Los agentes Rubén García y Pablo Calavera han hecho este martes las labores de una ambulancia al evacuar de la zona afectada por el temporal de nieve a una mujer embarazada y, horas después, a otra mujer que sufría un fuerte dolor abdominal.
Eran las siete de la mañana cuando una patrulla de la Guardia Civil de Cariñena, provincia de Zaragoza, recibía este aviso: «Una mujer en avanzado estado de gestación que se dirigía al centro de salud de Cariñena desde su vivienda en Cosuenda tras sufrir una hemorragia se ha quedado atrapada en un atasco producido por la nieva caída en la carretera N-220».
Tras comprobar que la ambulancia no podía recorrer los 43 kilómetros hasta Zaragoza a pesar de llevar cadenas, han decidido trasladar a esta mujer en su vehículo todoterreno «4×4» hasta el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. «Nos hemos encontrado a la mujer andando por la nieve con su marido y un poco nerviosa, así que hemos decidido que lo mejor era llevarla nosotros mismos», explicaba uno de los agentes.
Durante el recorrido han intentado tranquilizarla hasta que han llegado al centro hospitalario donde ha sido atendida y podría permanecer hasta que dé a luz. «El coche de mi marido no podía llegar y la ambulancia tampoco. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos, y que tengan claro que cuando Cristian sea mayor le contaré esta historia», explica todavía nerviosa Raquel, vecina de Cosuenda.
El marido de Raquel ha tenido que permanecer en Cariñena al no poder desplazarse al hospital con su mujer. «Había tanta cantidad de nieve que era imposible circular sino tenías un vehículo en condiciones; menos mal que estaban ellos», insistía Gaby.
Otro traslado por un fuerte dolor abdominal
Horas después estos guardias civiles tenían que regresar al hospital zaragozano, esta vez con otra mujer, natural de Cariñena, que sufría un fuerte dolor abdominal y, nuevamente, no podía ser trasladada en una de las ambulancias de la localidad.
Estos agentes, pertenecientes al puesto de Cariñena donde trabajan una veintena de guardias civiles, han tenido que trabajar durante todo el día para ayudar a los viandantes y conductores que se han visto sorprendidos por la nieve y en una de las zonas de la provincia de Zaragoza más afectadas por la borrasca «Gloria». »Ayudar a poner cadenas, retirar nieve, indicar a los conductores que zonas están más complicadas por el temporal… Sabemos cuando entramos a trabajar pero no cuando acabaremos», explicaban los guardias civiles tras dejar en el centro hospitalario a su segunda paciente del día y regresar a Cariñena.