El establecimiento, 9º en TripAdvisor, organizó ayer un acto que contó con una elevada asistencia
Igual que ocurrió el 6 de julio de 1968, el sonido de los tambores de Alcañiz también estuvo presente ayer durante el acto del 50º aniversario del Parador de Alcañiz al igual que la jota de la mano del grupo Malandía. El tambor también lo hizo el día de su inauguración, todo un hito para la ciudad porque suponía la restauración de uno de sus principales monumentos patrimoniales, el Castillo Calatravo. Entonces fue el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, quien se encargó de cortar la cinta de la entonces «Hospedería Nacional de la Concordia». Una visita al Bajo Aragón muy bien aprovechada porque tal y como recogieron las crónicas de la época, aprovechó para entregar ocho televisores a otros tantos teleclubs, visitó la Central Térmica de Escucha, estuvo en Híjar e inauguró otro elemento característico de Alcañiz, el Monumento al Tambor situado al pie de la N-232.
Ayer el Parador celebró su medio siglo de vida con un acto que contó con una gran asistencia de autoridades, políticos, agentes sociales y económicos, clientes y representantes del sector turístico. Lo hizo haciendo gala de su buena salud a tenor de los datos. A finales de 2016 recibieron su cuarta estrella y según el portal TripAdvisor son el 9º mejor Parador de los 96 que conforman la red pública. El año pasado tuvieron una ocupación anual media superior al 75% y un incremento de habitaciones ocupadas de más del 8%; y en el restaurante vendieron un 17% más de cubiertos. Los ingresos por explotación fueron un 13% superiores a los de 2016, año en que se volvió a abrir el Parador los 365 días después de la polémica creada porque se cerrara 40 días los tres años anteriores. «Es un orgullo mirar a los próximos 50 años con la mejor perspectiva porque gozamos de una salud y un reconocimiento social excelentes. También es un honor ser el que lo coordina en la actualidad», comentó ayer el director del Parador, Alberto Hernández, quien llegó a Alcañiz hace un año y cinco meses.
El perfil de clientes es muy amplio, desde el turista cultural a personas mayores que buscan el descanso y la excelencia, personas relacionadas con Motorland y jóvenes que se incorporan al mundo Paradores por primera vez.
Dinamizador del turismo de calidad
En sus palabras de bienvenida, la presidenta de Paradores, Ángeles Alarcó, agradeció a todos los empleados su «trabajo y dedicación» durante todos estos años para convertir al Parador en dinamizador turístico de la comarca del Bajo Aragón desde su apertura en 1968. En este sentido, hizo especial mención a todos los directores que han pasado por Alcañiz en las cinco décadas y dio las gracias a los empleados de cocina, comedor, pisos, recepción, administración y mantenimiento. Además, recordó que esta efeméride coincide con el 90º aniversario de la compañía.
Por su parte, el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, hizo un repaso a los numerosos hechos históricos que ha acogido el Castillo Calatravo, entre ellos la Concordia de Alcañiz, y destacó el papel del Parador como dinamizador del «turismo de calidad» en la ciudad. «Hace poco más de un año recibió la cuarta estrella, eso demuestra la calidad de estas instalaciones unido al patrimonio artístico y monumental del castillo del que pueden disfrutar todos los visitantes», afirmó el primer edil alcañizano.
Inversión de 10 millones de pesetas
Aunque fue el verano de 1968 cuando abrió oficialmente sus puertas, fue años antes cuando el Ayuntamiento alcañizano le trasladó al Ministerio de Turismo la propuesta de convertir el Castillo, declarado Monumento Arquitectónico – Artístico en 1925, en un parador nacional porque estaba en ruinas. El Ministerio aceptó el ofrecimiento y encargó el proyecto de reconstrucción a uno de sus arquitectos, José Luis Picardo.
El proyecto se componía de un conjunto de planos que se fueron llevando a cabo desde 1966 hasta 1970. En principio, y por su reducida superficie, se diseñó como hostería con 12 habitaciones, calefacción, agua caliente, un comedor principal con chimenea con capacidad para 100 personas, vivienda para el administrador y para el personal con un coste cercano a los 10 millones de pesetas. Así se inauguró en 1968 y ya en 1970 se convirtió en Parador de turismo. En su interior destacaban los murales cerámicos utilizados para su decoración donde se cuenta la historia del inmueble, así como la cruz de la Orden de Calatrava.
En las sucesivas décadas se estudió ampliar su capacidad pero no fue hasta el año 2001 cuando el Gobierno Central encargó a Carlos Fernández Cuenca la redacción del proyecto de ampliación que se hizo efectivo un año más tarde.
El Parador de Alcañiz está ubicado en uno de los conjuntos monumentales más complejos de Aragón. En este castillo-convento se mezclan armónicamente varios estilos arquitectónicos. Destacan la capilla románica, el claustro y sin duda, la torre del Homenaje con sus frescos medievales de pinturas de estilo gótico lineal.
Si fuera por los ALCANIZANOS el Parador no existiria durante anos y anos no hubo ni un 2% que subieron a consumir y mis amigos y yo fuimos de los primeros. Que falsos son muchos de ustedes y lo saben muy bien?
Fue muy emocionante . No faltó detalle. Tuve la suerte de que el Parador me invitara y disfrutar del acto. Muchas felicidades y a por 50 años. Enhorabuena a todos los que trabajan en el Parador de Alcañiz