El Ayuntamiento de Monroyo podrá actuar para consolidar la parte sur de La Muela o Mola para poder evitar, al fin, el riesgo de desprendimientos. Así se desprende del nuevo Fondo de Inversiones de Teruel –FITE– que se dio a conocer la semana pasada y que incluye una partida presupuestaria específica para esta actuación. De este modo se invertirán algo más de 120.000 euros en la consolidación de uno de los tramos en los que todavía no se había actuado y que causa frecuentes desprendimientos que amenazan a las viviendas que se encuentran justo debajo.
Aunque todavía no se ha especificado cuándo se ejecutarán las obras, está previsto que se desarrollen durante el próximo año. Todo ello después de que varios informes geológicos hayan aconsejado en los últimos años una actuación urgente para eliminar el riesgo que corren decenas de viviendas. En todos estos años han sido frecuentes los desprendimientos de piedras y rocas de grandes dimensiones y varias toneladas de peso. Uno de los mayores desprendimientos se produjo en 2013 cuando se desprendió un bloque de 450 metros cúbicos de volumen. «Estamos muy contentos porque para nosotros esto es una total necesidad. Hemos sufrido desprendimientos muy graves en los últimos años y lo peor es que amenazan directamente a varias viviendas», explicó Gloria Blanch, alcaldesa de Monroyo.
Sucesivas actuaciones
La zona pendiente de actuación ha sido sin embargo objeto de distintas acciones para evitar, de forma parcial, inminentes desprendimientos. Por ello fue inicialmente estabilizada con una malla metálica. No obstante, son evidentes los grandes bloques de piedra arenisca y conglomerado visiblemente agrietados. Geológicamente, se trata de una mole de naturaleza detrítica, es decir, muy inestable. Está compuesta por arcilla, arenisca y rocas de conglomerado, un tipo de formación que tiende a los desprendimientos y cuyo riesgo aumenta considerablemente durante periodos de abundantes lluvias y sequías.
Por su parte la zona más occidental está, actualmente, consolidada. En 2015 se reforzó todo el flanco oeste con un gran muro de hormigón. La actuación obligó a inutilizar los depósitos de agua potable que, de igual modo, sufrieron varios desprendimientos al encontrarse justo debajo de La Mola. Por ello fue necesario construir unos nuevos. Cabe recordar que el muro erigido entonces, fue objeto de la I Beca Artística de Monroyo, que desde entonces luce un mural. «Cuando presentamos el informe geológico de la Diputación de Teruel lo cierto es que se reflejó de forma evidente que había que actuar ya que la zona sufre un deterior constante», añadió la alcaldesa, quien hizo referencia a la curiosa construcción del municipio. El casco urbano fue erigido en forma de semicírculo a los pies de esta mole rocosa, siguiendo, de este modo, la costumbre árabe.
Cabe recordar que durante la visita de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, pocos días después del desastre que supuso para el territorio el paso de la borrasca Gloria, el entonces alcalde José Ramón Guarc, mostró a la ministra y al presidente del Gobierno de Aragón, también presente en la visita aquel día, el riesgo de inestabilidad geológica que supone el cerro monrogino.