Las heladas primaverales y las tormentas de verano han sido las grandes protagonistas de las campañas del melocotón, muy a pesar de los agricultores y cooperativas que han visto como las buenas cifras del año pasado no van a poder superarse ni igualarse, en muchos casos, esta temporada.
El sector frutícola factura cada año 327 millones de euros en Aragón, además la Comunidad puede presumir de ser la segunda productora a nivel nacional de melocotón. El territorio aragonés cuenta con el 34% del total de los melocotoneros cultivados en España, y pone en el mercado numerosas opciones entre las que destaca las cultivadas bajo las rigurosas normas del Consejo Regulador del Melocotón de Calanda. Precisamente en los 45 municipios del Bajo Aragón que conforman la D.O. continúan trabajando en la campaña de este año que comenzó en torno al 20 de agosto y culminará a principios de noviembre.
«Este año va un poco retrasada, respecto a años anteriores, por lo que nos quedan un par de semanas para terminar», explica Samuel Sancho, presidente del consejo regulador. Respecto a las cifras de certificación, hay disparidad «hay empresas que están a niveles del año pasado, pero en las que más les ha afectado las heladas y el pedrisco están por debajo de la pasada campaña», apunta Sancho, que estima que la campaña será entre un 20 y 30% menor, respecto al año pasado, «es complicado todavía saber la cifra definitiva».
«La producción va a descender entre un 20 y un 30%»
En algunas de las 14 empresas certificadas de la D.O. de Melocotón de Calanda registran una producción muy similar a la del año pasado, mientras que en las zonas más castigadas por las tormentas se estima que la campaña será entre un 20 y un 30% menor respecto al año pasado, en los que se alcanzaron los 4,5 millones de melocotón certificado. «El año pasado fue un buen año de climatología, hubo lluvias algún día pero no afectaron, esa ha sido la diferencia respecto a este año». Sobre la venta se mantienen las cifras a nivel nacional e internacional, «en el futuro queremos iniciar nuevas campañas para intentar llegar a sitos donde todavía no nos conocen».
La cooperativa San Miguel de Puigmoreno ha sido una de las más afectadas por las tormentas, «esperamos un año difícil por la pérdida de calidad del productos a causa de las tormentas», lamenta el gerente Óscar Baquero.
Lo que no ha variado de un año a otro es la calidad, «es igual, o incluso mejor», gracias a las condiciones climáticas de las últimas semanas en las que no ha habido lluvias intensas y se han registrado buenas temperaturas se ha conseguido una dureza y un azúcar en el fruto «espectacular», señala Sancho.
Gracias a la innovación la duración de la campaña se ha logrado alargar, primero fue gracias a las variedades de melocotón amarillo tardío, a las que ahora hay que sumar dos nuevas variedades autóctonas del territorio de la denominación. Desde la denominación han estado trabajando con el Gobierno de Aragón, a través del Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), con el que tienen un campo de experimentación en la zona desde hace unos cuatro años. «Hemos conseguido dos variedades para adelantar un poco la producción, y en vez de empezar a mediados de septiembre, ahora lo hacemos entre el 15 y el 20 de agosto», lo que conlleva que estén dos meses más en el mercado.
«El 50% del producto lo hemos tenido que destinar a zumos»
Calanda se encuentra a unos 400 metros de altitud por encima de muchos de los otros municipios que conforman la D.O., por ello las heladas de abril les afectaron especialmente a sus melocotoneros. «Más del 50% del melocotón lo hemos tenido que derivar a zumos y conserva, lo que va a incidir mucho en el precio final que va a cobrar el agricultor». A pesar de esta circunstancia el precio de la campaña está siendo bueno. La cooperativa La Calandina da trabajo a unas 300 personas durante 5 meses, «en verano tenemos más de 180 personas en el campo, que después se reducen a entre 50 y 60 durante la campaña, a lo que sumamos los 120 del almacén»
Con la introducción de nuevas variedades la Denominación quiere tener un calendario de variedades que cumplan con todos los requisitos del sello, «queremos que cada agricultor pueda tener el ciclo completo de producción, desde agosto hasta mitad de noviembre». Asimismo, la prolongación de la campaña servirá también para la incorporación de nuevos agricultores, «tenemos que conseguir que sea una Denominación atractiva, con productos y variedades de calidad que sean únicas y exclusivas de los socios, para lograr el relevo generacional».
Y es que son muchas las cooperativas que están empezando a encontrarse con problemas para conseguir la mano de obra suficiente para realizar el volumen de trabajo que conllevada esta campaña cada temporada. «Nos falta mano de obra tanto para el trabajo de campo como para el almacén», explica Antonio Cerdán, gerente de la cooperativa La Calandina, ubicada en el municipio de Calanda. «Debido a este problema muchos agricultores se están planteando abandonar el melocotón, que requiere mucha mano de obra, por el cultivo del almendro que está más automatizado», señala.
Actualmente durante estos meses de campaña se generan entre 2.000 y 2.5000 puestos de trabajo. Pero desde la Denominación reconocen que en algunas zonas la contratación ha ido más ajustada, a causa de la falta de interesados. «Vamos salvando las campañas, pero vemos que año tras año este problema se repite», explica Sancho, que indica que ya han trasladado esta preocupación al ejecutivo autonómico para que tome medidas que puedan atajar este problema.
«En la cooperativa hemos aumentado el volumen de D.O.»
La cooperativa maellana Fruma prevé terminar la campaña la primera semana de noviembre, ya que con la introducción de nuevas variedades han logrado prolongar la producción unos meses, manteniendo en todo momento los parámetros que exige la marca. A pesar que las lluvias del mes pasado sí que afectaron las variedades que se estaban recogiendo en ese momento, «esperamos aumentar el porcentaje de melocotón Denominación de Origen, con respecto al año pasado». La campaña también tiene repercursiones a nivel laboral, ya que «en la cooperativa estamos 40 personas trabajando durante estos meses».
Aparte de todo esto está la salvaje agresión que hemos y estamos sufriendo los agricultores de Mazaleon por parte de la DGA con una actuación desmesurada de arranque que arruinara al pueblo
Esto bueno para subir el precio.
Este comentario es inapropiado.
Probar los de Urrea de Gaen que son mucho mejores y ecológicos.