La Seguridad Social perdió 833.979 afiliados al cierre de marzo por el impacto del Covid-19, marcando así la mayor caída de su historia y dejando el número de cotizantes en 18,4 millones, mientras que el paro registró el mayor aumento mensual de la historia con 302.265 nuevos demandantes.
En Aragón, la tendencia es similar, disparándose las cifras del paro hasta llegar a los 72.481 desempleados, 5.509 más que en febrero. Por provincias, en Zaragoza se han contabilizado un aumento de 4.090 desempleados, un 7,75% más; en Huesca, 987 trabajadores parados más (+11,46%) y en Teruel, 432 más (+7,73%).
La consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, admitió ayer que los datos son malos, «aunque no una sorpresa», y quiso transmitir «confianza» en la labor del departamento, que se va a «dejar la piel» para revertir la situación lo antes posible, desde la unidad con los agentes sociales, que en esta situación es «un lujo».
Tanto patronal como sindicatos subrayaron que estos datos no incluyen los ERTEs, puesto que comenzaron a solicitarse a partir de la aprobación de las medidas económicas posteriores a la declaración del estado de alarma el pasado 15 de marzo.
Desde CEPYME Aragón advirtieron ayer que los datos del paro del mes de marzo «son sólo el principio de las consecuencias de la crisis» e insistieron en reclamar más apoyo y liquidez para que pymes y autónomos soporten la situación. «Llevamos un mes alertando del impacto que las medidas del Gobierno tienen sobre pymes y autónomos y, en consecuencia, sobre el empleo. Hay que acompañar a las medidas sanitarias de medidas económicas para salvaguardar a la sociedad. Ante una situación excepcional como esta deben tomarse medidas excepcionales, y debe ser el Estado el que aporte la liquidez por la falta de ingresos de las pymes y autónomos», señaló el presidente de CePYME Aragón, Aurelio López de Hita.
La organización recordó que el 99,9% del tejido empresarial aragonés está formado por PYMES y autónomos, de los que el 95,43% son empresas con menos de 10 trabajadores. Recalcó que son las PYMES y los autónomos los que crean siete de cada 10 empleos generados en Aragón.
Por su parte, el presidente de le Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, denunció que «si no se apoya de verdad a autónomos y empresas, no habrá hibernación, habrá glaciación». Y es que los autónomos viven una situación de «incertudumbre»y «nerviosismo» constante desde que se aprobara el estado de alarma. «Estamos todos muy nerviosos porque cada día nos cambian las normativas», denunció la coordinadora en Aragón de la AUPA, Andrea Ruiz, que integra a más de 500 autónomos de las tres provincias aragonesas. Destacó que no comparten la total efectividad de la moratoria de cotizaciones (aprobada este martes por el Consejo de Ministros) aprobada ya que supone un «endeudamiento para los autónomos». «Parece una buena idea pero en realidad no sirve para mucho, porque si hoy no podemos pagar 100 euros, al mes que viene tampoco podremos pagar 200».
Los sindicatos, por su parte, lamentaron la «alta temporalidad y precariedad laboral», que hace que se destruya más empleo «ante una crisis de estas características y dificultará la recuperación del mercado de trabajo». Desde CCOO defendieron que este dato refleja también «la realidad de una economía excesivamente estacional y todavía muy dependiente de sectores de bajo valor añadido, con empleo de baja calidad y temporal».
Las afecciones directas
En la provincia de Teruel, las consecuencias de la crisis sanitaria afectan al 95% de las empresas, según una encuesta promovida por CEOE, CEPYME y CEAT Teruel. La encuesta -en la que han participado 293 empresas- revela que durante las dos primeras semanas del confinamiento, el 95% de las empresas consultadas ha visto afectada su actividad, mientras que únicamente el 5 % no ha sufrido cambios relevantes, llegando incluso, en algunos casos, a ver incrementada su ocupación.
La situación económica se ha complicado esta semana con el decreto del cierre de todas las actividades económicas «no esenciales». No obstante, para paliar los efectos negativos, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha pedido al Gobierno de España que se aplique el cierre con «cierta flexibilidad» para «adaptar» esta medida a la realidad industrial de la Comunidad, de manera que puedan abrir algunas empresas que, en condiciones normales, no tienen la consideración de esenciales. Por ello, adelantó el miércoles que ya están trabajando en este aspecto, tras hablar con la ministra de Industria, Reyes Maroto, para establecer «un decálogo de actividades industriales, que sin ser estrictamente esenciales, sí son definitivas para el buen desarrollo de otras que sí lo son claramente».
Continúa el sector agroalimentario
El sector que si que continua con su actividad a buen ritmo es el agroalimentario. Los agricultores, ganaderos y empresas de transformación del territorio no han reducido sus plantillas ni se lo plantean. Eso sí, reconocen que la crisis sanitaria y el cierre del resto de actividades les está afectando.
La cooperativa La Calandina sigue abriendo sus instalaciones cada día y sus trabajadores se encargan ahora del embasado de aceite, limpieza de maquinaria y puesta a punto de la próxima campaña del melocotón. «Estamos trabajando a ritmo normal aunque nos preocupan los inminentes trabajos de aclarado y embolsado en el campo», explica el gerente, Antonio Cerdán. Para ello, a partir del 1 de mayo necesitan 150 personas para realizar estas labores. «De momento no se pueden traer temporeros; pero también contratamos a gente de aquí…», dice Cerdán.
En Vicoliva, ubicado en Alcañiz, la actividad sigue pero el ritmo se ha reducido. «Estamos envasando los encurtidos y el aceite perolas ventas han bajado bastante, principalmente porque nosotros vendemos a muchos restaurante y bares», apunta Ángel Menudé, el gerente.