Los hosteleros confían en la desestacionalización aunque creen que se notará cierto parón invernal hasta marzo
Numerosos establecimientos hosteleros del Matarraña colgaron el cartel de completo durante el puente de Año Nuevo y Reyes. La ocupación en las casas rurales, hoteles y restaurantes rozó el 100% durante ambos fines de semana. El buen tiempo y el hecho de que el día de Año Nuevo fuese lunes influyeron sin duda a que se alcanzase tan alta ocupación.
En esta ocasción el turista valenciano volvió a ser el más numeroso, seguido del tradicional visitante catalán. Además se observó un considerable aumento de turistas venidos desde la ciudad de Zaragoza y de otros lugares como Marid. «Ha sido una campaña muy buena. Vamos muy despacio pero poco a poco podemos decir que va viniendo el turista zaragozano que tanto nos ha costado conseguir», explicó Jose Antonio Higueras, presidente de los Empresarios del Matarraña.
Establecimientos como Fonda La Plaza de Valderrobres completaron el aforo de sus habitaciones tras recibir varias reservas desde la Comunidad Valenciana semanas antes del día 31. «Hemos trabajado mucho y pensamos que entre semana también ha habido más movimiento que otros años», explicó Loli Collantes, gerente de Fonda La Plaza.
Sin embargo, como era de esperar, el puente de Navidad fue mucho más tranquilo. Los visitantes, explican, optan por quedarse o retornar a sus lugares de origen y tan solo se notó la llegada de segundos residentes, descendientes de alguna de las 18 localidades del territorio.
Localidades como Valderrobres, Beceite, Calaceite, La Fresneda, Monroyo y Cretas fueron algunas de las que más notaron la gran ocupación de la segunda mitad de la Navidad. Asimismo, muchos de los turistas valoraron la posibilidad de poder celebrar la festividad de Nochevieja en las respectivas localidades en las que se hospedaron sin tener que desplazarse a pueblos vecinos.
Bajón invernal
Tras el fin de la campaña navideña los hosteleros esperan ahora que durante lo que queda de enero y febrero la afluencia sea considerablemente menor. Sin embargo, confían en la incipiente desestacionalización que está experimentando el sector turístico matarrañense y a pesar del bajón en el número de turistas, se muestran moderadamente optimistas de cara especialmente a los fines de semana. «Tenemos por delante la época más floja en cuanto a niveles de ocupación, pero nuestro reto es conseguir esa desestacionalización», añadió Higueras.