Gracias a los museos podemos conocer la historia, la cultura, el arte, la música, la ciencia, las costumbres y la naturaleza. Al adentrarnos en ellos, descubrimos la relación del ser humano a lo largo de los años con el mundo que le rodea y, por ende, entendemos mejor el contexto en el que vivimos. El valor que estos espacios aportan a la sociedad se celebra cada 18 de mayo desde 1977, año en el que el Consejo Internacional de Museos (ICOM) estableció su Día Internacional.
Para conmemorar esta fecha, no se nos ocurre mejor plan que sumergirnos en las raíces del Bajo Aragón Histórico a través de sus espacios museísticos. Podemos viajar a la época de los dinosaurios o a la de los íberos, o quedarnos en el siglo XX para conocer algunos de los capítulos de la guerra civil española que sucedieron en el territorio bajoaragonés. También podemos conocer cómo la minería marcó nuestra historia más reciente o cómo la pasión por la Semana Santa se transmite entre generaciones. Por supuesto, también hay hueco para nuestros artistas más ilustres como el cineasta calandino Luis Buñuel, el escultor y pintor maellano Pablo Gargallo o el escultor crivillinense Pablo Serrano.
Estilo de vida del siglo XX
¿Cómo se vivía en el siglo XX? Gracias a localidades como Alcorisa, Valdealgorfa, Urrea de Gaén y Peñarroya de Tastavins los más mayores pueden realizar un apasionante viaje a su infancia, y los más pequeños conocer la forma de vida de sus antecesores. En Alcorisa, se encuentra el Museo de la Escuela en el piso superior de la antigua iglesia de San Sebastián. Se puede tocar el mobiliario restaurado y los recursos didácticos, escribir con plumilla o en un pizarrín y releer los originales de libros, periódicos y revistas de hace décadas. Para sumergirse en el panorama lúdico de aquellos años, solo hay que desplazarse hasta el Museo de Juguetes de Urrea de Gaén. En su amplia colección destacan monumentales casas de muñecas y una original maqueta de trenes eléctricos escala 0. Si lo que queremos es conocer las tareas cotidianas y los oficios tradicionales del siglo XX, el Museo Etnológico lo Masmut en Peñarroya de Tastavins es nuestro destino. Está ubicado en una vivienda rehabilitada de cinco plantas que conserva buena parte de sus antiguas estructuras como la bodega, la cuadra, la despensa, el hogar o la alcoba. A través de diversos paneles ilustrados se tratan temas como la elaboración de vino, la siega y la trilla, la elaboración del pan, la carpintería o la herrería. Por su parte, el espacio expositivo Pardo Sastrón de Valdealgorfa alberga una sala sobre indumentaria, en la que se puede descubrir cómo se vestía en el Bajo Aragón Histórico desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX.
Antiguos molinos
En La Cañada de Verich puede conocerse el proceso de elaboración del aceite de oliva, así como la historia de su producción, gracias al antiguo molino de aceite. Estuvo en funcionamiento hasta 1982 y tiene dos elementos patrimoniales de gran interés: una prensa hidráulica de principios del siglo XX, y los restos de una prensa de libra del siglo XVII. También Mas de las Matas conserva su molino, en este caso, harinero. Data del año 1749, cuando los habitantes de La Ginebrosa, Aguaviva y Mas de las Matas consiguieron construir un molinero harinero municipal tras la denegación del Comendador de Castellote y la posterior sentencia a favor del la Real Audiencia. Siguió funcionando hasta los 60, cuando las instalaciones sufrieron la última reforma.
Impacto de la Guerra civil
El refugio antiaéreo de Alcañiz (1937) permite al visitante experimentar la vivencia de hallarse a buen recaudo mientras el exterior sufre un bombardeo aéreo. Como, por ejemplo, el que efectuó la aviación italiana el 3 de marzo de 1938 al servicio del ejército franquista. Los detalles de este episodio y el impacto de la guerra civil española en la capital bajoaragonesa pueden conocerse en este espacio. La historia del pueblo de Fayón también está marcada por uno de los acontecimientos más trágicos e importantes del siglo pasado: La Batalla del Ebro. A este capítulo de la guerra civil le han dedicado un centro museístico, donde además de relatar lo acontecido mediante paneles y abundante material audiovisual, pueden verse piezas de artillería, armamento y uniformes. También hay un campamento tipo con caseta de trasmisiones, una cantina, un puesto de mando, un puesto de escoltas, un búnker y un hospital de campaña. Donde también puede encontrarse material interesante relacionado con la guerra civil española es en Gargallo. En el Centro de Interpretación de la Guerra Civil y Costumbres ‘Miguel Gargallo’ se exponen mapas y planos de la época, cartelería de propaganda de ambos bandos, partes de guerra y más de 300 objetos originales como uniformes, herramientas, munición, bayonetas, dioramas, cascos y máscaras antigás.
Pasión por la Semana Santa
El Museo de la Ruta del Tambor y Bombo en Híjar ofrece a sus visitantes la oportunidad de contemplar, escuchar, tocar y sentir la tradición de sus nueve localidades (Albalate de Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén) en un mismo lugar, no solo durante los días de Semana Santa, sino a lo largo de todo el año. A través de diferentes recursos expositivos se revelan las singularidades de la Semana Santa de cada localidad de la Ruta. Por ejemplo, que el acto de Romper la Hora tiene lugar en siete de los nueve pueblos la medianoche del Jueves Santo, cuando tambores y bombos comienzan a tocar al unísono a las doce de la noche con la excepción de Calanda, cuya Rompida de la Hora es el Viernes Santo al mediodía, y de Alcañiz, donde no se rompe la Hora.
Artistas ilustres
En la localidad que vio crecer a Luis Buñuel (1900-1983), uno de los cineastas más grandes y más influyentes de todos los tiempos, no podía faltar un espacio dedicado a él. El Centro Buñuel Calanda, ubicado en un antiguo palacio declarado Bien de Interés Cultural, emplea las nuevas tecnologías y los recursos multimedia para acercar su figura y obra. En Maella, puede conocerse la casa natal del escultor Pablo Gargallo (1881-1934). En ella, se instaló alguna pieza primigenia del artista, un archivo bibliográfico con publicaciones sobre Gargallo, así como obras de diferentes artistas que han expuesto en este museo a lo largo de dieciocho años; entre ellos, los maellanos Hermenegildo Estevan y Joaquín Hernández. Para conocer la figura del insigne escultor Pablo Serrano (1908-1985), su pueblo natal, Crivillén, abrió el Centro de Arte Contemporáneo Pablo Serrano. La exposición del artista, de carácter permanente, comparte espacio con exposiciones temporales, bien dedicadas a Serrano, como a aquellos que han reconocido su impronta, a sus coetáneos o a los que el propio escultor admiró.
La huella de la minería
Si quieres sentirte como un auténtico minero de principio de siglo, puedes hacerlo con las experiencias que ofrecen las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras. En ellas podrás aprender las curiosidades del oficio en auténticos rincones que fueron el lugar de trabajo de los antiguos extractores de carbón. El Museo Minero de Escucha ofrece al visitante una experiencia única bajo tierra para conocer cómo se trabajaba extrayendo el carbón lignito. Proveyéndose con los equipos de protección que marca la normativa y que utilizaban los mineros en su trabajo habitual, el turista se introduce en la mina de mediados del siglo XIX a través de unos carros de transporte de personal, empleados también en la mina antiguamente. A pocos kilómetros se encuentra Utrillas, donde puedes viajar a bordo de un tren. La locomotora de vapor «Hulla» y la máquina diesel Deutz realizan recorridos por el Parque Temático de la Minería y el Ferrocarril. En el trayecto, se pueden ver los edificios, las máquinas, las vías de ferrocarril y los espacios originales de la revolución industrial de Teruel. El parque tecnológico MWINAS es la última pieza de la historia minera. Situado en las antiguas instalaciones del Pozo San Juan en Andorra -abandonado a primeros de los 60- conserva todas sus señas de identidad: la sala de máquinas, el pozo minero, los almacenes, la carpintería y la campa, entre otros. También en este parque, el visitante puede subirse a una experiencia inolvidable sobre los raíles del ferrocarril minero Andorra-Escatrón.
Arte rupestre y época ibérica
El Centro de Interpretación del Arte Rupestre en Ariño está dirigido a la conservación y difusión del arte rupestre. Centra su campo de actuación en Aragón, en el Parque Cultural del Río Martín -del que es sede- y en los trabajos de investigación que en este ámbito llevó a cabo el profesor Antonio Beltrán. En la sala de recepción se presentan las especiales características geomorfológicas, paisajísticas y naturales del Parque Cultural del Río Martín, así como los abrigos con pinturas rupestres declaradas Patrimonio Mundial. Asimismo, dispone de una exposición permanente relativa a la significación del arte rupestre y de una biblioteca especializada con más de 1.500 ejemplares. Para conocer la forma de vida de los artistas de la época ibérica, podemos visitar la sede del Centro de Interpretación de la Cultura Ibérica en Oliete, dentro del territorio del Parque Cultural del Río Martín al que pertenece. El destacado patrimonio ibérico hallado en los yacimientos de El Palomar y San Pedro de Griegos ha sido fundamental para entender mejor la estructura y las formas de vida desarrollada en los asentamientos. Por su parte, el Centro de Visitantes de Alloza está dedicado a la cerámica ibérica en sus aspectos decorativos y formales, a raíz de las piezas halladas en el cercano yacimiento de El Castelillo. Se exponen reproducciones muy fieles de estas cerámicas, decoradas de época iberorromana con abundantes representaciones humanas y animales.
Dinosaurios
Gracias a las tres sedes de Dinópolis en el territorio bajoaragonés, el visitante puede imaginar sin esfuerzo cómo fue el fantástico mundo de los dinosaurios, su vida y su extinción hace aproximadamente 66 millones de años. En el centro Valcaria en Ariño se puede conocer la vegetación y la fauna de hace 111 millones de años a través de reconstrucciones paleobiológicas a distintas escalas. Además, diferentes paneles ilustran los singulares fósiles extraídos del carbón, con especial atención a las nuevas especies de dinosaurios que se han encontrado: Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis. Por su parte, el centro Inhóspitak en Peñarroya de Tastavins expone los huesos originales de Tastavinsaurus sanzi, un dinosaurio que vivió hace más de 100 millones de años y que fue encontrado en esta localidad, así como su réplica a tamaño real de 17 metros de longitud, única de un dinosaurio español. También en Castellote, gracias al centro Bosque Pétreo, el visitante descubrirá cómo dinosaurios y mamíferos convivieron allí hace 125 millones de años. Además, se muestra un bosque carbonífero y fósiles de yacimientos cercanos al centro.