Están hartos de que DGA y la CHE se desentiendan de la fuga de carpines y critican que no quieran invertir en la solución
La Sociedad de Pescadores de Alcañiz está «harta» de tener que encargarse sola desde hace mes y medio de evitar que miles de peces se escapen de La Estanca cada vez que se abre la compuerta. Tanto Gobierno de Aragón como la Confederación Hidrográfica del Ebro prácticamente se han desentendido del problema más allá de decir que lo están «estudiando» y ya le han dicho a los pescadores que no van a invertir dinero en una solución. Ante esta situación de desamparo la Sociedad se ha planteado colocar una red de contención, una medida que paliaría temporalmente el problema pero que deberán costear económicamente con sus fondos. «Llevamos mes y medio trabajando restando horas a nuestra vida personal y profesional y para colmo, las administraciones que deberían hacerse cargo, nos dicen que no podrán dinero y que nos encarguemos nosotros», comenta Fernando Bosque, miembro de la junta de la asociación.
Respecto a la soluciones, la Sociedad de Pescadores de Alcañiz celebró una asamblea el viernes para debatir sobre las medidas a tomar para evitar la fuga constante de los peces de La Estanca. Finalmente, y tras poner encima de la mesa diferentes soluciones, los pescadores decidieron que la mejor opción era la de comprar una red de contención como las que existen en el mar. De esta manera, se presentó un presupuesto para la red que necesitarían los pescadores, que costará en torno a los 500 euros, y se dio el visto bueno a la medida. Los pescadores señalaron, además, que informarán a la Confederación Hidrográfica sobre la solución acordada en la asamblea y solicitarán permiso para colocarla, lo antes posible, en La Estanca.
Desde hace mes y medio, los peces salen de La Estanca cada vez que se abre el canal de riego y los pescadores se encargan de rescatar los que aún encuentran vivos. Aunque es muy complicado contabilizarlos, calculan que en este tiempo han podido escapar de 20.000 a 40.000 ejemplares.
Más allá del esfuerzo personal de los pescadores, este problema conlleva que el agua que sale de La Estanca para el riego de Alcañiz está sucia por los peces muertos. «¿Es esa el agua que queremos que llegue a nuestras huertas?», se pregunta Bosque. Esta situación se debe a que los peces buscan la salida del tubo de agua de riego como refugio porque la temperatura es idónea y cuando se abre salen a la acequia. Además, coincide en que este año la demanda de agua es diferente a causa de la sequía y se está regando muy cerca de la época invernal. Las instalaciones permiten el paso de los peces desde que se construyeron pero ahora existe una situación anormal, buscan refugio y al mismo tiempo hay mucha concentración de peces.
En la reja ubicada al otro lado de donde sale el agua no se puede actuar porque se sitúa a dos o tres metros de profundidad, por lo que a principios de diciembre acordó hacer un manejo de la suelta de la acequia para generar corriente que los peces detecten para que no los absorba de golpe. No obstante, los pescadores tienen que estar pendientes cada vez que se abre la compuerta, unos 15 días, para rescatar los animales que igualmente se escapan.