Cuando Gallina Blanca anunció que se marchaba de Cataluña se hicieron gestiones para que ampliara su producción en Alcañiz
La concejalía de Promoción Económica que gestiona Javier Lahoz pretende que la feria Agroalcañiz sirva para que los agricultores conozcan las últimas novedades del sector que les ayuden a innovar y amplíen conocimientos a través de las actividades paralelas: conferencias y una mesa redonda
¿Por qué nace Agroalcañiz?
Para dar respuesta a los expositores, que son los que nos reclamaron la creación de la feria. El Ayuntamiento está para ayudar y colaborar en cualquier actividad que facilite el desarrollo económico por lo que enseguida cogimos el guante.
¿Con qué objetivos?
Nuestra intención es organizar una feria muy transversal en la que estén presentes todos los estamentos económicos. El primer año es difícil movilizar a todo el sector pero creo que lo hemos conseguido.
¿Cómo?
Estarán presentes empresas que pueden ayudar a los agricultores aunque no son específicas del sector y organizamos conferencias y una mesa redonda para que amplíen conocimientos y establezcan contactos. La agricultura debe tener un avance tecnológico y para eso es necesario formarse. El objetivo principal es concienciar a la opinión pública de la importancia de la agricultura para la zona.
Nace bianual, ¿cómo te imaginas Agroalcañiz en 10 años?
El ideal es que en una década en vez de a la maquinaria esté dedicada a la transformación agroalimentaria. Lograr que el nuestro valor añadido se quede en el territorio. No podemos seguir exportando materia prima y que otros creen riqueza.
¿Qué falta para dar ese paso?
Comunicaciones para que las empresas nos vean como un lugar óptimo. Estamos en el medio y al mismo tiempo en ningún sitio. También que todas las administraciones estemos a una. No se nos permite vender parcelas por debajo del precio de coste, 30 euros el metro cuadrado; cuando competimos con polígonos a tres euros el m2 por el Miner.
¿Qué pueden hacer desde la concejalía de Promoción Económica?
Tenemos que tener muy claro el desarrollo empresarial que quiere el Ayuntamiento. Desde los criterios fiscales, requisitos medioambientales, plan urbanístico… Tanto a nivel técnico como político.
¿Se ha conseguido?
Ha quedado en el intento porque las circunstancias económicas no han sido las más favorables. Sí que tenemos una hoja de ruta con lo que queremos hacer. Por ejemplo, cuando nos enteramos que Gallina Blanca se marchaba de Cataluña fuimos a hablar con su planta de Alcañiz. Pusimos todos los medios pero no llegamos a tiempo porque cuando lo anunciaron públicamente ya tenían decidido dónde se trasladaban.