Coronamakers Bajo Aragón ha conseguido imprimir más de 3.500 pantallas de protección contra el coronavirus, además de pantallas especiales para niños y salvaorejas para el uso de mascarillas en horas prolongadas. Tras duras semanas de trabajo, este viernes 22 de mayo, sus impresoras han dejado de producir, aunque la asociación estará pendiente de las necesidades en caso de alguna emergencia y seguirá abasteciendo a los centros sanitarios mientras lo necesiten.
Eduardo Egea y María Fernández, ambos de Alcañiz, son dos de los protagonistas de esta historia. Cuando comenzó la crisis del coronavirus y los sanitarios no tenían las protecciones necesarias, no dudaron ni un solo segundo en ponerse manos a la obra para abastecerles. Eduardo trabaja en el Centro de Salud de la capital bajoaragonesa como informático y es aficionado a la impresión digital, por lo que se puso en contacto con Makers Aragón para poner su impresora 3D a fabricar pantallas protectoras. María, por otro lado, es profesora en Alcorisa y un compañero de trabajo le informó de que necesitaban en la asociación alguien que se encargara de recibir y distribuir los pedidos a centros sanitarios, empresas y comercios.
Las impresoras 3D han dejado de funcionar a ritmo industrial y los Coronamakers Bajo Aragón van a aprovechar para descansar y hacer balance positivo de la labor social lograda en la lucha contra la pandemia del coronavirus. También es momento de «agredecer a todas las instituciones y empresas» que han donado materiales para la impresión de estas pantallas.
¡Haz clic en el vídeo y conoce la historia de los Coronamakers Bajo Aragón!