Aseguran que se puso en riesgo la seguridad al obrar un muro de carga
Los vecinos del bar La Gruta podrían llevar el caso a los juzgados si el Ayuntamiento alcañizano no «actúa». A las reiteradas denuncias por «las molestias provocadas por la música del local y por trabajar sin licencia de actividad y diversos informes desfavorables de la técnico de Medio Ambiente, ahora se une una presunta infracción urbanística.
Esta semana han presentado un escrito al equipo de gobierno y a los grupos de la oposición en el que denuncian que el Consistorio permitió abrir un paso en un muro estructural del edificio en el que se apoyan varios pilares, lo que en su opinión pone en riesgo la seguridad de los vecinos y los clientes. Aseguran que esta obra podría haber afectado a la estructura del edificio y por eso se necesita un proyecto visado por técnico competente y la correspondiente licencia de obras. «Curiosamente, esta dejadez y olvido respecto a los trámites de La Gruta está favoreciendo la actividad del bar. La reposición del estado original del muro convierte la zona interior del local en un zulo, con el peligro que ello representa a los vecinos y los clientes», asegura una de las vecinas de la comunidad de propietarios del número 11 de la calle Alejandre de Alcañiz, quienes reclaman al Consistorio una contestación «rápida» y acorde con la «gravedad de un asunto que afecta a la seguridad de personas».
No obstante, las vecinas desconocen cuándo se realizaron las obras, que podrían datar de 2013 pero también de hace seis años, cuando aún funcionaba como crepería.
La comunidad ha puesto ahora los hechos en conocimiento del Consistorio para que actúe de forma «inmediata» realizando una comprobación urgente de la obra, emita un informe técnico y jurídico de los hechos y en su caso, se restablezca la legalidad reponiendo el muro a su situación original.
Cabe destacar que el local se encuentra junto a una muralla declarada genéricamente BIC, lo que obliga a emitir un informe favorable por la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural previo al otorgamiento de la preceptiva licencia de obras. Además, dentro del local se encuentra un arco gótico que necesita protección y de cuyas obras se debe informar también a Patrimonio. Al respecto, la comunidad ignora si se han emitido dichos informes.
Solo falta un documento
Por su parte, desde La Gruta puntualizan que desde que alquilaron el local en 2013 no han realizado obras en la estructura y defienden que han seguido los pasos que les corresponde legalmente. «Desde el primer día hemos querido respetar y cumplir las normas, tenemos la sensación de que lo único que quieren los vecinos es que cerremos. Es injusto», comentan.
En cuanto al procedimiento, comentan que tan solo les falta por entregar el certificado de aislamiento acústico para que continúe la tramitación. Su punto débil por el que incumplen la insonorización es la pared exterior, con un gran ventanal. Ya han encargado una puerta especial y si con el cambio no llegan a la insonorización que pide la ley, cambiarán los cristales.