Este año la Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) se ha desarrollado de forma atípica. Los alumnos, además de acudir a los centros con bolígrafo y DNI en la mano, este año debían llevar también la mascarilla que han llevado puesta durante la hora y media que dura cada examen. Además, las mesas estaban separadas a 2 metros de distancia unas de otras, para lo que muchos institutos han tenido que habilitar espacios inusuales.
En cuanto a los alumnos, algunos aseguran que la prueba ha sido como esperaban y que ya están más tranquilos de cara a las siguientes. María Perdiguer, alumna del IES Mar de Aragón, subraya que la preparación de los exámenes durante el confinamiento «ha sido bastante rara y difícil por la falta de contacto constante con los profesores». Las sensaciones por parte de esta alumna es que una vez realizado el primer examen ya están más tranquilos: «Cuando me han dado el examen y he visto que salía lo que hemos estudiado ya se me han pasado los nervios».
Por su parte, Manuel Piazuelo, otro alumno del IES Mar de Aragón segura que «los nervios han hecho que el examen sea más complicado de lo que esperaba, pero en general las sensaciones son bastante positivas». De cara a los siguientes exámenes se encuentran «más calmados» ahora que ya han visto cómo es la situación. En cuanto a la preparación de esta prueba, el alumno asegura que ha sido difícil porque además él ya había empezado el primer año del Grado en Enfermería mientras preparaba la Evau. «He estado en contacto con profesores tanto del año pasado como de este y no puedo estar más agradecido con toda la ayuda que hemos recibido por su parte», apunta Piazuelo.