En la contraportada de «Tres cuentos y una proclama», que lleva la firma de Gabriel García Márquez, aparece una frase que podría en cierto modo servir de isagoge al presente reportaje. Es la siguiente: «Ninguna aventura de la imaginación tiene más valor literario que el más insignificante episodio de la vida cotidiana».
Y es que en ese costumbrismo -en este caso, y en otros muchos, casi invisible desde hace décadas- encontró la periodista de Altaïr Magazine, Berta Jiménez Luesma la llave para conseguir que la historia de las mujeres de Escucha estuviera muy presente en los premios Gabo. En concreto, este trabajo se coló entre los diez nominados en la categoría de texto. No consiguió estar entre los tres finalistas, pero es relevante que las voces femeninas de Escucha estén presentes en estos premios.
Este certamen internacional de periodismo en español es uno de los más importantes de todo el mundo. Promovido desde la Fundación Gabriel García Márquez, puede llegar a considerarse como los Pulitzer del periodismo narrativo y premian la labor periodística a la hora de trasladar historias de diversa índole, pero siempre desde la perspectiva observadora y concienzuda de quien que se posa y se detiene en los detalles de un buen relato.
Publicado en Pikara Magazine, «El tajo fuera de escena» aúna numerosas voces que buscan sostener un relato real, verídico y certero de lo que la minería fue para las mujeres, tomando como ejemplo aquellas que la vivieron desde Escucha. Una «crónica sobre lo oculto» que vendría a tratar de prender una lámpara en medio de la oscuridad de la profunda y fría mina del olvido.
Pero, ¿cómo se inicia esta historia? La respuesta la da María Angulo, docente del Grado de Periodismo de la Universidad de Zaragoza: «Este reportaje es uno más, lo que ocurre es que es especialmente brillante y por eso ha sido nominado. Junto a otros 9, han servido para difundir un proyecto de investigación titulado «El estudio de la situación del mundo rural aragonés desde una perspectiva de género». Es un proyecto de investigación que dirige Mariluz Hernández Navarro desde el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio. Yo me he encargado de la parte de comunicación para trasladar a través de estos reportajes narrativos historias que cuenten cómo es la situación de la mujer en el medio rural aragonés. Y entre ellos está este, «El tajo fuera de escena»». María debía encomendar el trabajo a un periodista, y por ese motivo se puso en contacto con Berta, exalumna de la Universidad de Zaragoza. Entonces, ambas se pusieron manos a la obra.
El carbón se mostró como un tema interesante, a juzgar por la gran cantidad de artículos y piezas informativas y narrativas que en los últimos años han surgido, algunas de ellas motivadas por la actualidad. Movidas por este interés y siempre desde esa perspectiva de género que implicaba el estudio, se centraron en Escucha para conocer cómo era el trabajo de las mujeres en la mina. No obstante, no hallaron tal cosa una vez pusieron su foco informativo en Cuencas Mineras. «Yo me había inventado una historia sobre las mineras que no existía. Lo comento en primera persona en el texto no como un despiste, sino porque creo que es algo común. Cuando pensamos en la Historia tendemos a imaginar historias épicas y yo me imaginaba mujeres con sus cascos y sus caras manchadas y conforme iba llamando me iban diciendo que no». La historia de las mujeres de la minería era otra muy distinta, que queda revelada con trazo fino y prieto en un reportaje que te lleva y que transita por la Historia a diferentes ritmos, creando una auténtica experiencia.
Berta menciona a Elena Torres, profesora y activista de Montalbán, como una de las personas que le dio la calve para ir tirando de diversos hilos y conformar esta pieza periodística: «Me abrió la puerta de Escucha, y en concreto de Agustín Sanz Vituri, de la Asociación para la Conservación del Patrimonio Minero de Escucha». Fue precisamente Agustín quien comenzó a revelar el verdadero trabajo en paralelo de las supuestas mineras. «Ese fue el punto de partida. María y yo nos fuimos para Escucha y tuvimos un día excepcional hablando con la Asociación de Mujeres de Escucha, visitando el Museo Minero y empapándonos de todas esas historias», cuenta la periodista.
María, por su parte, explica que el viaje a Cuencas Mineras fue «toda una oportunidad». Confiesa que también ella tenía en mente la historia de las mujeres con casco. «El viaje que hicimos en coche era, para empezar, una oportunidad de salir después de la pandemia, con lo cual se convirtió en un viaje más hermoso, por la posibilidad de salir, de volver a trabajar sobre el terreno, de volver a hacer periodismo, reporterismo, y de descubrir ese pueblo. Fue maravilloso lo bien que nos trataron y también bajar a una mina. Yo no lo había hecho nunca y está organizadísimo, es maravillosa la sensación y lo bien que lo explican. Fue un viaje buenísimo por poder hablar con estas mujeres, porque son un pozo de saber».
Muchas voces en un mismo trabajo que no resulta denso, porque utiliza una prosa directa que se posa en fragmentos de historias, como las de las respigadoras. «Por un lado estaba el trabajo reproductivo tradicional asociado a las mujeres pero adaptado a un medio minero (…); pero más allá de toda esa parte de qué ocurría fuera mientras los mineros estaban en la mina estaban los trabajos en B asociados, como, por ejemplo, respigar carbón. Nos decían que era un trabajo muy propio de las mujeres viudas. Es decir, ir a la escombrera, buscar entre el estéril a ver si habían quedado trocitos de carbón útiles para poder, o bien venderlos, o bien usarlos para calentarse», relata Berta. Todas esas historias quedan hiladas en este trabajo, que puede leerse en la versión digital de Pikara.
Periodismo «de lo oculto»
La nominación de «El tajo fuera de escena» a los premios Gabo es algo «importantísimo», como señala María. Todavía no se conocen el número total de participantes dentro de la categoría de texto, pero en la pasada edición se presentaron 616 proyectos de periodistas de todo el globo. De entre ellos, se hace una preselección de 10 trabajos, se reduce a tres el número y finalmente se escoge el ganador. «Es un reconocimiento importantísimo para Escucha, para la realidad de sus vecinos y todo ello lo podemos contar en un medio como Pikara, que permite que el relato sea como ha explicado Berta: contando una historia, la historia de ellas, las historias de vida de estas mujeres. A veces el periodismo más acelerado no nos permite ese detalle», añade la docente.
En los premios Gabo es el propio periodista quien presenta sus trabajos mediante convocatoria abierta. Es lo que hizo Berta, pero lo cierto es que no esperaba entrar en bienaventurado decálogo. «Me parecía que era un trabajo muy digno y también para romper un poco porque a veces da vértigo presentar a ciertas convocatorias los trabajos, ¿no? Porque nunca es suficiente. Fue un ejercicio así, aún siendo consciente de que era una buena crónica y que aunque la descartasen iban a conocer una historia interesante», relata la periodista. «En ningún momento pensé que iba a entrar en la lista de las 10 historias pero muy contenta de que Escucha y Teruel se pongan en el mapa, no solo estatal, que ya sabemos que no suele estar; sino también en el iberoamericano. Me parece muy relevante, muy poético y estoy muy contenta».
Un merecido homenaje y reconocimiento a la mujer, y no solo de Escucha, este reportaje vale para cualquier mujer de nuestros pueblos mineros o de nuestra España rural; es, además, un premio a un trabajo callado y, muchas veces, silenciado. Por cierto, el grafiti que ilustra la noticia es obra de Hugo Casanova.
Tengo curiosidad por saber qué opinarían de este artículo ,otras mujeres, las de los jornaleros del campo, segadores, esquiladores, ganaderos, hortelanos, picapedreros, transportistas, albañiles, peones y un sinfín de durísimos trabajos de nuestro medio rural, todos ellos igual de dignos y muchos de ellos, por no decir todos ellos, con unos salarios y jubilaciones infinitamente inferiores a los de la minería del carbón.
No todo vale para buscar el reconocimiento. Así que » el carbón es un tema interesante desde la perspectiva de género»,
Lo que me faltaba por oir.