El cómico gallego hizo disfrutar al público del Mes de la Comedia de Alcañiz el sábado con su espectáculo 'Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas'
El cómico Luis Piedrahita protagonizó por segunda vez consecutiva el Mes de la Comedia de Alcañiz con uno de sus shows más característicos en el que enseñó al público que la vida es como un hotel: «un sitio en el que vas a estar poco tiempo y tienes que llevarte todo lo que puedas». Los próximos espectáculos del Mes de la Comedia serán 'Indigestos al escenario' de la compañía zaragozana Teatro Indigesto el próximo sábado 16, y el show de Pepín Banzo el 23 de febrero. Ambos a partir de las 20.30 en el Teatro Municipal de Alcañiz.
No es la primera vez que visitas Alcañiz, ¿es un buen público?
Es maravilloso, yo siempre que puedo venir aviso a toda la gente de la productora, de la oficina, para que cancelen todo porque hay que venir a Alcañiz. No hay palabras para definir algo tan bello como la ciudad de Alcañiz y su público, es de los mejores de todo el Bajo Aragón. Habría que inventarlas y no podría hacerlo un «pazguato» como yo, sino alguien talentoso.
¿Cómo definirías tu show actual?
Presento por primera vez en Alcañiz mi nuevo espectáculo «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas», y seguro que se preguntarán: «¿por qué se titula así?», mentes inquietas. No tiene nada que ver con lo que voy a contar. Lo he titulado así porque la parte del cuerpo que más enseña uno cuando se ríe son las amígdalas. Desde el escenario, cuando la gente ríe, siempre veo un jardín rosado y florido de amígdalas húmedas y palpitantes que son mías, aunque no lo sean.
¿Qué supone la risa, el humor para tí?
La risa nos recuerda que algún día fuimos felices. Que haya espectáculos de humor, que la gente se ría es importantísimo. Yo creo que el humor, junto al amor, hace que la vida sea soportable. Sino hubiera humor y amor la vida no sería llevadera. Sería mucho más áspera. Funciona como un lubricante que evita el escozor.
Eres humorista, ilusionista, escritor, guionista, director… ¿con qué disfrutas más?
Con todo. Son todas las cosas que siempre me ha hecho ilusión hacer, desde pequeñito, cuando decía «Me gustaría hacer todo y no tener que elegir», y he tenido la suerte de poder cumplirlo. Es una decisión que aunque uno la tome no está en su mano. El público debe renovarte el contrato.
¿Qué te parecen este tipo de iniciativas como el Mes de la Comedia?
La risa nos recuerda que un día fuimos felices. Que haya espectáculos de humor, que la gente se ría es importantísimo. Tiene mucho valor además que cada espectáculo sea muy distinto al anterior: tenemos desde monólogos, clown, teatro… Es fantástico que la gente pueda padalear y saborear las distintas formas que tiene la comedia.
¿Cuál es el objetivo de este espectáculo?
Espero que la gente salga mejor de lo que entró en el teatro, con eso me doy por contento. Que uno entre, deje sus preocupaciones y problemas fuera por un rato, que ría, y que a lo mejor, si hay suerte, se lleve de aquí alguna herramienta para enfrentarlas en el futuro. Para que todos esos problemas se desactiven, se entiendan mejor, se distancien, y se hagan más llevaderos. Para eso sirve el humor.