Los 57 municipios de la red de los Pueblos más Bonitos de España celebraron el domingo su día con actividades en las que aprovecharon para poner de manifiesto la riqueza y el valor de sus tradiciones históricas. En el Bajo Aragón Histórico son tres las localidades que forman parte de esta asociación, Valderrobres, Calaceite y Cantavieja; y otro municipio, Belmonte de San José ya ha solicitado su admisión. Todos ellos destacan que desde que pertenecen a la asociación han incrementado su número de visitantes aunque ninguno cuenta con datos pormenorizados de la incidencia de la red.
En todas las localidades se izó la bandera de la asociación y en algunas también se leyó un manifiesto. De los municipios bajoaragoneses, el único que organizó más actividades el domingo fue la capital del Maestrazgo. Hubo una visita guiada con el nombre «Un Paseo por Cantavieja: Arquitectura y cultura popular», que contó con una gran asistencia; y entrada gratuita al museo de las Guerras Carlistas. En su caso se integraron en la asociación a mediados de 2014 y por ejemplo, en 2016 consolidaron y mejoraron notablemente su registro de viajeros con un incremento del 18% respecto al año anterior. Más de 28.300 personas pasaron por la Oficina de Turismo atraídos por el rico patrimonio artístico y natural, la buena mesa y el buen hacer de los establecimientos turísticos.
En el caso de Calaceite, su alcalde, José Mª Salsench, califica de «muy positiva» la incorporación a la asociación desde sus inicios, cuando solo contaba con 14 pueblos. En su caso, desde finales de 2012, cuando comenzaron, han hecho caso de las recomendaciones de la auditoría de la asociación. «Hemos colocado más papeleras, construido un parquin, mejorado la señalización y limpiado la Torre de la Iglesia», comenta Salsench.
En la misma línea se muestra el primer edil valderrobrense, Carlos Boné, quien también emplea el calificativo «positivo». «Desde que aparecimos en el anuncio de Ferrero Rocher, que conseguimos gracias a la asociación, hemos crecido mucho», explica. En su caso, al no contar con Oficina de Turismo municipal no tienen datos de visitantes pero comparan los de las entradas al Castillo, que han pasado de 19.000 a 30.000 anuales, pese a que no todos los turistas deciden pagar su entrada.