El alumno del colegio Alejo Lorén de Caspe ha sido el ganador del concurso de relatos de Navidad de Radio La COMARCA
El joven caspolino de 10 años Marcos Lara ha sido el ganador del concurso de relatos de Navidad organizado por Radio La COMARCA. El cuento de este estudiante, que cursa 5º C en el colegio Alejo Lorén de Caspe, ha sido seleccionado entre más de medio centenar de relatos procedentes de una decena de colegios de todo el Bajo Aragón Histórico. El joven visitó los estudios de la radio y tuvo la oportunidad de leer su cuento.
Marcos, que es un gran aficionado a la lectura, presentó una historia que introducía elementos de la actualidad como el drama de los refugiados por la guerra en Siria. Precisamente este fue uno de los elementos que destacaron los propietarios de las librerías alcañizanas Miguel Ibáñez y Santos Ochoa y de la valderrobrense Serret, que fueron el jurado especializado encargado de seleccionar el ganador. Miguel Ibáñez, Eugenio Ramo y Octavi Serret destacaron que se trataba de un relato bien escrito, sencillo y que se aleja de los tradicionales cuentos en los que Papá Noel es el protagonista.
Gracias a este premio, Marcos Lara podrá viajar en compañía de su familia a Territorio Dinópolis. Además, el colegio Alejo Lorén recibirá tres lotes de cuentos de las tres librerías participantes en el concurso. «Nos pareció una buena actividad que ayuda a fomentar la lectura y también para desarrollar conceptos como solidaridad o tolerancia», explicó David García, profesor de Marcos. Precisamente la participación de este centro educativo fue notable, ya que se presentaron más de 30 cuentos decorados con numerosas ilustraciones.
«Mi Cuento» de Marcos Lorenz (CRA Ariño-Alloza), «La Navidad desaparece» de Rosa Lucía (CRA Fabara-Nonaspe), «El Peluche de la Navidad» de Iker Palos (Virgen del Pilar de Calanda), «Cuento de Navidad» de Laura Ibáñez (CRA Matarraña), «El sueño de la Navidad», de Marcos Lara (Alejo Lorén de Caspe) «Las Navidades en Samper» de Natalia Mur (CRA Bajo Martín), «Por si las moscas» de Carlota Navarro (CEIP Juan Lorenzo Palmireno de Alcañiz), «La Navidad y los copos de nieve» de Noemí Gascón (CEIP El Justicia de Aragón de Alcorisa), «Cuento Navideño» de Lydia López (Gloria Fuertes de Andorra) y «Un niño iraquí» de Raúl Villaroya (colegio La Inmaculada de Alcañiz) han sido los 10 relatos seleccionados.
El sueño de la Navidad (cuento ganador)
No sé si lo soñé o paso de verdad… Era una fría mañana de invierno, 23 de diciembre de 2016. Teníamos que jugar un partido de fútbol: El partido.
Mis amigos y yo estábamos nerviosos, contentos y helados de frío. Teníamos muchas ganas de jugar ese partido, sobre todo, Jacob, un compañero de 10 años. Era alto, delgado, moreno, ojos marrones, pelo castaño y un poco largo. Hacía poco que jugaba con nosotros, ya que había venido huyendo las guerras que había en su país.
No tenía amigos, aún no tenía confianza con nosotros. Sin embargo le encantaba el fútbol, además jugaba muy bien. Sabíamos que gracias a él, íbamos a ganar el partido.
Salimos al campo.
-¡Ánimo chicos!- gritaba el público desde la grada.
Empezamos a jugar.
-Todos a su posición- gritó el entrenador.
Era un partido difícil. El otro equipo era muy bueno, pero nosotros también lo éramos, ya que habíamos llegado a la final. Jacob estaba haciendo un partido espectacular. Había marcado cuatro goles, pero estábamos empatados 4 a 4, quedaban solo 10 minutos para el final. Fue entonces cuando algo extraño sucedió en el cielo. Se cubrió de nubes muy negras y unos relámpagos y truenos enormes empezaron a sonar. De repente, sin darnos cuenta, Jacob estaba tumbado en el césped, sin moverse. Todos corrimos hacia él. Estábamos asustados pensando que algo le había pasado.
-Jacob, Jacob ¿estás bien?- le gritamos todos.
-Contesta, di algo.
Mientras tanto los relámpagos y truenos seguían sonando y empezó a llover muy fuerte. A pesar de ello, el partido debía continuar. El árbitro dio la orden para seguir jugando. En ese momento, una luz nos iluminó a todos. Eran los focos del campo que acaban de encenderse. Esas luces bastaron para darnos cuenta de que Jacob estaba realmente asustado por los rayos y truenos. Esos sonidos le habían recordado a las bombas que tanto daño le había hecho.
No ganamos el partido. Jacob se fue llorando y muy triste. El día 24 de diciembre lo pasamos con él y su familia. El 25 de diciembre, me desperté y muy feliz. No sé si lo soñé o pasó de verdad, pero esa Navidad me sentí muy contento de tener una familia y unos amigos buenísimos. Que ganar o perder un partido no es lo más importante y que ayudar a los que sufren y hacer que sean más feliz también forma parte de EL SUEÑO DE LA NAVIDAD.