las mejores casas de turismo rural de España. Actualmente cuenta con una puntuación de 9,6 en algunos de los buscadores más importantes. El bello lugar se encuentra a tan solo 2 kilómetros de Cretas pero la linde de la finca establece la entrada al término municipal de Lledó. «Nos gusta decir que somos la primera casa de Lledó aunque estamos muy cerca de Cretas», explica Hans. El matrimonio Veerman vive junto a su pero Bobbie, un gran pastor húngaro llegado desde Budapest.
Recuerdan cómo al poco de establecerse, la localidad cretense celebraba la Feria del Vino y Mercado Medieval, algo que les sorprendió gratamente. De igual modo los horarios y lo excelente de la comida española es algo que contribuye a que ambos tengan muy claro que van a quedarse en el Matarraña, donde destacan la gran acogida de la gente. Ambos reconocen ser unos enamorados de los paisajes matarrañenses y por ello, hace escasos días, participaron en la Marcha Senderista del Matarraña que tuvo lugar en Fórnoles.
Tienen por ello muy claro que no volverán a su Holanda natal, de la que sin embargo echan de menos la excelente mantequilla que allí se produce así como algunos tipos de cerveza. «Estamos muy agusto aquí. Echamos de menos a amigos y familiares. Pero afortunadamente vemos con frecuencia a nuestros hijos y nietos», añade Luisa.
Sñres Veerman:
Hemos leído sus comentarios,y nos dirigimos a ustedes para hacerles saber,que tenemos un terreno de una hectárea,en el término de Cretas,con vistas a los Puertos de Tortosa Beceite,con pozo de agua y casa para reformar de 80 metros cuadrados.. Atentamente