Este jueves comenzó el periodo en el que se habrían celebrado las fiestas en honor a San Roque en Caspe. Por ello, ante la alta incidencia de casos de coronavirus en la localidad, Pilar Mustieles, alcaldesa del municipios, pide prudencia a la población.
¿Cómo cree que van a ser estos próximos días?
Espero que sean bastante tranquilos. Todos sabemos que no hay fiestas, y que tenemos que actuar con prudencia y responsabilidad. Por tanto, esperamos que los caspolinos y visitantes en general cumplan con todas las medidas y con el protocolo sanitario, como se les está pidiendo desde hace bastante tiempo. Cada día se registran nuevos casos y esto da lugar a que haya preocupación por parte de todos.
¿Tienen constancia de cuál es el origen de esos contagios?
Estoy en contacto con los responsables de sanidad y, preocupada por la subida de la incidencia, me comentan que por lo general son personas no vacunadas todavía. Además, la mayoría de casos provienen de reuniones sociales. Pero estas personas luego tienen contacto estrecho con familiares y se expande el virus.
¿Considera que el protocolo se ajusta a la situación que está viviendo Caspe?
Es una normativa que todos conocemos, dada la fase en la que nos encontramos. El protocolo cuenta con unas medidas restrictivas, aunque hasta ahora no tenemos todavía la restricción de movilidad nocturna. Los índices de contagios acumulados indican que tenemos unas cifras muy altas en cuanto a positivos. Entendemos que a todo el mundo le gusta socializar y salir a la calle, pero hay que tener en cuenta que no se pueden realizar fiestas. Sin dejar de acudir a los actos que hay programados, simplemente pedimos responsabilidad, prudencia y respeto entre todos, principalmente hacia las medidas sanitarias.
Caspe es la localidad de más de 10 mil habitantes que acumula una mayor incidencia, ¿se va a aumentar la vigilancia por parte del Ayuntamiento?
Sí, se doblarán los turnos de policía local y se ampliarán sus horarios. En este sentido, también he hablado con la Guardia Civil para que refuercen la vigilancia. No es cuestión de desarrollar un control exhaustivo, sino de que la gente respete las medidas sanitarias y que estas «no-fiestas» nos pasen factura después y tengamos que lamentarnos. Por tanto espero y confío en que no haya incumplimientos.
¿Las autoridades sanitarias les han transmitido alguna próxima actuación relacionada con el toque de queda?
Estamos en el punto de mira y no lo descartan. Vamos a ir viendo estos días cómo avanza la situación, ya que es inestable y tan pronto suben los contagios como bajan. Estamos constantemente rozando el límite y sí que nos han dicho que si este aumento no cesa, se tendrá que instaurar el toque de queda. Sin embargo, por el momento no tenemos más noticias a este respecto.
¿Cómo afecta esta incidencia a la realización de los actos culturales que hay preparados?
Puede influir en gran medida, y por ello, todavía hay que tener más precaución. Además, por ese motivo, pedimos que nadie se quite la mascarilla en los sitios públicos, aunque estén en el exterior. Toda la prevención será poca. Esperamos que los caspolinos cumplan todas las medidas, porque así podremos seguir organizando actividades.
Si no, llegará un momento en el que tendremos que anular todo.
¿Qué supone para Caspe la suspensión de las fiestas?
Para nosotros y para toda la población en general supone un parón importante. Tanto la restauración como la hostelería se va a ver perjudicada de alguna manera. Aunque sí que es verdad que podemos salir a comer o cenar como solíamos hacer, ya que además estos establecimientos aseguran el cumplimiento de las medidas sanitarias. Si somos responsables podemos llevar una vida más o menos dentro de una normalidad. Pero esto no se puede lograr mediante actos multitudinarios, ya que supone focos de contagios. Es por eso que este año se han tenido que aplazar estas celebraciones al próximo verano.
¿Se va a notar un gran impacto económico respecto a los años anteriores a la pandemia en estas fechas?
Sí, hay mucha gente que prefiere quedarse en casa o hacer otro tipo de actividades que no impliquen estar constantemente en la calle, como se hacía en unas celebraciones tradicionales. Además, no nos podemos olvidar tampoco del impacto en el comercio. Cuando hay fiestas patronales suelen hacerse más gastos, como en las camisetas de las peñas, o compas extraordinarias para los locales de amigos. Por ello, este año ese aspecto también se verá mermado. Por otro lado, si se establece el toque de queda, en cuanto a la restauración tampoco habría mucha diferencia respecto a la situación actual, ya que en estos momentos deben cerrar sus puertas a las 00.30.
¿Podría lanzar un mensaje a la población sobre estos próximos días?
Las palabras que les puedo mandar lamentablemente en estos momentos es que actualmente no podemos celebrar las fiestas. La situación sanitaria no nos lo permite, por lo que insisto pidiendo a todo el mundo responsabilidad, prudencia y respeto. Entre todos saldremos adelante pero el conjunto de la población tiene que poner de su parte. Iremos viendo cómo avanzan los próximos meses y esperamos no tener que suspenderlas un verano más.