La familia Martí Borrás lleva semanas contando los días para poder sacar en procesión sus túnicas y tambores después de dos años de interminable parón. Se trata de una de las familias imprescindibles en la Semana Santa valderrobrense desde que hace casi dos décadas decidiesen participar activamente en los ensayos, la preparación y las bellas procesiones que acoge la capital del Matarraña. José Luis Martí y Lourdes Borrás son la primera generación de la familia en tocar el tambor, en este caso gracias a sus jóvenes hijos, Alejandro (21 años) y Adrián (19 años).
Al contrario de lo que suele ser habitual, el detonante para que la familia Martí Borrás fuese una de las que con más pasión participan en la Semana Santa Valderrobrense, vino por parte de sus hijos. Los jóvenes Alejandro y Adrián tuvieron la culpa de que sus padres decidiesen hacer algo que, en el fondo, siempre quisieron llevar a la práctica. Todo comenzó cuando Alejandro, el mayor de los dos hijos, comenzó a ensayar antes de cumplir los 3 años con un pequeño bombo que le regalaron. Dos años después se sumó el joven Adrián. Cuando ambos ya en torno a los 9 años, comenzaron a salir a las procesiones, sus padres José Luis y Lourdes decidieron que era el momento de salir a tocar.
«Empezamos a llevar a nuestros hijos a los ensayos. A mi siempre me gustaron los tambores, pero de joven, por lo que fuese, no toqué el tambor y por ello decidí que era momento de comenzar a tocar y me arrepiento de no haberlo hecho antes», explica José Luis. Lourdes, que es natural de Fórnoles, reafirma ese sentimiento. «Desde que vine a vivir aquí no me perdía una sola procesión. Así que cuando nuestros hijos comenzaron ya a tocar en las procesiones nosotros nos preguntamos: ¿Por qué no?», explica Lourdes, que asimismo, forma parte de la junta de la Cofradía.
Si madre y padre cuentan ya los días para que sea Jueves santo en el caso de Alejandro y Adrián la expectativa es más que evidente. Ambos reconocen haberse desquitado parcialmente en las Jornadas Nacionales de Alcorisa. «Se han hecho muy largos estos dos años. Tenemos muchísimas ganas de tocar», explica Alejandro. En el caso de Adrián aún recuerda con emoción cómo fue uno de los que salió a tocar en representación de Valderrobres. «Fue muy emocionante, creo que hasta hubo un rato que temblaba. Tengo más ganas que nunca de poder salir a tocar en Valderrobres», afirma Adrián.
Los dos hermanos recuerdan cómo en 2020, en pleno confinamiento, salieron a los balcones a tocar. José Luis, Alejandro y Adrián tienen claro que su momento preferido es la Rompida de la Hora del Viernes Santo. En el caso de Lourdes, aunque duda, subraya que tiene especial devoción por la procesión del Santo Entierro. «El momento en el que la procesión llega a la Iglesia es indescriptible», añade Lourdes.