La baja natalidad aumenta la brecha entre estudiantes del medio rural y de las ciudades. Los nuevos itinerarios de Bachillerato impulsados por la nueva Ley de Educación aprobada por el Gobierno de España en diciembre de 2020 podrían incrementar esas desigualdades pese al esfuerzo de la Administración Autonómica por cubrir las demandas de los alumnos.
Con esta reforma las tres modalidades de Bachillerato existentes se convierten en cinco: Ciencias y Tecnología; Humanidades y Ciencias Sociales; Artes en rama de Música y Artes Escénicas; Artes en rama de Artes Plásticas, Imagen y Diseño; y el llamado Bachillerato General. Ante tal diversificación algunos de los centros del medio rural dudan de la viabilidad de la propuesta por el descenso progresivo de alumnos que han experimentado en los últimos años. La cifra mínima para poder abrir un nuevo grupo de Bachillerato en los centros educativos de la comunidad autónoma es de 10 alumnos, aunque en el medio rural existen excepciones.
Es el caso del IES Pablo Serrano de Andorra que en los últimos 6-7 años ha pasado de tener 90 alumnos de Bachillerato a contar con medio centenar en este curso. Desde el centro ven «con reservas» esta reforma, a falta de «conocer y estudiar bien» la información. El instituto cuenta ahora mismo con dos modalidades de Bachillerato, la de Ciencias que tiene 31 alumnos y la de Humanidades y Ciencias Sociales con 20 estudiantes. La implementación de nuevas vías podrá incluso «mermar las ya existentes» por la imposibilidad de cumplir con el ratio de alumnos por clase. «Partimos de una realidad y es que demográficamente las zonas rurales no ganan población sino que la están perdiendo. El número de alumnos que cursan Segundo de Bachillerato comparativamente es menor en los últimos años. Lo que puede ocurrir si se ofertan más modalidades es que tengamos dificultades para cubrir las diferentes optativas y materias que se oferten» ha explicado Pilar Peralta, jefa de estudios del centro andorrano, que ha matizado que esta diversificación podría «desvirtuar» los itinerarios que han funcionado hasta ahora.
Es por eso que desde los centros exigen información clara y sobre todo que esta sea consensuada. «La reforma tiene que pasar por la coordinación pedagógica, por los claustros y que seamos nosotros los que veamos las posibilidades de que se nos adjudiquen nuevas modalidades», ha recalcado Peralta. Una vez se vayan publicando las ordenes la labor del centro será «estudiaras en profundidad» y ver el alcance que tienen en la realidad más cercana, atendiendo a los recursos disponibles. De momento el proceso «es una incógnita». Para el nivel de Bachillerato el centro se alimenta tanto de sus propios alumnos que promocionan 4º de la ESO como también de estudiantes del centro de Alcorisa. «Es muy difícil ahora mismo tener una previsión. También tenemos incógnitas de como van a titular los estudiantes de Cuarto. Hay muchos factores que se tienen que resolver en muy poco tiempo», ha matizado la jefa de estudios.
Lo que está claro es que la opinión pública- tanto padres, docentes y comunidad educativa en general-, es «muy sensible» a esta situación de transición que se está dando ya a partir de este curso 2021-2022. De momento la normalidad es un hecho en el IES Pablo Serrano de Andorra en cuento al desarrollo de las clases. La plantilla de profesores está cubierta desde el primer día y no ha habido ninguna anomalía que haya retrasado la planificación académica ni el desarrollo de la misma, algo que celebran desde el centro.
El IES Fernando Lázaro Carreter de Utrillas enfrenta una situación más grave aun para poder cumplir con las ratio necesarios en el caso de implementar los nuevos itinerarios de Bachillerato. En este curso 2021-2022 el centro cuenta con 11 alumnos en la Modalidad de Ciencias y otros 6 en Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales. «Es una clara desventaja de nuestros alumnos del medio rural. Los estudiantes de las ciudades sí que van a poder elegir un itinerario u otro de acuerdo a sus necesidades y gustos ya que hablamos de cifras mucho mayores. Nuestro alumnado del medio rural esta muy limitado con respecto a optativas ya existentes del Bachillerato. Muchas veces se quedan sin poder cursar la optativa que desean. Es algo que ya está pasando», ha argumentado Chuan Burriel, jefe de estudios del centro utrillense.
En principio las necesidades de este centro para las dos modalidades que ya existentes están cubiertas, aunque en el caso de centros del medio rural a veces se deja «manga ancha» por parte de la administración para el funcionamiento de optativas aunque no se cumpla la ratio de alumnos estipulada. En todo caso la implementación de los nuevos itinerarios necesitaría un análisis pormenorizado dependiendo de la situación de cada centro. «Realmente no tenemos información real y directa para ver finalmente que optativas vamos a tener en los centros y qué disposición hay por parte del Departamento de Educación», ha añadido Burriel.
Para cubrir las optativas además de contar con los alumnos necesarios también se debe contar con los docentes necesarios. El caso de Calamocha con la asignatura de Griego es paradigmático y podría ser un adelanto de lo que les espera a los alumnos del futuro. La profesora de Griego no puede compaginar todas las horas de 1º y 2º y Educación ha propuesto -ya que no hay obligación de hacer grupo- que una de las horas la hagan a distancia vía internet, más una hora de apoyo presencial. Una solución que no convence ni a las familias ni a la docente. «Lo lógico y normal hubiese sido darles clase presencial. Dos alumnos están cursando Griego a distancia y están en desventaja con respecto a los alumnos de un instituto de Teruel que con 2,3 o 4 alumnos están cursando el Griego de forma presencial», ha explicado la docente Sonia Hernández.
Desde Educación rehúsan pronunciarse sobre estas preocupaciones de la comunidad educativa del medio rural y recuerdan el esfuerzo que están haciendo por mantener grupos minúsculos sin cumplir con la ratio. La Comunidades Autónomas todavía están estudiando la nueva Ley de Educación y pueden aportar sus valoraciones antes de que el Ejecutivo tome la decisión final. En todo caso se espera que la norma entre en vigor el próximo año académico en los niveles impares y el siguiente en los pares.
A falta de mayor concreción la norma se pronuncia sobre este problema en su artículo 34 ‘Organización general del Bachillerato’. En el escrito consta que los alumnos y alumnas podrán «elegir entre la totalidad de las materias de modalidad establecidas» y «solo se podrá limitar la elección de materias y vías por parte de los alumnos y alumnas cuando haya un número insuficiente de los mismos, según los criterios objetivos establecidos previamente por las Administraciones educativas». El escrito añade además que cuando la oferta de materias en un centro quede «limitada por razones organizativas», las Administraciones educativas facilitarán «que los alumnos y alumnas puedan cursar alguna materia en otros centros o mediante la modalidad de educación a distancia».
Tropezientos profesores o X dando tropezientas asignaturas de 1/2 hora o 1/4.
Los del ministerio, no paran de cavilar tontadas para acabar con la educacion pública, y de paso con la España Vaciada.