Los guardias tienen que emplear sus teléfonos personales para realizar consultas
Algo tan simple como una búsqueda en Google de una dirección o un vistazo a las redes sociales de un delincuente en busca de pistas. Todas estas cuestiones que todos podemos hacer desde nuestras casas son imposibles de llevar a cabo en un cuartel de la Guardia Civil del Bajo Aragón Histórico. ¿El motivo? Que ningún puesto tiene conexión a Internet en pleno año 2018, un ejemplo más de la falta de medios que sufren los agentes de las zonas rurales. Un hecho del que no se escapa todo el territorio bajoaragonés pero también las provincias de Teruel y Zaragoza al igual que otras zonas de España.
Tan solo cuentan con ordenadores con acceso a Internet las unidades de Información y la Policía Judicial. Es decir, en nuestra zona únicamente el puesto de Alcañiz y solo los agentes que se encargan de este cometido. En el resto de puestos no tienen conexión a la red. Sí que pueden enviar correos a través de una intranet de uso corporativo en la que por ejemplo, no se pueden llevar a cabo búsquedas. Sí hubo un contrato hace ya unos años para una conexión muy básica de ADSL que con la llegada de la crisis económica y los recortes en los ministerios no se renovó.
No se puede consultar en Google
Cada vez más Internet es una buena arma para las fuerzas de seguridad para el esclarecimiento de delitos. Sobre todo, los primeros indicios se buscan en redes sociales para rastrear fotografías u otras señales. «Es una más de las vergüenzas por la falta de medios con las que suelen convivir los agentes. Por ejemplo, se alerta de una desaparición en Híjar o Valderrobres y los compañeros no se pueden meter en su perfil de Facebook para ver su fotografía o su rastro digital», comenta Cristóbal Soria, delegado en Aragón de la AUGC, el sindicato mayoritario de la Guardia Civil.
Para solventar este déficit de medios digitales los agentes hacen uso de sus propios móviles con acceso a Internet. Sin embargo, la Dirección General de la Guardia Civil pretende aprobar una orden que prohíbe «atender, consultar o usar» teléfonos móviles personales durante el servicio.