Los nuevos médicos bajoaragoneses reclaman soluciones para que el problema no se agrave
Los jóvenes bajoaragoneses estudiantes o recién licenciados en Medicina no reniegan de volver al territorio para trabajar pero reconocen que las oportunidades para continuar formándose o investigando en un hospital pequeño son mucho menores. No obstante, son conscientes de que la tierra «atrae» y que si quieren regresar no tendrán problemas en encontrar plaza. Respecto a las posibles soluciones, no son partidarios de los incentivos económicos por los que aboga el Salud pero sí están de acuerdo con otorgar más puntos en la bolsa. Como medidas previas, apuestan por aumentar la oferta de las facultades para formar a más médicos y después, ampliar las especialidades del MIR. Además de que hay menos plazas que licenciados, éstos compiten con médicos llegados de otros países y los que repiten el examen para lograr más nota.
El masino Carlos Espada tiene claro que una vez termine la residencia quiere volver al Bajo Aragón para trabajar y que empleo como médico no le faltará. A sus 24 años, el de Mas de las Matas se está preparando para enfrentarse al MIR en enero. Dependiendo de la nota escogerá especialidad. El joven reconoce que los hospitales de las provincias de Teruel y Huesca «no atraen» a los médicos porque, en el caso de los MIR, buscan centros grandes que les den mayores garantías para aprender y formarse. «Nos gusta investigar, somos científicos. Después, una vez terminas, muchos ya están acomodados en la capital y no quieren moverse», reconoce. En cuanto a las posibles soluciones, no está de acuerdo con los incentivos económicos pero sí en ofrecer más puntos. «Te aseguras a los nuevos residentes porque no tienen puntos y los necesitan», apunta.
Para Mario Lahoz, los incentivos económicos o de mejor horario suponen «poner un parche» a un problema crónico y un agravio comparativo con los que ya trabajan. Otro de los fallos es ofrecer contratos que se renuevan mes a mes, lo que no ofrece estabilidad. «No tienes nada garantizado por lo que a algunos les sale más a cuenta trabajar menos horas en Zaragoza porque están en casa», comenta el joven de Híjar, que se está preparando el MIR. Precisamente, también critica que cada año se licencian más médicos que especialidades se ofrecen en el MIR. «Nos licencian y después no nos pueden formar para trabajar en la Seguridad Social», comenta.
A sus 20 años, Carmen María Martínez ha terminado 2º de Medicina en la Universidad de Sevilla. Aunque la alcañizana se marchó hasta la capital de Andalucía por iniciativa propia, opina que la falta de médicos se podría solucionar aumentando las plazas en las facultades de Medicina de toda España. «Todos los años se queda mucha gente fuera, es una lástima. Además la nota de acceso es muy alta», comenta Martínez. En cuanto a la falta de interesados en trabajar en los hospitales de fuera de las capitales, reconoce que en parte se debe a la falta de oportunidades para continuar con su formación e investigar.