El emotivo homenaje al cantautor José Antonio Labordeta en el Castillo congregó a más de 200 personas
Como si de un conjuro mágico se tratara, después de una tarde gris en la que la lluvia roció al Matarraña de forma intermitente, a las ocho y cuarto de la tarde un rayo de sol se abría sobre el horizonte que podría divisarse desde el ventanal gótico de la Sala de la Chimenea del Castillo de Valderrobres. Unos destellos que, misticismos aparte, coincidieron con la hora exacta en que se abría la mesa redonda en homenaje al gran José Antonio Labordeta.
Con la libertad como bandera, cinco personajes ilustres del mundo de la cultura, las letras y la política se reunieron en torno a la figura del cantautor, poeta y político aragonés. Presidieron la sala, por un lado, su viuda y presidenta de la Fundación José Antonio Labordeta, Juana de Grandes; Manuel Pizarro, economista, jurista y político turolense; Gonzalo Borrás, historiador y catedrático de la Universidad de Zaragoza; Josep Antoni Duran i Lleida, ex líder de Union Democrática de Cataluña; Antonio Pérez Lasheras, profesor titular del Departamento de Filología Española en la Universidad de Zaragoza.
A penas siete años de su ausencia, su imagen volvió al recuerdo de muchos durante este fin de semana. Unas 200 personas se reunieron en el castillo unidos por la admiración hacia ese querido «abuelo». «Labordeta tenía un corazón que no le cabía en el cuerpo. Hablaba con el corazón, escribía con el corazón y se subía a la tribuna de los diputados también con el corazón. Personalmente no coincidí con el más allá de la defensa de la libertad en los 70, pero ha sido capaz de tener transversalmente una relación con muchas personas por ese corazón», afirmó Duran i LLeida.
Una jornada en la que había «mucho que cantar y mucho que contar», como anunció Manuel Siurana, presidente de la Fundación Valderrobres Patrimonial y uno de los precursores del encuentro. El emblemático castillo acogió, además de la mesa redonda, dos exposiciones sobre el cantautor, por un lado la muestra 'Canto a la libertad', por otro, la inauguración de la exposición del museo itinerante de la Fundación y por último la proyección ininterrumpida de documental «Con la voz a cuestas'. La jornada del sábado culminó con un concierto homenaje a cargo del grupo «Viento».
Por último, el pasado domingo, se presentó el libro 'Paisajes queridos', un ejemplar que reúne cinco cuentos inéditos que José Antonio escribió e ilustró entre los años 1961 y 1962 y que fueron rescatados y editados recientemente por su Fundación. Un fin de semana en el que, sin duda, desde Valderrobres se «levantó la vista» y se vio la «libertad».
Juana de Grandes: «A Labordeta lo admiraba mucha gente, pero sobre todo lo quería el pueblo»
¿Cómo ha surgido este homenaje en Valderrobres?Mi hija tiene una amiga, Mariluz Hacha, que le comentó la noticia del homenaje. Fue ella la que nos puso en contacto directo con Manuel Siurana, el alma del proyecto. Desde la fundación decidimos aportar las dos exposiciones itinerantes.
¿Cómo recibe todo este cariño?
A Labordeta lo quería mucha gente, pero sobre todo lo quería el pueblo. Lo comprobamos en la Aljafería y lo vemos día a día en la Fundación. Es el pueblo el que le tiene un cariño que emociona.
¿Qué siente al ver el castillo de Valderrobres hoy tan lleno?
Este lugar sobrecoge. Es impresionante estar aquí y que José Antonio esté en las paredes del castillo, me resulta emotivo totalmente.
¿Qué recuerda especialmente de él?
Era una persona a la que le gustaba ir ligero de equipaje por la vida, ni siquiera portaba libros, que era lo que él más amaba.
Ambos, estaban muy unidos a Teruel, ¿ no es así?
Para mi Teruel fue un descubrimiento, tiene una belleza de la que no te cansas nunca. Tenemos un gran recuerdo.
¿Por qué llegan tanto sus letras de la despoblación rural?
Hay canciones muy duras sobre la desertización. Era un poeta pero no inventaba, sentía y es por eso el pueblo lo entiende perfectamente.