El Gobierno de Aragón presentó ayer una Estrategia para las residencias de mayores de la Comunidad Autónoma que persigue proteger y dar soporte a unos centros especialmente castigados por la pandemia de la Covid-19. Se trata de un plan que comprende medidas a corto, medio y largo plazo que pasan por apoyo económico, refuerzo de los protocolos de seguridad y alivio del confinamiento. Una de las cuestiones más importantes es que a partir de este lunes 25 de mayo -si Aragón pasa a la fase 2- se empezarán a permitir las visitas de familiares en los centros. Eso sí, en aquellos centros donde no haya habido casos de Covid-19 o se hayan cumplido 28 días sin positivos. Las visitas serán con cita previa durante un máximo de una hora, en el espacio predeterminado por el centro –preferiblemente exterior-, usando mascarillas y de un solo familiar en cada ocasión.
También desde el lunes se autorizará en estos centros la entrada del servicio de peluquería, fisioterapeuta o rehabilitación, después de que se aprobara ya el de podología, y se autorizarán los paseos de los residentes fuera de los recintos de los centros, dentro de la hora y el kilómetro de distancia estipulado.
El presidente Javier Lambán y la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, presentaron el plan a las entidades que de forma mayoritaria representan al sector y anunciaron una línea de subvenciones de millón y medio de euros para afrontar gastos extraordinarios sobrevenidos por la pandemia de coronavirus. Entre otros, figuran la contratación de personal para reforzar las plantillas, la compra de material de protección y la compensación por los ingresos perdidos al no poder recibir a nuevos residentes durante el estado de alarma.
Criterios para nuevos ingresos
Dentro de las medidas económicas, y para aliviar la situación de algunos centros, se plantea flexibilizar una de las medidas impuesta para acoger a nuevos residentes, que actualmente exige al centro contar con un 10% de plazas libres. Con la estrategia presentada, se elimina este porcentaje y se permitirán los nuevos ingresos si el centro cuenta con un adecuado plan de aislamiento y contingencia y lleva dos periodos de incubación (28 días sin casos nuevos).
Protocolo de alerta de Salud Pública
Dentro de los planes de contingencia y de la nueva organización de las residencias, figura un protocolo de alerta inmediata a Salud Pública en caso de que sospeche de la posibilidad de que un residente tenga síntomas de coronavirus. «Eso permitirá trabajar de forma inmediata –ha dicho la consejera- para aislar, sectorizar y derivar». Del mismo modo, se va a potenciar el apoyo médico de los centros de salud a las residencias.
Entre las medidas a largo plazo, que ahora hay que analizar con el sector, figura reflexionar sobre el papel de las residencias. También está sobre la mesa la remuneración y condiciones de trabajo de los profesionales sociosanitarios.