Luz verde a un plan nacional que apuesta por hacer más sostenible la ganadería intensiva

La Conferencia Sectorial de Agricultura, presidida por el ministro del ramo, Luis Planas, ha aprobado este lunes un programa específico de controles de las explotaciones de porcino «para garantizar una aplicación efectiva y homogénea del real decreto de ordenación de las granjas porcinas intensivas, aprobado en 2021». El propio Planas ha destacado el amplio consenso alcanzado en la elaboración de un programa que, apuntó, recoge la mayoría de las sugerencias aportadas por las comunidades autónomas».

«Se trata de la primera vez que se aprueba un plan de este tipo, que implica inspeccionar a las explotaciones porcinas para comprobar que se cumplen los requisitos que dieron lugar a su autorización», han informado fuentes del Ministerio. El programa, han añadido, «se configura como un mecanismo de coordinación con las comunidades autónomas, que son las autoridades competentes para garantizar el cumplimiento de esta normativa en sus respectivos territorios».

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, destacó antes de participar en la reunión la importancia del sector porcino en la Comunidad, de ahí su interés en «adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que la ganadería intensiva sea sostenible desde un punto de vista social y económico, pero también medioambiental».

Según han precisado desde la DGA, el sector porcino en Aragón en el conjunto de su cadena de producción porcina, que engloba actividades de construcción de instalaciones, producción de piensos, trabajo en granjas, transportes, sacrificio, industria agroalimentaria, sanidad, reproducción, distribución, carnicerías y administración, genera 21.107 empleos de trabajo directo a tiempo completo en todo el territorio de la Comunidad. La población empleada en el sector hace 10 años (periodo 2011 a 2021) era de 11.969, lo que supone un incremento del empleo en 176%.

«La creación de 10.000 empleos en los últimos diez años es una cifra muy destacable por sí misma, pero además pone en consonancia la importancia social de la ganadería intensiva en el medio rural, puesto que es aquí donde se concentra la generación de estos puestos de trabajo», reseñó Joaquín Olona.

De hecho el sector porcino, incidieron fuentes del Ejecutivo aragonés, es uno de los sectores que más mano de obra directa genera en Aragón, permitiendo consolidar en el medio rural a una parte importante de su población y ayudando a fijar mano de obra indirecta en el sector servicios. El 58% de las 4.000 explotaciones que hay en Aragón, precisaron desde la DGA, se ubican en municipios de menos de 1.000 habitantes, por lo que «su contribución a la lucha contra la despoblación y al desarrollo rural es determinante».

Industria agroalimentaria

Aragón ha mejorado claramente su posición en la industria agroalimentaria porcina, apuntaron asimismo desde el Departamento que encabeza Olona al señalar que se ha pasado de sacrificar y despiezar 2,8 millones (el 30,48% de los cerdos producidos), a procesar más de 10,5 millones de cerdos, un 66,79% de los producidos en 2021. «Hace diez años tan solo se transformaba un tercio de la producción, mientras que en estos momentos estamos transformando dos tercios y con expectativas de que esta cifra siga aumentando en los próximos años, incrementado de esta forma la creación de valor añadido en la Comunidad», indicó el consejero de Agricultura.

La producción final del porcino en Aragón en 2021 fue de 1.964 millones de euros. El número de animales destinados para sacrificio durante el año pasado fue de 16,29 millones, que produjeron 1,55 millones de toneladas de carne. Esto supone un incremento, respecto al año anterior, de aproximadamente un 6%, tanto de animales como de producción de carne.

Olona señaló también que el principal reto en el sector poprcino es conseguir que la gestión de los purines pase de ser un problema a su conversión en fertilizante. «Debemos seguir dando pasos en ese sentido», dijo antes de reconocer que otra amenaza importante es la peste porcina africana, sobre las que hay que estar alerta ya que su llegada podría ser letal para el sector.