El Club de Montaña Zalagarda de Caspe organizó la Semana de la Montaña del 17 al 23 de octubre. Desde que inició este proyecto, hace más de 20 años, con el objetivo de llevar la montaña a la ciudadanía, siempre ha habido una tradicional actividad: la exposición fotográfica de montañistas y aficionados. Esta muestra permanecerá abierta al público hasta el 27 de octubre en la Casa de la Cultura.
Con esta nueva edición de unas jornadas cargadas de actividades, se persiguió el objetivo de dar a conocer el deporte que practican muchos de los vecinos de la zona, así como acercarlo al resto del público en general. Asimismo, una de las finalidades fue mostrar los beneficios que esta práctica conlleva, como el estrecho contacto con la naturaleza, las privilegiadas vistas a las que acceden o la satisfacción que produce a quienes lo practican.
Pero además de la actividad continuada, de lunes a viernes hubo diversas proyecciones de historias personales o experiencias por parte de varios montañistas, tanto de la comarca del Bajo Aragón-Caspe como de otras partes de España. Durante estas ponencias, acompañadas de audiovisuales, se habló de diversos puntos de vista en lo referido al montañismo, el senderismo o la escalada, entre otras disciplinas.
De esta forma, los ponentes trasladaron al público hasta las cuevas por las que se practica la espeleología y las sensaciones que esos lugares producen. También se mostraron los puntos en común que tienen la escalada y el yoga y cómo se complementan ambas disciplinas. Otro de los ponentes hizo viajar a los asistentes hasta el Baltoro, en Pakistán, a través de las imágenes de su propia experiencia y su proyecto social repartiendo gafas. Pero este no fue el único destino lejano que se mostró en las proyecciones, ya que Namibia fue protagonista en una de las ponencias a través de unos viajeros que contaron su vivencia.
Los destinos del viaje no fueron los puntos centrales de cada charla. De hecho, dos ponentes contaron cómo el senderismo beneficia al Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C.) de su hija.
El fin de semana fue el momento de las salidas. En primer lugar, para el sábado se preparó una BTT de un recorrido de 40 kilómetros de nivel fácil, desde la sede del Club de Montaña Zalagarda. Asimismo, el domingo tuvo lugar una salida senderista por la Sierra de Cardó y sus ermitas. Esta consistió en un recorrido de 14 kilómetros con 850 metros de desnivel aproximadamente. Esta última salida tuvo una duración de aproximadamente 6 horas, en la que los asistentes destacaron el «impresionante paisaje que hay en a menos de una hora de Caspe», subrayó uno de los organizadores del club, Paco Amador.
Trayectoria
«Después de tres años cuesta retomar este proyecto y que la gente se anime, pero estamos muy contentos con los resultados», reconoció Amador. Desde la organización explican que el éxito de estas jornadas no lo miden en cuanto a la cantidad de asistentes, sino en función de la calidad de ese público, ya que aseguran que se ha mostrado interesado y que conforme ha avanzado la semana ha ido aumentando.
La variedad de las ponencias ha caracterizado esta edición. «Queremos mostrar la montaña en todas sus versiones y con todo tipo de aficionados. No solo es irse a la otra punta del mundo, que está muy bien, pero también se puede practicar el montañismo en los alrededores», matizó el miembro de la organización.
La Semana de la Montaña del Club Zalagarda es ya una actividad clásica en la Ciudad del Compromiso, dado que lleva celebrándose durante más de 20 años. De hecho, a raíz de estas jornadas, el club ha ido aumentando estos socios y ampliando su calendario de actividades anuales.