Una de cal y otra de arena para el campo bajoaragonés. La nieve y la lluvia han supuesto una inyección para la agricultura en las localidades en las que el temporal no ha llegado con fuerza pero también ha causado numerosos daños en zonas como el Matarraña, el Mezquín y Andorra-Sierra de Arcos.
En estos territorios, la nieve ha roto la mitad de las ramas de los olivos y ha derrumbado los techos de numerosas explotaciones agrarias, matando en algunos casos a los animales de su interior.
«A partir de los 500 metros de altitud el 50% de las ramas están en el suelo. Esto se traduce supone importantes daños estructurales ya que no podrán volver a producir hasta dentro de tres o cuatro años en el secano, el cultivo más mayoritario en la zona», especifica David Andreu, secretario provincial de UAGA en Teruel.

Además, el sector ganadero se va a ver gravemente dañado por el temporal debido a las afecciones en las granjas, que afectan especialmente a los techos. En Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo hay naves de ternera, cerdo y pollo afectadas y con ganado muerto. Todavía no han podido cuantificarse los daños debido a la inaccesibilidad de muchas zonas que aún no pueden ser peritadas. Tampoco se ha podido valorar todavía el daño en los bosques, donde han caído cientos de pinos en todo el territorio.
Por ejemplo, En Fuentespalda ya suman hasta nueve derrumbes en tejados de naves y granjas. En Cretas también se cayeron las cubiertas de tres almacenes y dos granjas de pollos construidas recientemente.
También empresas como Grupo Arcoiris se vieron afectadas. Un hangar de la fábrica de Guco y el tejadillo del aparcamiento cayeron literalmente por el peso de la nieve. Desde la empresa confían en recobrar la normalidad lo antes posible aunque reconocen que los daños son «muy importantes». Añadieron que en los próximos días se evaluarán los cuantiosos daños.