Miguel Casanova Rodríguez desciende de Valdealgorfa y es el director de Milkshake Express, el Mejor Corto en Aragón.
Miguel Casanova (Zaragoza, 1992) consiguió el galardón en la última ceremonia de los Premios Simón, nombre alusivo a la película de Buñuel, Simón del desierto. La Academia del Cine Aragonés (ACA) reconoció la labor de un joven equipo que invirtió años en atreverse en sacar adelante una historia de política, políticos, escándalos, ruedas de prensa, familia y poder. Casanova desciende de Valdealgorfa, pueblo en el que está involucrado también con un proyecto de cine, y ya está inmerso en nuevos retos como la escritura de su primer largo. Con el subidón del premio reposado conversamos con él, un joven con los pies en el suelo, las ideas muy claras y con la firme intención de dedicarse al cine.
Paula Ortiz, la triunfadora de los Simón con La Novia, guió sus primeros pasos en guión en Zaragoza cuando Casanova era un adolescente. Ahora vive en Madrid porque «dedicarse a este mundo y vivir en casa no es compatible». Con todo, rueda en Zaragoza y así piensa seguir haciéndolo con o sin ayuda. Habla de sus compañeros, de los jóvenes que vienen «pisando fuerte» siguiendo la estela de genios aragoneses como Buñuel o Saura. Por ello, avisa de la necesidad de un apoyo institucional firme. En verano regresará a Valdealgorfa para continuar con Plot Point, un proyecto en el que ya participó el año pasado en su inauguración.
¿Cómo sienta recibir el Premio Simón al Mejor Cortometraje por Milkshake Express?
Ha sido una alegría sobre todo por el reconocimiento al equipo y al reparto por un trabajo de varios años y muy alargado en el tiempo. Tampoco deja mucho tiempo para pensar porque disfrutas del momento, de la alegría, pero ya enseguida tienes que seguir adelante con lo demás. Además, fue una sorpresa. No te lo esperas porque piensas que siempre es algo que solo le pasa a los demás. Había trabajos muy buenos nominados con nosotros.
Lo que se vio el viernes en la gala es el momento dulce pero detrás hay mucho trabajo. ¿Cuánto tiempo hay detrás de Milkshake Express?
Desgraciadamente hacer un cortometraje cada vez cuesta más sea de las dimensiones que sea. Este, doblemente, porque desde el principio sabíamos que iba a ser un trabajo de grandes dimensiones, algo que no era buscado pero era lo que pedía la historia. Cuando estás hablando de lujos y masas de gente, es algo que hay que recrear sí o sí. Empecé a escribir el guión en octubre de 2012 en 2º de carrera y lo terminé en verano de 2013. Ese mismo octubre rodamos un tráiler para sacar financiación, hasta enero de 2015 no rodamos y, hasta el verano pasado no lo estrenamos. En ese tiempo hubo que reescribir el guión, revisarlo mucho, pedir opiniones y buscar la financiación, que fue lo más largo. Por todo esto, que este trabajo se vea reconocido, es una maravilla.
La historia habla de política, corrupción y poder. Habrá incomodado a más de uno…
Yo creo que sí pero no puedes pretender rodar este tipo de historias y que luego te den una palmadita en la espalda. Ha habido ciertos rechazos hacia el corto que achacamos al tema pero ya lo sabíamos y no es razón para no hacerlo, al contrario. Creo que era necesario rodarlo porque la gente está cansada. Yo sentía que era el momento de hablar de ello y de hablarlo a lo grande y desde Aragón, si pudiera ser.
Esta semana (el martes) se conmemoró el día de la Libertad de prensa y uno de los personajes es una periodista. ¿Qué peso tiene en la historia?
En el corto expresamos diferentes puntos de vista sobre el tema y además del político, está el de que quienes no tienen que ver directamente con ellos como puede ser la familia. Este papel está representado por la hija de la presidenta. Otro punto de vista es de la periodista y es muy importante porque estamos en tiempos difíciles en los que muy pocos periodistas se pueden permitir decir abiertamente lo que piensan del tema. Nosotros intentamos tener esa libertad de expresión para hablar y luchar contra lo que denuncia el corto. Pero no creo que este asunto sea cuestión de opiniones y de estar a favor o en contra porque a nadie le hace gracia que la gente a la que hemos elegido en las urnas nos esté robando. Hemos tenido la libertad de expresión para poder hablar de lo que nosotros queríamos.
Si el Simón sienta bien, ¿cómo sienta que actores reconocidos hayan confiado en uno siendo tan joven?
Fue un lujo absoluto. Un regalo. A gran parte los conocía y había trabajado En el nombre del miedo, un corto anterior. Que tengan una fe ciega en ti y estén dispuestos a hacer lo que les pidas, es un regalo. Sandra Martín, la hija de la presidenta, tiene una carrera muy corta pero su primera película fue La Gran familia española de Daniel Sánchez Arévalo y contar con ella fue casi el mayor de los regalos. He tenido a actores de la tierra como María José Moreno que tiene a sus espaldas una trayectoria increíble. Todo esto lo hace más ágil a la hora de contar la historia, de ensayar, de rodar y de crear los personajes. Ellos no tienen reparo en confiar en gente que está empezando como yo y en gran parte del equipo, que también es bastante joven. Esta confianza dice mucho de ellos y de su profesionalidad y estamos profundamente agradecidos.
¿Qué vida le espera a Milkshake Express?
Lo estamos moviendo por festivales. Ganar premios es un reconocimiento pero el objetivo es que lo seleccionen y lo nominen para que la gente lo vea y se conciencie, por un lado, del mensaje que queremos transmitir, y por otro, que se nos oiga como un equipo de cine. Ahora estamos pendientes de varios festivales. Esa es la vida que tiene que seguir y que visite el mayor número posible es lo mejor que le puede pasar a un cortometraje.
Los propios Premios Simón se van consolidando en su quinta edición. ¿Cómo se aprecia?
Es la tercera gala en la que he estado y se ve un progreso tremendo en la gala y también en todas las labores de la ACA (Academia del Cine Aragonés) que ha presidido hasta ahora José Ángel Delgado de una forma maravillosa con su equipo. Es muy bonito ver ese progreso y, precisamente, haber estado nominado en la gala que, para mi gusto, mejor ha ido, con la actriz Irene Alquézar de presentadora, que lo hizo de maravilla. Ojalá haya muchos años más como este e incluso, mejor. Esta progresión está relacionada a que cada vez hay mejor material y se están haciendo más películas en Aragón. Hablo de largometrajes, que es algo muy difícil de sacar adelante. Paula Ortiz está en otro nivel pero ella lo ha hecho y también gente como Pablo Aragüés (Novatos), Alejandro Cortés (Refugios) o Miguel Ángel Lamata que estará el año que viene (Nuestros amantes, pendiente de estreno). Todo ello favorece a que la ACA vaya creando esta voz que creo que se está empezando a escuchar en muchos sitios.
Uno de los proyectos en Cultura del Gobierno de Aragón es apoyar y promocionar la Comunidad Autónoma como escenario y lugar de cine. ¿En qué situación está el cine en esta tierra a nivel de apoyo institucional?
Creo que la parte triste es que todo aquel que se quiere dedicar a este mundo lo tiene muy difícil para residir en Aragón. Aragón siempre ha sido una tierra de cine con gente tan reseñable como fueron Buñuel, Borau y Saura, uno de cada provincia. Hay talento, escenarios y gente que viene a rodar. El Gobierno de Aragón siempre está diciendo que lo apoya y espero que esta vez sea la de verdad pero al final, todo se reduce a lo mismo, a que somos un bien de segunda necesidad. Javier Macipe, por ejemplo, es muy joven y este año fue nominado al Goya, y como él, va a venir más gente detrás y espero que de una forma imparable y que por fin nos hagan caso y que se reivindique que Aragón es tierra de cine y que como tal debería verse.
¿En qué cifras de empleo se movió Milkshake Express?
El reparto fue de 9 actores y en el equipo completo hemos estado más de 50 personas sumando todas las fases (música, montaje, etc.). Un día en rodaje estuvimos 40. Para un largo, ni hablamos, son muchas más. Con esto se demuestra que por falta de interés no es y que hay mucha gente interesada en trabajar en este sector y que además, está más que de sobra preparada. Ilusión tampoco falta, solo falta ese apoyo institucional sólido.
¿En qué estás trabajando ahora?
En varias cosas. Escribo para otra gente varios proyectos, entre ellos, una película de terror en inglés para una directora holandesa. También estoy escribiendo lo que pretendo que sea mi primera película, al menos, es mi primer guión de largometraje y forma parte del Máster que estoy cursando a la vez, y tengo un pequeño corto que me gustaría rodar antes del final de verano.
¿Se puede saber alguna pista sobre la película que preparas?
Estoy en mitad del proceso de escritura pero son tres puntos de vista diferentes de tres personajes enmarcados en el 15-M aunque no es una película política ni trata del movimiento, pero los acontecimientos sucedieron en el 15-M en Zaragoza. Son tres hombres unidos por un accidente, un hecho terrible que les hará enfrentarse entre ellos y con ellos mismos.
¿Vives en Madrid pero volverías a rodar a Zaragoza?
Sí. Todos los profesores que voy teniendo en la vida, sobre todo de guión, siempre hablan de que a la hora de elegir personajes y lugares uno debe recurrir a lo que conoce. Alguien de Madrid siempre rueda en Madrid y puede parecer que es porque es la capital pero es que, a fin de cuentas, es donde ha vivido siempre. Yo he vivido en muchos sitios pero, sobre todo, en Zaragoza y es una ciudad a la que tengo muchísimo cariño. Se han hecho cosas pero se ha rodado poco íntegramente en Zaragoza y sería una oportunidad de rodar en mi ciudad y sería también algo nuevo porque al hablar de 15-M el pensamiento se va directamente a Madrid o Barcelona. En Zaragoza también hubo movimiento y sería muy interesante, si puedo hacerlo, explicarlo en mi ciudad. Es un añadido a la película porque, de pronto, ver algo que se hace en Zaragoza ya le hace tener un motivo. Recuerdo cuando Icíar Bollaín eligió Toledo para rodar Te doy mis ojos, resultó algo muy chocante que una historia como aquella no sucediese en una gran ciudad. Creo que cuando vas a lo particular, sea en lo que sea, todo es mucho más llamativo para todo el mundo.
Valdealgorfa y la Escuela de Cine Un perro andaluz
Cómo empezó tu historia con el cine?
Tuve la suerte de que cuando cursaba 4º de ESO se abrió en Zaragoza la Escuela de Cine Un perro Andaluz para niños, adolescentes y adultos. Iba los fines de semana. La dirige Leonor Bruna, a la que tuve de profesora, y también tuve a Paula Ortiz, que fue mi primera profesora de guión y la que me metió el gusanillo de escribir. Cuando terminé Bachiller me fui a estudiar cine a la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña). Estuve cuatro años e hice la especialidad de guión. Al terminar me fui a Madrid donde el año pasado hice un curso intensivo de dos meses en la ECAM (Escuela de Cine y Audiovisual de la Comunidad de Madrid) con Daniel Remón (Cinco metros cuadrados) sobre guión. Este año estoy terminando un Máster de la Universidad Carlos III y el trabajo final es escribir la película.
La mitad de tu sangre es valdealgorfana, ¿qué significa Valdealgorfa?
Muchísimas cosas. Allí pasé buena parte de mi infancia. De hecho, a los cinco años empecé a tocar el tambor y seguí hasta hace dos. Tengo mi grupo de amigos de siempre, mi peña y todo porque es un sitio al que me encanta ir. Mi padre (el historiador Julián Casanova) está íntimamente relacionado con su pueblo porque es como su refugio y le apasiona.
¿Para cuándo la próxima visita?
Nunca he necesitado excusas pero desde que estoy fuera me es más complicado ir. En los últimos años he encontrado la excusa perfecta porque Santi Sáenz lleva a cabo en conjunto con el Ayuntamiento de Valdealgorfa un proyecto llamado Plot point para proyectar cortometrajes. Es un mini festival que inauguramos el año pasado con una proyección de Milkshake Express y este año habrá segunda edición y espero que vengan muchas más, además, el Ayuntamiento acogió positivamente la propuesta y Santi Sáenz es una máquina imparable de promover la cultura.
¿Podría ser un escenario de película?
¡Claro! Siempre me ha apetecido mucho y sé que todo serían facilidades y me tratarían maravillosamente. Si puedo, lo haré. Mauro Moreno y Fernando Rojo, dos de los actores de Milkshake Express estuvieron el año pasado conmigo para presentar el corto en Valdealgorfa y quedaron maravillados. Me dijeron que en algún momento teníamos que grabar algo allí, o sea, que todo puede ser. Valdealgorfa es un sitio lleno de cultura y siempre lo tengo en la cabeza.
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