El complejo de Sástago, que dio empleo a varios vecinos del Bajo Martín y Bajo Aragón-Caspe, empieza nueva etapa
Será a partir del sábado cuando el Monasterio de Nuestra Señora de Rueda abra sus puertas. Lo harán solo las de la parte monumental con visitas guiadas gestionadas por Turismo de Aragón mientras que para la reapertura de la hospedería no hay fecha fijada.
La nueva vida de parte de Rueda llega tras casi dos años de clausura al público, tiempo que se ha invertido en la recuperación y puesta a punto de las estancias. La reapertura llega con novedades en las visitas, como por ejemplo, la inclusión de nuevas zonas, como la cilla o la torre. Entre otras cuestiones, servirán para conocer la red hidráulica y el sistema de canales que sirvió para generar zonas de huerta.
El gerente de Turismo Aragón, Jorge Marqueta, explicó en Fitur, donde se dio a conocer la apertura, que «se le ha dado un enfoque distinto aprovechando que es uno de los monasterios que mejor conservan todas las estancias que eran básicas para el día a día».
Desde el Ejecutivo Autonómico se han editado dípticos con toda la información en la que se explica que el Monasterio de Rueda es considerado «uno de los máximos exponentes de la orden cisterciense en Aragón junto con Veruela, Piedra y Casbas con una fecha de inicio de obras que se sitúa en 1202». También se detalla la información de tarifas y horarios. Abrirá los viernes, sábados y domingos y todos los días de julio y agosto. También abrirá festivos como el 29 de enero (San Valero) y el 5 de marzo (Cincomarzada). Se da la opción de realizar la visita de 90 minutos por 5 euros, o de 45 por 3. Los niños menores de seis años acceden gratis.
Recuperar las visitas significa dar vida a un polo de atracción turístico muy potente para la Ribera Baja pero también para las comarcas del Bajo Aragón-Caspe y Bajo Martín. Se añade el nicho de empleo que se espera recuperar en algún momento con la reapertura de la hospedería.
Un largo periplo con la adjudicataria
El Gobierno de Aragón recuperó la gestión del monasterio, propiedad de la Comunidad Autónoma, «tras los reiterados incumplimientos de la empresa a la que se le adjudicó la gestión en 2014», y que mantuvo durante más de dos años la instalación cerrada. En 2016 comenzó la búsqueda de un acuerdo para rescindir el contrato y volver a licitar la gestión del espacio pero no fue así. DGA demandó a la empresa, la UTE Manzana, y le pidió, entre otras cuestiones, el pago del canon y una indemnización tras valorar el estado de las instalaciones, los desperfectos y otros deterioros a causa del abandono.
Cabe recordar que el contrato firmado con la UTE señalaba que le correspondía la gestión y explotación de la hospedería y la gestión de las visitas guiadas, mantenimiento, limpieza interior y exterior y jardinería de la zona medieval, los aparcamientos, la planta depuradora, los contornos y el perímetro de la finca. El 11 de diciembre de 2015, la falta de abono de las facturas hizo que Endesa procediera al corte del suministro eléctrico. Las visitas guiadas continuaron hasta abril de 2016, momento en el que la UTE también las suspendió.
En septiembre de ese mismo año desde DGA se presentó una demanda ante la jurisdicción civil instando una acción declarativa de resolución contractual y una solicitud de medida cautelar para recuperar lo antes posible la posesión de la hospedería. El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, defendió en noviembre en Alcañiz en unas jornadas sobre turismo, el modelo de las Hospederías y destacó el buen funcionamiento de la mayoría pero lamentó la «mala suerte» del Ejecutivo con la empresa adjudicataria de Rueda y La Iglesuela del Cid, ambos casos entonces en los Tribunales.