El líder del PP, Luis María Beamonte, considera crítica y dramática la situación actual de Aragón, una comunidad que «se desmorona» y para la que su presidente, Javier Lambán, no tiene «recetas», a pesar de lo cual ha ofrecido lealtad al gobierno y colaboración para alcanzar un pacto en cuatro ejes: sanidad, educación, servicios sociales y modelo económico.
Durante su intervención en la segunda sesión del debate sobre el estado de la comunidad, Beamonte ha defendido que no es «agorero», sino que se limita a «definir» una realidad ante la que el Gobierno de Lambán «está fallando estrepitosamente».
La gestión previa a la irrupción de la covid, ha abundado, ha supuesto afrontar la pandemia en una situación de «debilidad» y ha agravado las consecuencias negativas de una crisis sobrevenida. «Si estábamos arruinados antes de marzo, poco margen de maniobra se podía tener para hacer frente a una emergencia sanitaria que precisaba de muchos recursos», ha considerado Beamonte.
A su juicio, gran parte del sufrimiento actual es consecuencia del pacto de gobierno que el PSOE firmó en verano de 2019 con Podemos, CHA y PAR, una coalición que más que un gobierno es «un un grupo acomodaticio» con formaciones «que aspiraban únicamente a asentarse en el poder y utilizar el Pignatelli como eje vertebrador de sus partidos».
«Está usted solo», le ha dicho Beamonte a Lambán, a quien le ha advertido de que sus socios adolecen de una «absoluta dejadez», «se esconden» y las consejerías que se les concedieron se caracterizan por una «parálisis absoluta».
Lambán le ha replicado que siempre se ha sentido «muy acompañado» por sus socios, con los que incluso «ha estrechado lazos». El pacto se hizo «con tal franqueza» que se conocían las discrepancias de forma previa y ahora hace «esfuerzos» por resolver las contradicciones internas y es «perfectamente capaz» de poner por delante de los intereses de partido el interés de Aragón en un ejercicio del que el presidente ha asegurado que presume.
Beamonte ha dedicado parte de su intervención a hablar de la Estrategia para la Recuperación firmada por todas las fuerzas políticas excepto Vox, que a su juicio se ha convertido en «una excusa» para que el Gobierno, que «sigue desbordado al ritmo que marca la covid», tape «su falta de capacidad de gestión».
«No se han cumplido las medidas que cuestan dinero»
«Aunque Lambán diga que se han cumplido el 70 por ciento de las medidas de la estrategia, no se ha llevado a cabo lo que cuesta dinero», ha dicho el líder popular. Según Beamonte, el refuerzo de la atención primaria y del transporte sanitario, el impulso de los hospitales de la provincia de Teruel o la gestión del ingreso mínimo vital no se han llevado a cabo.
Pese a todo, Beamonte le ha ofrecido lealtad para alcanzar acuerdos en cuatro ejes de trabajo: un nuevo modelo sociosanitario más eficaz; una educación fortalecida; un nuevo modelo de apoyo social que garantice protección a los más vulnerables, y un sistema económico e industrial que permita crecer de forma diversificada para lograr un Aragón «verde, conectado y digital».
Para Lambán, estas ofertas de pacto son «tan retóricas y vacías que se podrían hacer aquí y en Sebastopol», pero en aras del acuerdo ha dicho que las toma «como si fueran serias» y se ha mostrado dispuesto a discutir para incluirlas en los presupuestos de Aragón, aunque siempre que Beamonte sea «más explícito» y plantee «ideas específicas sobre algo».
Beamonte también ha reprochado a Lambán su «ejercicio de insolidaridad» y «racanería» con otras instituciones, especialmente los ayuntamientos, a quienes «no hace más que pedir pero no da nada», y ha censurado su «afán de protagonismo», que el presidente «tome decisiones sobre la necesidad de engrandecer su ego» y que vaya de «enjuiciador de Pedro Sánchez», a quien también ha criticado por abandonar a la comunidad y por aprobar unos presupuestos generales con un marco «obsoleto e irreal» y que no resuelven «ninguno de los impactos de la crisis».
Lambán le ha replicado que su relación con Sánchez, aunque Beamonte la califique de enemistad, está resultando «bastante beneficiosa» para la comunidad. Ha detallado al respecto que las inversiones de los PGE se incrementan un 25 % con 380 euros por habitante frente a 255 en el resto de España; que han prevalecido las tesis de Aragón frente a las de Cantabria respecto al trasvase desde la cabecera del Ebro; que se ha retomado el tramo Zaragoza-Sagunto del corredor Cantábrico-Mediterráneo después del abandono de Mariano Rajoy; que se ha implantado un centro logístico de Correos en Plaza, o que Renfe va a instalar un centro digital en Teruel.
«No estamos en un Aragón que se desmorona; la comunidad lo está pasando mal pero resiste y saldrá vencedora de esta crisis», ha zanjado Lambán, quien ha pedido a Beamonte que sea «proactivo», que no eche «jarros de agua fría» sobre la sociedad y que les diga a los aragoneses que está dispuesto a «arrimar el hombro».
Ciudadanos pide un pacto generacional
El portavoz de Ciudadanos en las Cortes de Aragón, Daniel Pérez Calvo, ha tendido la mano al presidente de la comunidad, Javier Lambán, para lograr un pacto «generacional, a largo plazo» que permita a la región convertir en oportunidades los retos que tiene por delante y se ha comprometido incluso a «desgastarse y abrasarse» con él si es por el bien de Aragón.
En su intervención, Pérez Calvo ha vuelto a agradecer a Lambán que haya reconocido los errores cometidos en la gestión de la crisis sanitaria por la covid-19, para la que nadie tenía «manual de instrucciones», y a ofrecer su mano para trabajar de forma «conjunta» huyendo de «la bronca y el atrincheramiento» porque impera poner en práctica una política «responsable».
«Le he visto a usted pasarlo mal» y «muy solo» le ha dicho Pérez Calvo a Lambán, antes de criticar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por irse de vacaciones en verano o por «escapar ahora de la escena tras declarar los seis meses de estado de alarma» perdiendo «una gran ocasión» para poner en valor el estado de las autonomías frente a quien cuestiona el modelo.
No obstante, ha asegurado que lo que le interesa es que sea Lambán quien acierte en las decisiones y ha apuntado que el objetivo es la alarma sanitaria pero también la económica que obliga a agilizar la tramitación cuanto antes las ayudas para que lleguen cuanto antes y también a elaborar los presupuestos de 2021 que respondan a lo acordado en la Estrategia para la Recuperación.
Ha agradecido en este sentido que aunque «aritméticamente» no les necesita, Lambán haya mostrado su predisposición a contar con ellos y el resto de fuerzas políticas para elaborarlos pese a que algunos socios de su gobierno «les incomode» y ha defendido que estas cuentas deben financiar iniciativas concretas, descartar «un nuevo plan E», y también la creación de nuevos tributos o subidas de impuestos.
Refuerzos en sanidad, incluida la colaboración público privada, analizar las residencias de la tercera edad, que se garantice la mejorar de la calidad educativa y la asistencia a familias vulnerables, ayudas para el sector cultural, que se concrete en plan urgente de rescate para la hostelería y el ocio nocturno y que se recuperen los aforos mínimos en el interior de los locales de hostelería, junto al apoyo al pequeño comercio y el decreto que permita agilizar los trámites administrativos y eliminar burocracias son algunos de los aspectos en los que ha puesto el acento.
Junto a la necesidad de pelear «con uñas y dientes» para recibir fondos europeos, la activación de un plan global de digitalización o que no se descuiden iniciativas como la reforma del Estatuto de Autonomía o la revisión de la custodia compartida porque deben ser los políticos «y no el virus quien tome la iniciativa», y la situación requiere que se asienten las bases para estar «en primera línea» de salida cuando se salga de la crisis sanitaria o antes incluso de que llegue la vacuna, ha dicho.
Reclama la creación de un grupo de expertos
Ha reclamado además la creación de un grupo de expertos de distintas disciplinas que ponga en marcha una auditoría sobre la crisis, que Aragón pueda ser un referente en teletrabajo y un gran pacto por la Educación.
Pérez Calvo ha insistido en la necesidad de la unidad y de un pacto «no de legislatura» sino «generacional» porque «sería imperdonable» que los políticos fueran incapaces de «sacrificar posiciones ideológicas o de partido» mientras los aragoneses hacen encaje de bolillos para llegar a fin de mes.
Por ello ha enfatizado que Lambán va a tener que «tomar decisiones impopulares y muy duras», lo que no es justo que haga «en solitario» y se ha ofrecido a «desgastarse» con él por el bien de la comunidad porque para eso está su partido «en política».
En su respuesta, Lambán ha incidido en que está dispuesto a perder las elecciones por tener que tomar decisiones impopulares pero ha añadido que si en vez de hacerlo solo las toma acompañado «mucho mejor», al tiempo que ha agradecido la política «útil» e instado al «sentido común y la sensatez» frente a las ideologías.
El presidente ha aseverado que falta en España «legislación» y «cultura federal» para poder aplicar mejor la cogobernanza y ha reclamado que la «lealtad tiene que ser la base de estas relaciones» y también la «coordinación» con el Gobierno central.
Ha anunciado que el 11 de noviembre se llevará al Consejo de Gobierno la ley de modernización del patrimonio agrario, también en noviembre el Impuesto Medioambiental sobre Aguas Residuales (IMAR) que sustituirá al controvertido ICA y que aunque el decreto ley para eliminar la burocracia está «prácticamente terminado» no se llevará a las Cortes en espera de que el Gobierno central presente la ley en la que trabaja para llevarlo «adecuado» a la misma.
El presidente ha reconocido que la hostelería está siendo la «pagana» de las restricciones en toda Europa, aunque no pretende «demonizar al sector», y ha recordado algunas de las medidas puestas ya en marcha para apoyar al sector y que la semana que viene se dará a conocer el plan de rescate que se está ultimando.
La consejera Mayte Pérez se reunirá el 4 de noviembre con la FACMP para unificar criterios de las ayudas y también se trabaja con el Gobierno central en este sentido ya que el propio Pedro Sánchez le ha llamado para tratar el asunto