El histórico político impartió este lunes una charla en Alcañiz para celebrar el Día de la Memoria Democrática
¿Cuál fue el papel que jugó la ciudadanía en la transición?
Fue decisivo. La movilización de la ciudadanía española fue la clave para pasar de la dictadura a la democracia. Ha habido una versión que yo creo que no es correcta que dice que la democracia la trajeron entre grandes personalidades. Evidentemente hicieron una función positiva, pero no la hubieran podido hacer si no hubiese sido por la función que cumplieron trabajadores, estudiantes, sectores intelectuales, profesionales… Hay una idea que no se corresponde con la verdad histórica que es que cuando Franco muere ya llega la democracia, y eso no es verdad. Hay que ser conscientes de que la Constitución del 78 y todo lo que significa la democracia y las libertades en España fue una conquista.
A pesar de esto la Memoria Democrática parece una cuestión bastante politizada…
Es que la memoria cuando se refiere a hechos históricos es un tema político. Yo siempre digo que la memoria es lo más importante, que nos separa de los seres que no son humanos. Y por lo tanto es algo fundamental. Había un escritor muy famoso que decía que el pasado nunca es pasado, y por lo tanto no se conoce el presente si no conoces ese pasado. Y no tienes una cultura democrática seria y una cultura democrática profunda si no conoces lo que ha pasado, y esto es un déficit que en España existe porque durante muchos años se ha querido ocultar. Se ha confundido lo que era la amnistía con la amnesia. La amnistía está muy bien y todos la hemos defendido para que hubiera una reconciliación entre los españoles, pero otra cosa es la amnesia.
A este respecto parece haber dos polos puestos, uno que pretende sacar a la luz lo que ocurrió durante la época principalmente de la Guerra Civil y otro que busca simplemente pasar página.
Las heridas cuando no se curan no se cierran, sino que acaban supurando. A todos los países que han tenido un pasado trágico les ha costado superarlo pero al final lo han hecho: Francia, Italia, Alemania… Y en España tenemos que hacerlo también. No se trata de abrir heridas sino de hacer justicia histórica. He sido un gran defensor de la reconciliación entre españoles de cualquier bando, pero eso no quiere decir que no se conozca la historia, y que no se sea justo con personas que sufrieron las consecuencias de la represión y que no se les ha dado un tratamiento adecuado. Que en España todavía haya decenas de miles de cadáveres en las cunetas y que los herederos no los puedan recuperar me parce una anomalía de justicia. Es una cosa que no ha sucedido en ningún país de Europa. O, por ejemplo, que un dictador que negó las libertades en España cerca de 40 años tenga uno de los monumentos más importantes del país en su honor… Es una cosa completamente absurda.
¿Considera que sacar a Franco del Valle de los Caídos ayudaría a cerrar esa herida?
Es un elemento más. El sacar al dictador se tendría que haber hecho hace muchos años en mi opinión. Nunca es tarde cuando la dicha es buena. Un dictador no puede ser ensalzado en un país democrático, es un contra sentido absoluto y una injusticia. Es hacer pedagogía al revés, es un ataque a la cultura democrática. ¿Eso va a resolver todo? No. Yo creo que es muy importante que la dictadura, el paso a la democracia, la Constitución deberían enseñarse en las escuelas.
¿Cómo se podría trasladar a los libros de texto?
Yo creo que es muy negativo que la gente joven no conozca la historia de su país. Hay que tener en cuenta que España nunca ha tenido una democracia como la que tenemos ahora, nunca hubo democracia exceptuando unos pocos años de la República porque, entre otras cosas, las mujeres no tenían derecho a votar. Cuando ha habido democracia real en España, una democracia homologable, es a partir de la Constitución de 1978. En mi opinión son los 40 mejores años de la historia de España porque es cuando ha habido más liberad. Y a pesar de todos los problemas económicos, sociales, la desigualdad, los recortes… también es el periodo mejor desde ese punto de vista. Entonces, conocer eso me parece que valdría la pena. Valdría la pena enseñar a las nuevas generaciones lo que hubo que luchar para traer esta democracia.
La actualidad nos lleva también a hablar de Vox. ¿Cuáles podrían ser los resultados del 28 de abril?
Yo espero que la gente entienda que nos jugamos muchísimo en esas elecciones porque tenemos problemas serios de diverso tipo, pero soy optimista. Espero que la sociedad española comprenda que no podemos poner en riesgo todo lo que hemos logrado a lo largo de todos estos años, tanto a nivel de España como a nivel de Europa. La ciudadanía española ha demostrado siempre bastante inteligencia política y hay que comprender que en este momento son necesarias varias cosas. En primer lugar mantener el crecimiento económico suficiente para seguir creando empleo y es necesario también recuperar los derechos sociales que han sido mermados durante la crisis. Sería terrible que los avances que ha habido en el reconocimiento de los derechos por ejemplo de las mujeres se perdieran o que retrocedieran. Sería una tragedia, sería ir para atrás. Tenemos que tener en cuenta que debemos seguir contribuyendo a la construcción europea. Hoy en día para mantener el Estado de Bienestar y seguir avanzando en derechos o lo hacemos a nivel europeo o no lo vamos a hacer. Yo espero que haya una reacción del pueblo español y no se vaya hacia partidos que ponen en cuestión estos asuntos.
Importancia de ir a votar…
Una vez una mujer me preguntó que qué debía decirle a su hijo para que se comprometiera. Le dije que lo que tenía que decirle era que los derechos no se heredan.