El Gobierno de Aragón puso en marcha recientemente la plataforma Aragón Wine Expert, que viene a centralizar de alguna forma gran parte los conocimientos sobre el sector vitivinícola en nuestra Comunidad. Por el momento casi 1.000 personas se han formado gracias a sus cursos gratuitos, lo que demuestra el creciente interés en este tipo de productos. «Siempre digo que solo se puede amar lo que se conoce», recuerda Mariano Navascués, promotor de la plataforma.
¿Qué es exactamente Aragón Wine Expert?
Es una plataforma digital que puso en marcha el Gobierno de Aragón y que consta de varios cursos gratuitos. Quisimos poner en valor los vinos de nuestra tierra a través de la formación para que cualquier usuario pueda conocerlos, llegue a amarlos, a convertirse en prescriptor y por supuesto en defensor de un sector importantísimo en Aragón como es el del vino.
¿Cómo funciona la plataforma?
Cualquier persona puede entrar en la web, se registra y a partir de ahí tiene disponible la gran enciclopedia de los vinos de Aragón. Tiene una serie de cursos muy cortitos y sencillos. Hemos empezado por un nivel de neófito total para que cualquiera pueda formarse. Hay un curso dedicado a cada Denominación de Origen: Calatayud, Somontano, Campo de Borja y Cariñena; además de otro que agrupa a los vinos de la tierra y el vino de pago. Todos tienen la misma estructura, empezamos hablando de historia de cada zona, de los suelos, clima, de las variedades y luego seguimos con los vinos y los mercados. Cuando hemos hecho esa parte lectiva seguidamente pasamos a un examen, un cuestionario que recoge lo más destacado del temario. Si el alumno supera el 80% de las preguntas recibe inmediatamente un certificado.
¿Cualquiera puede inscribirse?
Sí. En estas primeras semanas estamos muy cerquita de llegar a los 1.000 alumnos inscritos. Muchos de ellos pertenecen al sector HORECA, al sector vitivinícola, alumnos de escuelas de Hostelería, sumillers… pero luego también hay ‘wine lovers’, es decir, amantes del vino, gente a la que les gusta el mundillo y quiere profundizar un poco más. Es una opción abierta a cualquiera.
Lo cierto es que en Aragón tenemos un vino de gran calidad, ¿no te parece?
Tenemos que sacar pecho y sentirnos muy orgullosos de lo que se lleva haciendo mucho tiempo en Aragón, y también del trabajo que se está llevando a cabo por parte de diferentes entes, porque se trata de uno de los sectores más pujantes en la Comunidad.
Yo procedo de una familia vinculada desde hace muchas generaciones al mundo del vino y para mí siempre ha sido mucho más que una solución hidroalcohólica, que una bebida o un alimento. Ha sido una forma de vida, una manera de interpretar paisajes, de conocer personas. Al final también es un buen souvenir. Tenemos una serie de estandartes que dejan claro el origen, la tipicidad de dónde son y los aragoneses valoramos todo lo que tiene que ver con nuestro ADN, aunque esté embotellado en 75 cl. El mundillo del vino es muy apasionante y esta plataforma acerca a la gente a esa red. Estamos muy satisfechos con el resultado que está dando.
¿Qué futuro le espera a Aragón Wine Expert?
Cuando el alumno ya ha completado los cinco cursos pasa directamente a un sexto que le certifica como Experto en Vinos de Aragón. A partir de 2021 iremos incorporando nuevos cursos especializados, por ejemplo, en garnacha o en Cariñena, que son las variedades nativas de Aragón, las que más nos representan. Dependerá de la situación, pero también tenemos intención de hacer catas presenciales, masterclass, sacar la primera edición de los Premios Aragón Wine Expert, hacer viajes para prescriptores… Si puede ser presencial, fantástico, si no tendremos que hacerlo de manera virtual. Esa es una parte de la continuidad de este proyecto, la otra todavía no te la puedo contar (ríe).
También es importante, además de aprender sobre vinos, poder probarlos...
Por supuesto. Estos cursos buscan despertar el interés. Si alguien se ha sacado el curso de la D.O. Campo de Borja, una buena forma que tiene de conocer lo que ha ido aprendiendo es haciéndose con unas botellas de esa zona y probándolas. Se empieza por la parte lectiva y se acaba con esa parte práctica y de disfrute porque el vino, sobre todo, se disfruta con una botella abierta delante, eso está claro.