Para el director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, la continuidad de la Central no es factible
Durante estos días se ha hablado, y mucho, sobre el futuro de la central y del carbón. Se ha hablado de alternativas y de la posibilidad de que la Térmica pueda continuar más allá de junio de 2020. ¿Tiene la Central de Andorra posibilidades de seguir operando a partir de 2020?
Con las condiciones actuales la Térmica no puede seguir más allá del 2020, porque los condicionantes medioambientales de la Unión Europea, traspasados a la normativa española, impedirán que con las emisiones actuales la Central pueda continuar funcionando. Así que, no es factible que siga funcionando más allá de 2020.
¿Qué tendría que ocurrir para que la Central pudiera seguir quemando carbón dentro de año y medio?
Para ser realistas, y vista la evolución de los últimos meses y años, no veo factible que se produzcan cambios para que la Central siga funcionando. Siento ser tan radical en esta afirmación, pero no veo que sea posible.
En 2010 se aprobó la normativa europea para cerrar las centrales que no cumplieran las normas medioambientales en 2020. ¿Se ha estado cerca en algún momento de realizar los cambios que facilitarán la continuidad de la Térmica de Andorra?
Ha habido conversaciones, pero no puedo asegurarle cómo de cerca se ha llegado a estar, o no, de poder cerrar un acuerdo. La realidad es que durante todo este tiempo no se ha llegado a llevar ninguna propuesta a la Unión Europea para que la Central pudiera seguir funcionando más allá del 2020.
«Siento ser tan radical, pero no creo que sea posible que la Central continúe más allá de 2020»
Desde que Endesa confirmara el cierre a los trabajadores el pasado viernes, han sido varias las alternativas propuestas por diferentes partidos políticos para la continuidad de la Térmica. Una de las opciones sería que la Central funcionase durante 1.500 horas al año, una propuesta que convence al Gobierno de Aragón…
En estos momentos esta posibilidad la vemos lejana porque la normativa europea, en materia de emisiones para este tipo de instalaciones, tiene dos aspectos. La primera es la directiva de emisiones industriales, que es de la que siempre hemos hablado y la que impide que la Central funcione más allá de junio de 2020… Pero hay otra normativa, aprobada en el 2017 y que entrará en vigor en 2021, que son las normas BREF. Estas normas BREF, incluso para un funcionamiento de unas 1.500 horas, exigen inversiones importantes porque los límites de emisiones de óxido de nitrógeno o de partículas son muy inferiores a los que tiene ahora mismo la Central.
También se ha hablado de la posibilidad de que DGA pudiera depositar un aval para realizar las inversiones en la Térmica e incluso que liderara un proceso de subasta pública llegado el momento. ¿Cómo ven esta opción?
Endesa tiene una experiencia tremenda en operar en este tipo de centrales, y también en otras, y no vemos que ningún otro operador pueda soslayar la normativa europea en cuanto a inversiones. Las inversiones que hay que realizar para disminuir las emisiones van a estar condicionadas por el número de horas que tendría la Central a partir del 2020. Todos sabemos que la normativa europea y en los compromisos que hay contra el cambio climático van a hacer que estas centrales tengan cada vez menos horas de funcionamiento. Cada vez va a ser más complicado, incluso imposible, que puedan competir con otras fuentes de energía como las renovables. Ahora mismo son más baratas y más competitivas del carbón, así que veo complicada esa opción que comenta.
«Las críticas son comprensibles, pero me apenan. No se puede decir que Endesa no esté apostando por Aragón»
Desde que se conociera la noticia el Gobierno de Aragón ha criticado con dureza la decisión de Endesa. ¿Cómo han recibido las críticas?
Las críticas, quizás por estar en caliente y por conocer la noticia por esa filtración que hubo a la prensa, son comprensibles. Personalmente, como director aquí en Aragón, me apenan porque el contacto con todas las autoridades, tanto locales como con el Gobierno de Aragón, ha sido permanente.
Desde DGA saben los esfuerzos y la apuesta que está haciendo Endesa en Aragón. En estos momentos, solo en la red de distribución presentamos un plan, aprobado por el Gobierno de Aragón, de unos 190 millones de euros para los próximos tres años. Endesa ha sido una de las empresas que ha optado por las renovables. Hemos obtenido 13 autorizaciones para proyectos eólicos, seis de ellos en la provincia de Teruel más uno que ha habido con posteridad. Hablamos que en toda la provincia generamos en torno a 200 megavatios y unas inversiones de 225 millones de euros. No se puede decir que Endesa no esté apostando por Aragón.
El tema que más preocupa en la cuenca minera es saber qué va a ocurrir con los trabajadores de la Central. ¿Cómo va a ser ese a ser su salida? ¿Cómo va a ser ese plan de acompañamiento del cierre de la Térmica?
Lo que la empresa les ha manifestado a los trabajadores es un compromiso firme para recolocar a todos los trabajadores en diferentes puestos de la compañía. Será de forma personalizada y teniendo en cuenta las funciones de cada uno y la proximidad del entorno laboral, siempre y cuando sea posible.
«Las recolocaciones serán personalizadas y tendrán en cuenta las necesidades de cada trabajador, siempre y cuando sea posible»
Han hablado sobre la posibilidad de recolocaciones en el mismo territorio, por ejemplo en algunas oficinas cercanas de Endesa. ¿Hay trabajo para todos dentro del territorio?
Que la recolocación no sea traumática es uno de los objetivos de la empresa y estoy seguro de que lo vamos a conseguir. Hay que pensar que todo este proceso no es para dentro de dos semanas. La Central estará operativa, seguro, hasta junio del 2020 y después, si no hay cambios, que pensamos que no va a ser así, hay previstos unos trabajos de desmantelamiento que pueden durar entre cuatro y seis años. En ese proceso de desmantelamiento, además de a los trabajadores de Endesa, también se tendrán en cuenta a las contratas que están trabajando en la Central.
Estamos hablando de un horizonte de unos cinco o seis años y veremos cómo va evolucionando todo. Habrá trabajadores que se jubilen en este tiempo y lo que puedo garantizar es que nuestra voluntad es que todos los trabajadores sean recolocados.
Precisamente el futuro de los trabajadores de las contratas, unas 400 personas en total, es una de las principales preocupaciones de los sindicatos. ¿Entran dentro del proceso de desmantelamiento?
Cuando se produzcan las licitaciones de esos trabajos, que empezarán como pronto dentro de año y medio, y se hagan los pliegos de condiciones, estas empresas se tendrán en cuenta como es lógico.
¿Se tendrán en cuenta a los trabajadores de la Central, y también de las contratas, para futuros proyectos de energías renovables en la cuenca minera?
Pues ya lo veremos… Lo lógico es que si son trabajadores especialistas en el sector energético, pueden entrar en el futuro plan de acompañamiento. Eso, quizás, es adelantar acontecimientos.
No sé si podría avanzar cómo va a ser el plan de acompañamiento de cierre de la Central o en qué fase se encuentra.
Nosotros estamos trabajando con todas las hipótesis desde hace meses y de forma voluntaria, algo que es importante destacar. No puedo detallar las líneas generales del Plan de Acompañamiento, pero sí que puedo decir que se respetarán los puestos de trabajo de los empleados, se dará prioridad a los trabajadores de las contratas en las labores de mantenimiento y, sobre todo, energías importantes para renovables en la zona. Todavía tenemos que concretar esos proyectos y antes de hacerlos públicos, lo compartiremos con el Gobierno de Aragón y también con el Ayuntamiento de Andorra.
¿El Plan de Acompañamiento, por ejemplo, incluirá formaciones el mantenimiento de renovables? Podría ser una manera de recolocar a estos trabajadores.
Es una de las opciones, pero como te digo habrá que definirlo. En estos momentos, ya lo siento, no puedo adelantar nada. Junto con la solicitud de cierre irá el Plan de Desmantelamiento de la Central y también el Plan de Acompañamiento.