El bajoaragonés falleció el domingo por un cáncer y fue enterrado ayer en la iglesia de San Francisco
La capital del Bajo Aragón se unió ayer para dar el último adiós a Miguel Ángel Laguens de forma multitudinaria. El arquitecto bajoaragonés falleció el domingo en torno a la una de la madrugada por una enfermedad de cáncer.
El entierro tuvo lugar ayer a las diez de la mañana en la iglesia de San Francisco de Alcañiz, donde acudieron familiares y amigos para despedirse de él.
Miguel Ángel Laguens, de 70 años de edad, fue arquitecto de profesión, pero también estuvo vinculado con el mundo de la agricultura. Fue presidente del Canal Calanda Alcañiz en los inicios de la conversión, cuando cientos de hectáreas de secano entre la Nacional 211 y la 232 hasta el Regallo pasaron a ser de regadío. Asimismo, fue vocal en el Sindicato Central del Guadalope, entre otros cargos, y lo dejó con la renovación que tuvo lugar hace alrededor de tres años.
Laguens también hizo de la política una de sus ocupaciones, ya que fue concejal socialista del ayuntamiento alcañizano entre los años 1987 y 1991.
Durante sus estudios estuvo en Salamanca antes de acabar en Barcelona, donde estudió la carrera de arquitectura. Allí estuvo diez años trabajando, se trasladó a Tenerife y regresó a Alcañiz a mediados de los años ochenta.
Como arquitecto realizó tanto proyectos privados como públicos. Entre ellos se encuentran la restauración de la iglesia de Santo Domingo de Alcañiz o la de La Puebla de Híjar, así como otras construcciones como polideportivos. Obras de las que él mismo afirmó quedar satisfecho «por la singularidad de los temas» a pesar de tratarse de construcciones muy diferentes.