Nonaspe y Fayón han pedido una reunión inminente con la delegada del Gobierno en Zaragoza debido a la gran cantidad de desperfectos que han sufrido los dos términos municipales tras el temporal Gloria de finales del mes de enero.
La subida del cauce de los ríos Algars y Matarraña han provocado inundaciones de naves industriales y campos de cultivo, y han desaparecido muchos caminos de acceso a fincas y otras vías de comunicación con estas localidades.
El alcalde de Nonaspe, Joaquín Llop, compara estos destrozos con los sufridos en el año 2000, cuando se produjo una gran riada que arrasó con las partes más cercanas a los ríos. «Nosotros ya estamos trabajando para intentar solucionar muchas cosas, pero necesitamos ayuda de DPZ porque tenemos que contar con una maquinaria e infraestructuras determinadas», asegura Llop, quien también es presidente de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe/Baix Aragó-Casp.
«Es difícil calcular los daños porque todavía hay lugares a los que no podemos acceder», cuenta el alcalde de Fayón, Roberto Cabestany. «Han desaparecido varios kilómetros caminos y accesos entre Fayón y Nonaspe y algunos pasos se los ha llevado el agua y hay que reconstruirlos otra vez porque no se puede acceder a las fincas, además de que se han inundado algunos campos de cultivo».
Ambos representantes coinciden en que, a pesar de que las consecuencias del temporal no han sido tan devastadoras como lo que ha sucedido en muchos pueblos de Teruel, hay muchos destrozos que necesitan ser arreglados inmediatamente.
Desaparición de un camino en Nonaspe. Desbordamiento del río a la altura de Nonaspe. Camino destrozado en Fayón.