Con el objetivo de potenciar un nuevo modelo de alimentario más sostenible y que apueste por los productos locales de calidad y ecológicos, el mercado Agroecológico de Andorra lleva más de un año en marcha. Los terceros jueves de cada mes, familias de productores de la provincia de Teruel se dan cita en la plaza del Regallo de la Villa Minera para mostrar y comercializar sus productos. El proyecto forma parte de «Pon Aragón en tu mesa» y se realiza en las tres provincias aunque en Teruel es en la única que sale de la capital para establecerse en el medio rural. Los productores turolenses llevan más de un año ofreciendo su queso, setas, trufas, huevos, borrajas, miel… y un sin fin de alimentos, en esta céntrica plaza y, aunque reconocen que al principio fue complicado, celebran que cada vez cuentan con más clientes interesados en comer mejor y apostar por la alimentación local y de calidad. La coordinadora del mercado agroecológico, Belén Soler, matiza que, además de alimentos ecológicos, se dan cabida otros que denominan «en limpio», como la miel de Apícola Levi -que consigue la miel a través de un proceso de separación natural concentrífuga pero que sí usa antibióticos para frenar a la abeja asiática- o la ganadería extensiva de los quesos de Ejulve.
Agroexperiencias
Las agroexperiencias son actividades ligadas al mercado y lo que pretenden es dar a conocer determinado proceso productivo al público general. Llevan un año realizándose y están abiertas a todos los aragoneses y son totalmente gratuitas. El domingo, la cita fue en Ariño, para visitar Apícola Levi, una pequeña empresa que se encarga de producir miel y derivados. Cerca de 40 personas, entre ellas muchos niños y niñas, se trasladaron a Ariño. De la mano de los apicultores Miguel Lecha y Carmen Villanueva todos los asistentes se introdujeron con todo lujo de detalles en el mundo de las colmenas, las abejas reinas, los zánganos, la cera y la deliciosa miel. Después de conocer todos los detalles del proceso de elaboración de la miel, se impartió un taller de velas y, para terminar se procedió a una cata de diferentes mieles (romero, tomillo, milflores, almemdros…).
La agroexperiencia sirvió también para concienciar sobre la importancia de la figura del apicultor y de las abejas para el medio ambiente. «Estamos en tiempo defloración y sin abejas, no se puede polinizar. Si no se poliniza, no tendríamos agricultura», reflexionó Soler, que quiso destacar el daño que ha causado el temporal Gloria en este sector con la muerte de millones de abejas.
También se puso en valor la especie «mielera» o «apícola». «Tenemos que destacar que la primera se detectó aquí, en Alacón», subrayó Soler. El principal escollo al que se enfrenta este sector es la invasión de la abeja asiática, que está haciendo daño a la población local. En el Bajo Aragón Histórico hay varias empresas dedicadas a la apicultura y también apicultores que recurren a la miel como una fuente de ingresos complementaria a su actividad diaria.