El Gobierno de Aragón comenzó hace tres años con la estrategia Aragón Circular y ya hay 167 empresas e instituciones adheridas. Cada semana mantienen varias reuniones para acompañar en la puesta en marcha de proyectos que optimicen recursos y prolonguen el ciclo de vida de los productos. El encargado de gestionar la estrategia es Miguel Luis Lapeña, director general de Planificación y Desarrollo Económico.
¿Qué es la estrategia Aragón Circular?
Nace en enero de 2020 contando con todos los agentes sociales, las principales empresas, la Universidad y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP) para establecer de manera transversal en el sector empresarial y en la administración local la economía circular. Es decir, pasar de un modelo totalmente lineal en el que pensábamos que los recursos eran delimitados a un modelo basado en la nueva economía donde los recursos se optimizan y se prolonga el ciclo de vida del producto a través del ecodiseño generando un desarrollo socioeconómico y reduciendo los impactos ambientales. Todo ello a través de la I + D.
¿Qué balance realizan de estos tres años?
Es positivo por la implicación del sector empresarial y las administraciones locales. En Teruel ya tenemos a cinco empresas con el sello Aragón Circular y las líneas de ayudas de I+D+i nos han permitido llevar a cabo 29 proyectos empresariales con una inversión de 34 millones de euros y la creación de 100 puestos de trabajo. En formación, la ciudad de Teruel acoge por tercer año consecutivo el curso de experto en economía circular.
¿Qué potencialidades tiene Aragón para la economía circular?
Aportamos estabilidad, el liderazgo de las empresas y el diálogo y la colaboración con agentes sociales, otras administraciones, la FAMCP, la universidad y los centros tecnológicos. Ya son 167 las empresas e instituciones que están adheridas a la estrategia y, además muy trasversales. En la primera convocatoria del sello tuvimos 101 solicitudes de 16 sectores económicos.
Traduzca los números en proyectos concretos, cite a alguna empresa a la que hayan ayudado.
El grupo maderero Finsa, el consorcio del aeropuerto de Teruel y el Grupo Arcoíris tienen el sello, participan en las líneas de I+D+i y, sobre todo, generan empleo en el territorio, que es nuestro principal objetivo. Buscamos el fomento de la especialización, los incentivos, la visibilidad, el reconocimiento y los propios indicadores.
¿Qué debe tener una empresa para recibir el sello de Aragón Circular?
Hay que destacar que de las 72 empresas con el sello en la primera convocatoria, 44 son pymes. La nueva convocatoria está abierta hasta el día 3. Se tiene en cuenta el ecodiseño, la formación, las buenas prácticas, el ciclo de vida del producto, el personal,… Desde el departamento estamos a su disposición para acompañarles en el proceso.
La economía circular como concepto es nuevo, ¿les toca ir a buscar a las empresas o ya les conocen?
Son las empresas las que nos llaman porque llevamos tres años trabajando y se han realizado muchas jornadas por todo el territorio y colaboramos con las organizaciones empresariales. No hay semana en la que no tengamos dos o tres reuniones por proyectos de inversión, formación o acompañamiento. Hemos generado una cultura y las empresas ya la están aplicando independientemente de su tamaño. Saben que en el siglo XXI tienen que estar alineadas con la sostenibilidad.
¿Es más fácil ese cambio de chip en las empresas nuevas que en las que llevan años trabajando igual?
Tenemos las dos tendencias. Ya hay varias empresas que se están implantando en Aragón con proyectos de economía circular como Thermowaste, en Ariño. También las que llevan muchos años están adaptando sus estrategias a la circularidad. Desde el diseño del producto, la reutilización, la reparación o la información al consumidor. Podemos estar satisfechos del esfuerzo que están haciendo.
Citaba a Thermowaste que se ha instalado en la antigua mina de Samca en Ariño con una innovadora planta de ensamblaje de equipos para reciclar basura doméstica, ¿en qué les han ayudado?
Llevamos trabajando desde hace dos años y ya tienen la declaración de interés autonómico para reducir plazos administrativos y ambientales. Aragón tiene una importante estructura de acompañamiento al emprendedor, a la apertura de nuevas líneas en negocios ya asentados o para empresas que quieren venir. Son continuos los proyectos que están viniendo y eso se consigue con estabilidad y diálogo. Eso sí, no los anunciamos hasta que la empresa decide.
Habrá empresas o sectores que llevan toda la vida trabajando la economía circular sin saberlo como por ejemplo las del Jamón de Teruel
Es cierto. El sector porcino en Teruel aprovecha prácticamente todo y es un referente. Ahora el reto es el tratamiento de los purines pero se está haciendo bien de la mano del Gobierno de Aragón. Arcoíris es un grupo referente que mantiene muchos puestos de trabajo y con una importante vertiente social con la residencia de Valderrobres. Con otro proyecto, el Plan de Impulso la Economía Social llevamos a cabo formación a las cooperativas a través de Caja Rural de Teruel y las que obtengan el sello tendrán una ayuda de 1.000 euros para los trámites por haber realizado la memoria.
El reto como ciudadanos es consumir nuestros propios productos, ¿estamos concienciados?
Los ciudadanos tenemos un papel clave consumiendo productos y servicios de proximidad que son los que generan arraigo en el territorio. Ahora el consumidor tiene mucha más información y sabe de dónde procede el producto y valora que, aunque sea un poco más caro, genera unos valores sostenibles.
¿Quizá somos más sensibles en la alimentación pero aún nos cuesta en otros productos?
El sello de Aragón Circular también nació para dar visibilidad y posicionamiento a las empresas que están liderando la economía circular. La nueva ley de contratación pública de Aragón que se va a probar muy pronto recoge que las empresas que tengan el sello obtendrán mayor puntuación en los criterios de contratación públicos. Muchas empresas ya valoran criterios de circularidad en sus contrataciones.
Son constantes las críticas a la continuación del modelo energético extractivo con la implantación de las renovables, ¿qué opina?
Es un reto que tenemos y los objetivos estratégicos del Gobierno de Aragón se dirigen a que la energía que producimos se quede en el territorio y que no seamos un lugar de paso de autopistas energéticas para otras comunidades.
Este chiringuito no lo conocía. La imaginación de los que viven del presupuesto público es infinita.