La Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas -con sus siglas en inglés IFLA- hará entrega de un prestigioso premio a los arquitectos Marcos Jubierre, de Alcañiz, y a su socio navarro Miguel Hernández. Esta entidad de carácter europeo e internacional reconocerá a ambos socios de Maamito Estudio (integrado por cuatro profesionales) por la actuación de reurbanización y restauración que llevaron a cabo en la calle Alta de Calaceite. Los dos arquitectos recogerán durante la tarde del viernes en Nápoles el galardón en la categoría de Obra Construida por Jóvenes de menos de 35 años.
El evento tendrá lugar en el marco de la Asamblea Internacional, que la IFLA celebra en la ciudad italiana durante cuatro días. Los actos se iniciarán durante la jornada del jueves y se alargarán hasta el domingo.
La ejecución del proyecto se llevó a cabo en 2021 y consistió en la recuperación y regeneración urbana del tramo sur de la citada calle, así como el mirador de San Cristóbal de la capital cultural del Matarraña. La obra, impulsada y ejecutada por el Ayuntamiento de Calaceite, fue posible gracias a una subvención de 33.600 euros provenientes del Plan de Obras y Servicios de la Diputación de Teruel. Se trata del primer proyecto que ambos realizan para una administración pública en un espacio urbano y público.

El jurado ha tenido en cuenta la intervención paisajística que pone en valor el medio urbano y vegetal de los cascos urbanos. En este caso, con un presupuesto modesto, inferior a 40.000 euros y en uno de los Pueblos Más Bonitos de España. «Quedamos muy satisfechos tras el trabajo llevado a cabo en la calle Alta y decidimos concurrir al premio. Estamos muy contentos y nuestra sorpresa fue total cuando nos notificaron que habíamos ganado», explica Jubierre.
154 metros cuadrados
La calle intervenida tan solo tiene 3 metros de ancho y se accede a ella a través de unas escaleras. En total, se actuó en 154 metros cuadrados. Además de mejorar la estética, también se corrigió la degradación que presentaba el estado anterior de la vía y se resolvieron diferentes problemas, como la falta de una correcta evacuación de las aguas pluviales que provocaba diferentes filtraciones en las históricas viviendas del entorno. «Quisimos, por un lado, combinar la resolución técnica y corregir los problemas de aguas pluviales y, además, potenciar el inigualable emplazamiento de esta calle y su entorno patrimonial y paisajístico», añade el arquitecto.
Por ello, se recondujeron esas aguas -jugando con las zonas permeables e impermeables- y se ubicaron zonas ajardinadas con especies autóctonas con unos requerimientos de agua acordes con el clima y el emplazamiento de este vial. «Siempre es un reto actuar en un municipio tan bien conservado como Calaceite. También acertar con las especies vegetales para minimizar el mantenimiento», señala Jubierre.
También quisieron ensalzar la tradición constructiva del municipio, y reaprovecharon multitud de elementos como las antiguas losas y piedras para construir bancos y los citados espacios de ajardinamiento.
Un premio a una actuación en un entorno rural
Desde el estudio de arquitectura destacan el hecho de que se haya reconocido un proyecto aplicado en un entorno histórico y del medio rural. «Es más habitual que en arquitectura se reconozcan actuaciones más vanguardias y urbanas. Por ello, nos parece muy importante que se haya premiado una actuación en un espacio rural», añade Jubierre. El alcañizano y Hernández se conocieron en la facultad de arquitectura de Barcelona. Actualmente su socio se encuentra en Oslo y es profesor de Paisajismo en la Universidad.

Ambos quisieron hacer extensivo el reconocimiento a Marcos Gómara y Torfinn Truchs, quienes actualmente trabajan en Maamito Estudio desde España y Noruega. Jubierre agradeció también al Ayuntamiento de Calaceite la confianza que depositaron en ellos «en todo momento».
La calle ha quedado muy bien.
Es mi calle favorita. Precioso.
La gran importancia de hacer el entorno atractivo, funcional, equilibrado, y bello.
Todo parece sencillo, pero es el efecto de la dedicación, observación, y cariño por la pasión vivida desde el interés social.
El bello Bajo Aragón Histórico no es producto de la casualidad, es el efecto del cariño por lo propio.
Mi más sincera enhorabuena y con el deseo de que tan preciosa labor tanta continuidad.