Una serie de casualidades, las amistades y la búsqueda de un cambio de vida fueron algunos de los factores que hicieron a Silvia Beser y Miguel Ventura tomar la decisión de mudarse a Valdeltormo. Ambos proceden de Barcelona, y tras estar viviendo un tiempo en Alcañiz, el pasado 1 de marzo del 2020 decidieron dar este cambio en su vida. «La pandemia nos ha hecho ver que igual tenemos que valorar otras cosas. Ahora tenemos una mejor calidad de vida y vivimos más tranquilos», comenta Silvia.
Para Miguel, el cambio de vivir en una ciudad, como había hecho hasta entonces, a un pueblo fue un poco costosa. «He vivido prácticamente toda mi vida entre Barcelona y Ámsterdam, que son ciudades muy activas y grandes. Además mi familia no tenía pueblo y nunca había veraneado en uno como hacían mis amigos. Mi primer contacto fue cuando me vine aquí», expone.
Actualmente, Miguel se desplaza a diario hasta su puesto de trabajo en Gandesa; y Silvia estudia a distancia. Ella afirma que la mejora de las conexiones es, además, una gran ventaja para poder seguir formándose desde la localidad.
Además, planean formar una familia en el futuro. «Aquí están mucho más cuidados que en una ciudad, tienen más libertad, la educación es distinta… Como padre puedes estar más tranquilo porque sabes que tu hijo siempre va a estar muy bien cuidado».
La pareja destaca también la gran acogida y ayuda por parte de todos los vecinos: «se preocupan por nosotros, de hacernos ver que, si estamos a gusto, no tendremos nunca ninguna razón para irnos».