Míkel Montserrat, director de Pretersa-Prenavisa, analiza el momento actual tras la apertura de la planta de Andújar.
En febrero comenzó a funcionar Pretersa-Andújar y que la plantilla haya aumentado de 14 a 70 personas en apenas dos meses no es casualidad. Este incremento, que esperan que sea el primero de muchos, viene dado por la consecución de varios proyectos, entre otros, la reconstrucción de la nave de Ybarra que se quemó en julio de 2016 en Dos Hermanas (Sevilla). La reconstrucción se iniciará en tres semanas y el montaje se estima para tres meses. Como se preveía, la puesta en marcha de la factoría jienense ha repercutido positivamente en la de La Puebla de Híjar. El miércoles se inauguraron las nuevas instalaciones.
Día muy especial. ¿Qué se siente?
Se siente responsabilidad. Es fácil hacer una inauguración pero lo que importa es que estemos aquí el año que viene, el otro, el otro,… No solo es hacer hoy una fiesta, que siempre gusta, lo que interesa es qué va a pasar después.
¿Cuál es el reto ahora?
La consolidación, tanto de la planta de La Puebla como de la de Andújar porque, evidentemente, una tira de la otra. La Puebla ha tenido una incidencia importante tras la apertura de Andújar porque hay más personal en determinados departamentos.
¿De qué manera se ha notado en la plantilla poblana?
En La Puebla, donde estamos unos 400 trabajadores, de momento tenemos a cuatro o cinco personas más gracias a Andújar. Hay gente en planos, en cálculo, en logística,… porque al final, una depende de la otra. La de Andújar no es una fábrica que funcione por libre, depende de la ingeniería de la de La Puebla, así que, cuanto más hagamos en Andújar, mejor nos irá en La Puebla.
¿En qué proyectos se trabaja ahora tanto en una como en la otra?
El gran proyecto que estamos llevando en Andújar es la reconstrucción de la fábrica de Ybarra en Sevilla. Es un proyecto de 12.000 toneladas y ya hablamos de algo muy grande porque 5.000 ó 6.000 ya se considera grande y esta ya es enorme. Hay más cosas además, y en cuanto a La Puebla, estamos haciendo una nave muy grande para Airbus al tiempo que estamos con un almacén regulador en Toulouse para Lidl y otras cuatro o cinco naves logísticas importantes para España, entre otras cosas. Estamos en un momento de consolidación que al menos da para no perder posiciones.
La apertura de Andújar se ha concebido como el inicio de la expansión. ¿Qué aporta en cuanto a proyectos?
En Andalucía trabajábamos pero únicamente en proyectos de muy alta gama porque el nivel de precios es complicado. Andújar nos amplía el radio a la gama media y media-alta que antes nos era imposible. Hemos hecho cosas para Lidl o Decathlon pero proyectos de clientela muy alta. Ahora podemos optar a cosas más normales.
¿Es el caso de Ybarra?
Así es. Hubiera sido imposible porque es un proyecto con vigas de 35 metros cuyo transporte desde La Puebla no es viable por cuestión de precios.
¿Qué papel está jugando el personal de La Puebla? Hoy ha contado con una buena expedición que ha viajado desde allí.
Era muy importante que estuvieran porque esta fábrica es hija de la otra. Esto no nace solo, ha nacido por el apoyo incesante y diario de la gente de la planta de La Puebla de Híjar. Muchos de ellos bajan aquí a menudo y se pasan días seguidos, una semana entera. Y este proyecto nace gracias a ese empuje. Es importante que vengan y vean que es verdad y que está funcionando muy bien y que exista ese reconocimiento de toda la gente que está echando una mano.
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